skip to main |
skip to sidebar
Varios años
después
«Todo el
mundo en sus puestos...»
La voz de Zac resonó en cada rincón de la enorme
sala, decorada especialmente para la ocasión. Sus elfos contenían las risillas
a duras penas y su hijo pequeño, de tan solo seis meses, observaba todo como si
la gente se hubiera vuelto loca de pronto. Sin embargo, no habló ni delató su
presencia.
Su hija mayor entró corriendo a toda prisa, buscó a
su abuelo y se ocultó con él, tras susurrar «ya viene». Entonces escucharon la
emocionada voz de Mike que guiaba a toda prisa a su madre.
Mike: Mamá, vamos a llegar tarde. Tenemos que
correr que esta noche viene papá con los regalos y no querrás que nos
retrasemos.
Ness: Ya voy, ya voy. Tu padre tardará un rato en
llegar, todavía es pronto. No te pongas nervioso. ¿Dónde está tu hermana? ¿Jack
tiene a Cody? ¡Mike, no corras!
Pero el niño se soltó de su mano y entró a toda
prisa, encendió la luz y cuando su mujer alzó la vista, todos gritaron a la
vez:
Todos: Sorpresa.
Vanessa se llevó la mano al pecho producto del susto
y los miró sin dar crédito. Zac sonrió divertido y corrió a abrazarla, el bebé
se lanzó hacia su madre, reclamándola de inmediato, y Ness lo tomó en sus
brazos casi sin darse cuenta.
Ness: ¿Zac?
Zac: Feliz aniversario, mi vida. -La besó en los
labios-. Alguien tenía que acordarse, en vista de lo mala que eres con las
fechas.
Ness: No soy mala con las fechas. Solo tenía cosas
que hacer.
Zac: Siempre tienes cosas que hacer, cariño -La
besó en la boca y sonrió-. ¿Algún desventurado que haya perdido o encontrado el
amor?
Ness: No hablo contigo de mi trabajo -dijo tozuda-.
Era imposible sonsacarle nada de nada, en el fondo,
prefería que fuera así, pero solía picarla. Disfrutaba picándola.
Zac: Bien.
Jack y Alvina dieron un paso al frente y le
entregaron un enorme regalo, mientras Jack atrapaba al niño pequeño, para que
su madre pudiera desenvolverlo. Cody descubrió que el gorro de su nuevo
portador era un juguete interesante y se esforzó en agarrarle el cascabel. El
elfo se lo permitió.
Jack: Queremos agradecer todo lo que haces por
todos nosotros, así que te hemos hecho este regalo, para que no te olvides jamás
de lo mucho que te queremos. En nombre de todos los elfos de Santa Claus, feliz
aniversario.
Se emocionó, pero se esforzó por ocultar las
lágrimas. Después de lo mucho que había llorado durante los embarazos, trataba
de hacer como que no le importaba, que podía soportarlo sin mucho esfuerzo.
Zac sabía que solo era una pose.
Cuando Vanessa abrió la caja encontró un enorme álbum.
En la portada, una foto de los dos, con sus trajes de gala, celebrando en la
fábrica el resultado de otra Navidad bien hecha. La primera que habían pasado
juntos.
El dique artificial estuvo a punto de ceder, Zac le
dio de espacio un par de páginas quizá, antes de que no pudiera evitarlo por
más tiempo.
Se rompió en la primera.
Zac: Los conociste en el Rudolph's -comentó al mostrar a la sonriente pareja de Mathew y
Eliza-. Hace tiempo fue un elfo, encontró a su pareja y ahora son felices. -Se
sentía muy orgulloso del hombre en que se había convertido. Cuidaba de los
niños, un defensor de la infancia que se esmeraba en hacer del mundo un lugar
mejor. Sin magia ni habilidades extremas, solo a base de esfuerzo y dedicación-.
Han tenido una hija y adoptaron dos hermanos mayores. Tina, Billy y Mathew Jr.
En la siguiente página aparecían los tres chicos
muy guapos y tranquilos, para una foto más allá mostrarlos en medio de alguna
travesura, con un Mathew lleno de harina y una enorme sonrisa en la cara.
Ness: Parecen muy felices.
Zac: Mi madre siempre supo encontrar a la pareja
adecuada -comentó mientras pasaba la página-, talento que tú has heredado y me
alegro mucho.
Ness: No tanto...
Jack sonrió.
Jack: Con nosotros lo hiciste. -Pasó la página y
mostró una foto de Jack con un hombre muy parecido a él, los dos jóvenes y
felices-. Mi hermano Thomas -explicó-, también lo conoces. Es el mejor amigo
del bruto de Noah -comentó mientras señalaba a los otros niños de la foto-. Sus
hijos. Dylan es adoptado, Eric es hijo de Julia y ahora tienen a Jack y Sam. -En
los ojos del elfo surgió una chispa de emoción que Zac detectó. De alguna
manera, había hecho las paces con su pasado, con su hermano, ahora que él mismo
tenía a Alvina-. Y aquí nosotros, con nuestro pequeño bebé -señaló la foto de
la ecografía-. He dejado un espacio para poner la foto de nuestra hija cuando
nazca.
Vanessa rio enternecida y abrazó a Jack.
Ness: Es un regalo maravilloso, Jack.
El hombrecillo se encogió de hombros.
Jack: Hemos puesto fotos de todas las personas a
las que has ayudado desde que te convertiste en la Señora K -comentó, señalando
varios rostros de almas perdidas-, todos han encontrado el amor y su camino.
También hay fotos especiales de Zac, pero esas mejor las ves en privado.
Zac: ¡Jack! -lo regañó-.
Su mano derecha le guiñó un ojo divertido, hecho
que no dejó de sorprenderlo. Había perdido gran parte de su rigidez. Debía
agradecer a Alvina. Dedicó una mirada de gratitud a la elfa, que se acurrucó
junto a su marido.
Ness: Creo que las veré más tarde, hay cosas que es
mejor no compartir -comentó burlona-.
Todos rieron a su alrededor celebrando el amor, los
buenos momentos, la compañía. Habían formado juntos una extraña familia, una
familia diferente. Aquellos que los vieran descubrirían tan solo a un grupo disfrutando
del hecho de estar juntos, de los buenos recuerdos.
Zac sabía la verdad. Era un hombre afortunado, un
hombre rico.
En amor, en risas, en sueños hechos realidad y nada
tenía que ver con quién era él, sino con quiénes eran ellos.
Porque si había una cosa clara era que la Navidad
no era Santa Claus o una fecha del calendario. La Navidad era una emoción, un
sentimiento, un acto desinteresado de amor.
La Navidad era, había sido y siempre sería, un milagro.
2 comentarios:
Belloooo������
Holaaaa!
Me lei las ultimas novelas que publicaste! No me habia dado cuenta de lo que extrañaba leer hasta que entre a leer algunas novelas viejas y me encontre con estas.
AME TODAS LAS NOVELAS, gracias por volver a publicar.
Sube pronto :)
Publicar un comentario