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viernes, 4 de enero de 2013

Capítulo 9


Zac estaba sentado en la oficina del sheriff, hablando por radio. Ya era de noche, pero no había encendido el farol del escritorio del sheriff

Zac: ¿Algo nuevo? ¿Han llegado más cartas?

Un segundo después se oyó la voz de Will, con interferencias.

Will: Desde la semana pasada no ha llegado ninguna. Si quieres, puedo enviar un avión para que os recoja a ti y a Aly.

Zac miró el micrófono. En teoría, la solución que proponía Will era la más lógica. Sin embargo, algo le decía que sería mejor que esperara un poco. Y su intuición no le había fallado nunca.

La última vez que había estado en el despacho de Will, su antiguo amigo le había mostrado varias cartas en las que lo amenazaban de forma disimulada si no retiraba su candidatura a las elecciones de fiscal general. Aunque no eran amenazas directas, sí contenían las suficientes referencias inquietantes como para que quisiera tener a Aly en casa cuanto antes.

Zac: Espera un momento, Will... Se te oye muy mal y no te entiendo.

Zac comprendía que estuviera preocupado por su hija. Pero a pesar de ello, había llegado a pensar que la preocupación de Will no se debía solo a las supuestas amenazas, sino al efecto negativo que la escapada de Aly pudiera tener en su campaña electoral.

A fin de cuentas, era un hombre poderoso y podía haber utilizado mil recursos distintos para lograr que Aly regresara a casa. Sin embargo, había preferido ponerse en contacto con Coleman Black, quien a su vez le encargó el caso a él. Y aquello también resultaba bastante extraño; sospechaba que Cory tenía motivos ocultos para haber querido ponerlos en contacto después de tantos años sin hablarse.

Will: Está bien, te volveré a llamar mañana...

Zac desconectó la radio y se pasó las manos por la cara. No quería llevar a Aly a su casa hasta averiguar por qué se había escapado en realidad. Además, tampoco quería dejar a Vanessa.

Zac pensó que Cory habría estallado en carcajadas de haber visto a su mejor hombre preocupado por fantasmas del pasado.

Minutos más tarde, dejó a Sam en su despacho y se dirigió al centro social. Como en la ocasión anterior, tuvo que pasar por un sinfín de interrogatorios sobre su vida e intenciones antes de alcanzar la mesa donde estaba sentada Vanessa, charlando con otra persona.

Decidió aprovechar que todavía no había notado su presencia para observarla y admirar su perfil y sus labios. Pero la sonrisa que se le formó en la boca desapareció de inmediato.

Zac: ¿Dónde está Aly?

Vanessa se volvió hacia él.

Ness: Con Maddie, supongo. Parece fascinada con April.

Zac: Acabo de hablar con Will y le he dicho que todos estamos bien.

Ness: Me alegro. Entonces, querrá que la lleves enseguida...

En ese instante apareció Darla Towers, que los saludó y se sentó en una silla al otro lado de la mesa.

Darla: Vaya pesadilla, ¿eh? Me moriré si no consigo un tarro de tu crema de espliego, Vanessa.

Ness: Tenemos crema de sobra en la tienda, Darla. Puedo ir a buscarte un envase.

Darla: Gracias, Vanessa. Y tampoco estaría mal que me encontraras a alguien para que me la ponga en la espalda -dijo sonriendo-.

Zac: Prueba con Leo -sugirió-.

Darla apretó los labios, furiosa, y se levantó de la silla tan rápidamente que estuvo a punto de tirarla.

Ness: No deberías haber sido tan grosero con ella.

Zac se encogió de hombros. No estaba interesado en Darla Towers. Solo le interesaba Vanessa. Por su vida habían pasado muchas mujeres, pero ninguna que lo mantuviera despierto todas las noches, ninguna como Vanessa Hudgens.

Se sirvió un plato de comida, porque todavía no había probado bocado, y echó un vistazo a su alrededor. El centro social estaba lleno de gente, como el día anterior, y tenía la impresión de que el último en llegar había sido su padre, Howard.

Sin embargo, la falta de apetito de Vanessa, que apenas había probado su comida, le llamó más la atención. No dejaba de mirar a Howard, de forma cautelosa.

Zac: Las apariencias engañan.

Ness: ¿A qué te refieres?

Zac miró hacia el lugar donde se encontraba su padre.

Zac: Seguro que te estás preguntando si Howard es tan malo, teniendo en cuenta que tiene fama de santo.

Ness: No, no me preguntaba eso. Estaba pensando que es muy triste que haya tanta distancia entre vosotros.

Zac encontró divertido el comentario.

Zac: ¿Cuánto tiempo hace que no hablas con tus padres?

Vanessa inclinó la cabeza, reconociendo la ironía.

Ness: No se puede decir que la situación sea la misma. Lo de tu padre es algo muy viejo, algo del pasado. A fin de cuentas, Caroline Carter se marchó de la isla hace décadas... Por cierto, ¿qué has estado haciendo todos estos años, Zac?

Zac: Ya te lo he dicho. Trabajando de asesor.

Ness: ¿Para quién?

Zac: Para gente que no te sonaría de nada.

Ness: Cuéntamelo de todas formas. -Zac arqueó una ceja-. Dime al menos de qué tipo de trabajo se trata... ¿Tiene que ver con el Derecho?

Zac: Más o menos.

Ness: ¿Estás intentando incitar mi curiosidad, Zac? ¿O me estás mostrando esa parte dura de ti que procuras ocultar bajo una fachada elegante y educada?

Sus miradas se encontraron entonces y solo se apartaron cuando el ruido que había a su alrededor cesó por completo.

Sam se acababa de subir a una mesa y había pedido la atención de los allí reunidos. Sin embargo, Zac apenas prestó atención a las informaciones de su amigo, que despertaban amargas quejas entre los presentes; estaba más ocupado pensando en lo que había dicho Vanessa.

De haberse tratado de otra persona, no le habría dado importancia, pero se trataba de ella.

Cuando Sam dejó de hablar, Vanessa dijo:

Ness: No sé si podré vivir sin electricidad.

Zac: Bueno, yo puedo hacerlo perfectamente -comentó-.

La curiosidad de Vanessa por Zac todavía no había encontrado las respuestas que necesitaba cuando fue a buscar a su sobrina y regresaron a la casa de la playa, aquella noche.

Zac no las acompañó y Vanessa intentó convencerse de que lo prefería así. Encendió unas cuantas velas y calentó agua en el hornillo; aunque tuviera que pasarse varias horas calentando agua, estaba decidida a lograr que Aly se bañara.

Pero el gas del hornillo se gastó pronto, y aunque la joven pudo bañarse, ella no tuvo tanta suerte.

Minutos más tarde, Aly apareció en la cocina. Se sentó y dijo:

Aly: La vela del cuarto de baño ya se ha consumido.

Ness: Zac dijo que traerá más velas cuando venga a darte las pilas para tu reproductor de CD.

Zac había desaparecido tras la charla de Sam en el centro social, sin dar más explicaciones que comentar que llevaría suministros más tarde.

Aly: Bueno, eso será si quedan pilas. La gente lo está gastando todo rápidamente -comentó-.

Ness: Sobre las pilas no puedo hacer nada, pero por las velas no te preocupes. Si es necesario, utilizaremos las que tenemos guardadas en la tienda. Seguro que cuando viniste a la isla no pensaste que acabarías viviendo de este modo...

Aly: Que no tengamos electricidad no significa que arda en deseos de regresar a mi casa -advirtió-.

Ness: Sea como sea, la guardia costera volverá mañana o pasado. El sheriff me ha dicho que puede arreglarlo para que os lleven a Zac y a ti al continente. Creo que deberías ir.

Aly: Está bien. Iré al continente.

Vanessa entrecerró los ojos, con desconfianza.

Ness: Sí, claro. Ir al continente no significa que tengas intención de volver a casa, ¿verdad? -Aly no contestó. Vanessa se acomodó junto a su sobrina e intentó encontrar algo que decir, algo que pudiera convencerla-. Aly, quiero que sepas que no hay nada que no puedas contarme a mí. Tal vez, si confiaras...

Aly se levantó.

Aly: Me voy a la cama.

Ness: Está bien... Buenas noches.

La chica se marchó a su habitación y cerró la puerta. Vanessa se acercó al teléfono y descolgó el auricular, aunque sabía que todavía no habían arreglado la línea.

Aunque estaba acostumbrada a la tranquilidad, el silencio de la casa le resultó excesivo. De modo que decidió ocupar su tiempo en algo útil.

Tomó una toalla, un albornoz y un frasco del champú que preparaban en su tienda y se dirigió a la playa; una vez allí, encendió un fuego y puso un caldero con agua a calentar.

Después, lo dejó y volvió a entrar en la casa para asegurarse de que su sobrina estaba bien. Llamó a la puerta de su dormitorio, pero al no obtener respuesta decidió pasar. Suponía que se habría quedado dormida y así era; estaba tumbada en la cama.

Temiendo que pudiera enfriarse, avanzó con mucho cuidado y la cubrió con una manta. Luego regresó a la playa y comenzó a desnudarse para lavarse allí mismo. De no haber hecho tanto frío, se habría quitado toda la ropa; pero en tales circunstancias le pareció poco conveniente.

Por supuesto, no tenía miedo de que la vieran.

Nadie vivía en las cercanías y por otra parte, no se veía nada salvo las estrellas y la luna. Lamentablemente, se quedó helada en el proceso y ya había empezado a temblar cuando terminó de secarse el pelo.

Recogió todas sus cosas y dejó la hoguera encendida para que se apagara sola. Después, regresó hacia la casa y se llevó un buen susto al distinguir un brillo de color rojo.

Ness: Zac, ¿eres tú?

Zac: Siento haberte sobresaltado...

Zac estaba sentado en el muelle, fumando un cigarrillo. Automáticamente, Vanessa se preguntó cuánto tiempo llevaría allí y cuánto tiempo habría estado observándola.

Sin embargo, se dijo que no tenía importancia. La hoguera estaba a cierta distancia del muelle y seguramente no habría visto nada. O tal vez sí. En realidad, su problema era otro: había decidido hacer algo tan extraño como lavarse medio desnuda en la playa, a pesar del frío, porque en el fondo deseaba que Zac la viera.

Zac: ¿Vanessa? -preguntó al notar su gesto de preocupación-. ¿Te encuentras bien?




Qué indecente. Deseaba que Zac la viera desnuda XD XD. Todo a su tiempo.
Gracias por los comentarios. Seguid así.

Me alegro de haberte ayudado Lau. Respecto a tu pregunta, entra en mi perfil y mira los blogs que sigo. Esos son los que conozco de historias de Zanessa.

Comentadme mucho para que publique antes de que me sea imposible debido a mi enfermedad v.v
Podéis decirme "exagerada" XD. Pero esto de estar resfriada es un asco ¬_¬

Bye!
Kisses!


2 comentarios:

Anónimo dijo...

recuperate pronto y as capi en tu otra no ve si

Unknown dijo...

ME ENCANTO.
SIN DUDA VANESSA SIGUE SINTIENDO LO MISMO POR ZAC DESDE QUE ERA CHICA. ME HA ENCANTADO EL CAPITULO, Y VANESSA QUIERE QUE ZAC LA VEA? ME MUERO, GENIAL.

SI TE ENTIENDO, ESTAR RESFRIADA ES UN ASCO.. Y MAS CUANDO EL RESFRIO NO TE DEJA DORMIR, ESO ES LO PEOR.

SUBE PRONTO.

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