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jueves, 26 de diciembre de 2019

Capítulo 8


Zac se sentía como si el mundo se hubiera derrumbado, pero apuntó el número de aquel hombre antes de colgar el teléfono e ir al cuarto de baño. Se lavó la cara con agua fría y respiró profundamente para tranquilizarse.

No podía soportar la idea de que Noelle, su Noelle, fuera Vanessa Hudgens, la futura esposa de William Trent.

Tardó bastante tiempo en recomponerse lo suficiente como para hacer la llamada. A pesar de ello, las manos le temblaban tanto que ni siquiera era capaz de marcar el número. Al final consiguió llamar, y una voz de hombre cogió el aparato. Zac se identificó y se aseguró de que hablaba con William Trent.

Will: Llámame Will -corrigió-. Creía que no ibas a llamarme nunca. ¿Está bien Vanessa? ¿Qué demonios ha pasado? ¿No recuerda absolutamente nada?

Zac contuvo los celos y la rabia y habló.

Zac: ¿Cómo está tan seguro de que la mujer que vio en la televisión es Vanessa Hudgens?

Will: ¿Me tomas el pelo? -preguntó con incredulidad-. Hace dos años que somos novios, y llevamos uno comprometidos. Nos casaremos en primavera, cuando ella acabe los estudios.

Zac se mordió el labio para no gritar.

Zac: Lo siento. Tenía que asegurarme. Hemos recibido muchas llamadas de locos. Tendrá que venir a San Francisco e identificarla personalmente.

Will: Estaba esperando tu llamada para salir. Llegaré en un par de horas. ¿Dónde puedo verla?

Zac: Estaremos en la comisaría -le dio la dirección y le explicó cómo llegar hasta allí-. Pregunte por Zachary Efron, y diga que me visita en relación con el caso de Noelle Santa. Así es como la llamamos.


Noelle no había descansado mucho aquella noche. No estaba completamente despierta, pero tampoco había conciliado un sueño profundo. Cuando la recogió en la hamburguesería, Zac le dijo que ya habían recibido varias llamadas. Pero al saberlo no se sintió alegre, sino angustiada. Cada vez estaba más segura de que se arrepentiría de haber salido por televisión. Tal vez hubiera sido infeliz en su pasado inmediato. O peor aún, podía haber cometido un delito y haberse fugado.

Oyó que Audrey se marchaba a trabajar, y cuando sonó el teléfono unos minutos después, no le sorprendió oír la voz de Zac.

Zac: Siento despertarte, cariño, pero tenemos una pista que parece seria. Tenemos que estar a las once en la comisaría, así que vístete y ven. Mientras tanto prepararé el desayuno.

Noelle sintió que se le encogía el estómago.

Zac: No te pongas tu ropa. Elige algo distinto a lo que llevabas ayer, y péinate de forma diferente. Te vamos a poner en una rueda de identificación.

Noelle se apresuró a ducharse y se colocó un vestido de seda gris oscuro con pequeñas flores de color lila, rosa y crema. Tenía aspecto de niña pasada de moda.

Zac le había pedido que improvisara un nuevo peinado, de modo que se cepilló el pelo hacia atrás y se lo sujetó en la nuca con un broche. El efecto general era bastante distinto.

Cuando llegó a casa de Zac, él estaba esperándola. Parecía abatido. Todos sus miedos volvieron de inmediato.

Ness: ¿Qué pasa? ¿Qué habéis averiguado?

En vez de contestar, Zac la cogió del brazo.

Zac: Vamos a la cocina. Podemos hablar mientras desayunamos.

Noelle se sentó a la mesa, frente a un zumo de naranja y una caracola. Antes de tomar asiento, Zac sirvió el café.

Zac: ¿Te suena de algo el nombre de William, o Will Trent?

Como un relámpago, la imagen de un hombre rubio cruzó su mente, pero desapareció antes de que Noelle pudiera captarla.

Ness: Creo que no -respondió insegura-.

Zac la miraba fijamente.

Zac: Has recordado algo -afirmó-. Tu expresión ha cambiado. ¿Qué has sentido?

Ness: No ha sido exactamente un recuerdo.

Le contó la sensación que había tenido. Por un momento, vio la angustia reflejada en los ojos de Zac.

Ness: ¡Por favor, cuéntame lo que sepas! -suplicó aterrorizada-. ¿Es ese hombre la pista que has mencionado?

Zac puso la mano sobre la suya.

Zac: Perdóname. No quiero influir sobre ti. Tengo otro nombre. ¿Te suena Vanessa Hudgens?

En aquella ocasión no hubo ningún relámpago. El nombre no le evocaba ningún recuerdo, pero Noelle notó que le palpitaban las sienes y se puso completamente blanca, mientras todo su cuerpo se cubría de sudor. De pronto sintió que su campo de visión se estrechaba, hasta que perdió la vista por completo. Zac corrió a su lado y la ayudó a tumbarse en el suelo.

Zac: Respira despacio y profundamente -le ordenó-. Ha sido una bajada de tensión. Relájate y no pienses en nada.

Noelle se sentía como si todos sus huesos se hubieran derretido. Tenía la impresión de que si se relajaba perdería el conocimiento, pero obedeció a Zac, y lentamente fue volviendo en sí. Abrió los ojos, y el rostro de Zac empezó a cobrar forma.

Cuando consiguió sentarse en el suelo, Zac le llevó el zumo de naranja a los labios. Unos minutos después, era capaz de sujetar el vaso ella sola, y algún tiempo después volvió a la silla.

Zac: ¿Crees que puedes contarme lo que ha pasado?

Noelle describió su reacción física de la mejor forma posible, y luego añadió:

Ness: No recuerdo a ninguna persona llamada Vanessa Hudgens, pero parece que mi subconsciente sí. ¿Quién soy? ¿Vanessa Hudgens?

Zac se aclaró la garganta.

Zac: Eso es lo que dice Will Trent, pero no podemos estar seguros si no nos proporciona alguna prueba o si no recuperas la memoria.

Noelle tuvo que hacer acopio de fuerzas antes de plantear la siguiente pregunta.

Ness: ¿Qué relación se supone que tienen Will Trent y Vanessa Hudgens?

Zac apartó la vista.

Zac: Según él, van a casarse en primavera.

Vanessa sintió que su corazón se detenía.

Ness: ¡No! -gritó, mientras Zac la cogía entre sus brazos-.


Más tarde, en la comisaría, la rueda de identificación resultó bastante desagradable a Noelle. Tuvo que ponerse de pie en un recinto iluminado junto con varias mujeres de la misma edad y características. Cada una tuvo que ponerse de perfil y después dar unos pasos al frente.

Después, se llevaron a Noelle a una pequeña sala. Zac llegó unos minutos después, y al ver su rostro, Noelle supo todo lo que tenía que saber. Se dejó caer en una silla y hundió el rostro entre las manos.

Ness: ¿Está completamente seguro?

Aquello fue más un lamento que una pregunta.

Zac se sentó a su lado y cogió sus manos.

Zac: Sí. Te identificó nada más verte. Ni siquiera miró a las demás mujeres. No dejaba de insistir en que quería hablar contigo. Está esperando fuera. Tendrás que verlo, pero yo iré contigo. No permitiré que te toque a menos que tú quieras que lo haga.

Ness: Aún no -dijo desesperada-. Dame un minuto.

Su voz se quebró, y abrazó a Zac como si su vida dependiera de ello.

Ness: No permitas que un desconocido… -empezó a decir-.

Zac: Noelle, cariño, no te voy a dejar en manos de un desconocido. ¿No sabes lo que significas para mí? Creo que ni siquiera te dejaría en sus manos si demostrara que eres su prometida. Por supuesto, si tú deseas marcharte con él, no haré nada por impedírtelo, pero la decisión tiene que ser tuya. No permitiré que te lleve en contra de tu voluntad.

Unos golpes en la puerta les recordaron que los esperaban. Zac la soltó para abrir a Will Trent y al sargento que lo acompañaba.

Noelle miró atemorizada al hombre rubio ataviado con una chaqueta de cuero y unos vaqueros que caminaba hacia ella. Llevaba una gran carpeta, y ella se encogió de forma instintiva. Zac lo detuvo poniéndole una mano en el brazo.

Zac: No se acerque más -se volvió hacia Vanessa-. ¿Lo conoces?

Will: Claro que me conoce. Díselo, Vanessa. Dile que estamos enamorados y nos vamos a casar.

Noelle parpadeó. El hombre no le resultaba completamente desconocido, pero no despertaba ningún sentimiento amoroso en ella. Sólo sentía una mezcla de enfado y miedo, aunque no sabía por qué.

Ness: Creo que no -dijo nerviosa-. Al menos, no lo recuerdo. ¿Tiene algo que pueda demostrar que yo soy quien usted dice?

Will: Claro que sí.

Levantó la carpeta y empezó a caminar hacia ella, pero Zac lo detuvo de nuevo.

Zac: Yo se lo daré -dijo cogiendo la carpeta-. Ahora, señor Trent, si quiere sentarse aquí…

Indicó a Will una silla frente a Noelle, y después se sentó a su lado para abrir la carpeta.

Estaba llena de fotografías, y no podían negar que Noelle era la mujer que Will identificaba como Vanessa Hudgens. En una de las fotografías estaba en una ceremonia de graduación, y en las demás aparecía con Will en varios lugares. Había una en la que aparecían los dos sonrientes, cortando una tarta. Will afirmó que había sido sacada en la fiesta con que celebraron su compromiso.

Noelle se sentía enferma.

Ness: Por favor -dijo devolviéndole la carpeta-. Cuéntame algo sobre… sobre Vanessa Hudgens.

Will la miró con lástima.

Will: Sobre ti, quieres decir. Tienes veintitrés años, y estás estudiando el último curso de la carrera, en la universidad Pacific, de Stockton. Ahí fue donde nos conocimos. Estoy preparando el doctorado de bellas artes.

Noelle recordó vagamente un grupo de edificios antiguos y modernos.

Ness: ¿Qué estudio?

Will: Pedagogía. Naciste y te criaste en Fresno, pero tus padres murieron en un accidente de coche cuando estabas en primero. Vives de la póliza de seguros que tenían, de modo que Stockton ha sido tu hogar durante los últimos cuatro años.

Ness: ¿Tengo más parientes?

Will negó con la cabeza.

Will: Sólo una hermana, mucho mayor que tú. Se fue a estudiar al este cuando tú eras muy pequeña, se casó y se quedó allí. No os conocéis demasiado, y no habéis tenido mucho contacto después de la muerte de tus padres. Soy todo lo que tienes, cariño.

Aquella idea hizo estremecerse a Vanessa.

Zac: No esté tan seguro -dijo con tono amenazador-.

Will: Lo estoy -respondió con idéntico tono-. Llevamos dos años juntos, y hemos hecho muchos planes para el futuro.

Noelle se estremeció.

Ness: ¿Quieres decir que vivimos juntos?

Will tardó algún tiempo en contestar.

Will: No, pero eso no quiere decir que no seamos amantes. Por el amor de Dios, Ness, ¿cómo has podido olvidarlo?

Noelle se puso en pie de un salto.

Ness: No lo sé -gritó-. A lo mejor no lo recuerdo porque es mentira.

Will también se levantó.

Will: ¿Que es mentira? ¿A dónde quieres llegar con esta farsa? ¿Seguro que tampoco recuerdas que últimamente estabas muy fría?

Zac: ¡Basta! -rugió-.

De pronto, en medio de los gritos, el muro que encerraba la memoria de Vanessa se derrumbó, y Noelle pudo recordarlo todo.

Al principio, el impacto la dejó anonadada. A continuación, no comprendía cómo podía haber llegado a olvidar tantas cosas sobre su persona.

Cuando al fin recuperó la tranquilidad, el sargento había puesto orden. Todos los ojos estaban clavados en ella. Al parecer esperaban que respondiera a una pregunta que no había escuchado.

Se levantó y miró a Will fijamente. Cuando habló, su voz estaba llena de cólera.

Ness: Bueno, Will. Parece que has tardado bastante en volver a buscarme. A lo mejor te gustaría explicar por qué me dejaste sola e inconsciente aquella noche en el parque.


2 comentarios:

Caromi dijo...

Ohhhh!!!
El muy puto!!!
Que maldito!!
No lo conocía pero ya lo odio xD
Publica el siguiente pronto please!!!!

Lu dijo...

Queee? El propio prometido de Ness le hizo daño?
Por suerte pudo recordar todo y se lo dijo. Que desgraciado!!
Me encanta la nove.

Sube pronto :)

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