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viernes, 25 de enero de 2013

Capítulo 2


Así que a la noche siguiente Vanessa entraba del brazo del marido de su mejor amiga en el club Fun & Games. Vestida para matar con un vestido de seda negro, ceñido, sin tirantes y con una vertiginosa abertura lateral.

Ness: ¿Has pensado en alguien especial para mí esta noche? -le preguntó a Scott en voz alta, para hacerse oír por encima de la música-.

Scott: De hecho, puse tu foto en la pared del cuarto de baño con una nota que decía que estarías aquí esta noche. Así podrían venir ellos a ti directamente.

Ness: No es gracioso -dijo pellizcando a Scott en el brazo-. ¿Por qué se celebra la fiesta aquí?

Scott: Es uno de nuestros clubes. Una idea de David. Celebramos este tipo de eventos en clubes de nuestra propiedad que disponen de salas de conferencias y así sacamos doble beneficio.

Ness: Ingenioso. Es una pena que el holding de empresas Efron organice todos estos eventos de forma interna. Podría hacer maravillas con el presupuesto que debéis tener disponible. ¿Vendrá tu jefe esta noche?

Scott: ¿David? Lo siento, Vanessa, puedes tacharlo de tu lista. Lleva varios años dirigiendo las operaciones internacionales desde Nueva Orleáns.

Ness: Apuesto a que él sí que es alto, rubio y guapo -dijo poniendo pucheros, lo que hizo que Scott sonriera-.

Lo más probable era que su jefe fuera un hombre casado, adicto al trabajo, padre de tres hijos llorones, con una gran barriga y la tensión alta. La tomó de la mano y la condujo entre la marea de gente hacia la sala de conferencias situada en el fondo del club. En aquella sala, la música ensordecedora se vio sustituida por un murmullo ahogado de alegres voces que llegaban de la zona de baile tras las paredes insonorizadas.

Vanessa se excusó varias veces hasta llegar a su asiento. Era muy excitante estar rodeada de tantos hombres jóvenes vestidos de gala para la ocasión. Se sentó y miró a Scott. Iba a preguntarle qué había allí en el centro de la sala tras las cortinas de terciopelo pero no llegó a hacerlo. En ese momento, las cortinas empezaron a levantarse lentamente y ante sus ojos apareció... ¡un ring de boxeo!

Scott hablaba con un par de colegas sentados en la fila de delante. A todos les brillaban los ojos de la emoción. Vanessa le tiró de la manga.

Ness: Ahí delante hay un ring de boxeo.

Scott: Sí, y ahí es donde los boxeadores pelean en vez de hacerlo entre el público.

Ness: Pero yo pensé que... pensé que era una reunión de negocios. Pensé que nos sentaríamos, cenaríamos y me presentarías a alguno de tus apuestos y elegantes colegas.

Scott: Bueno, estamos sentados. Estamos comiendo -dijo con la boca llena de nueces que había tomado de una bandeja en un descuido del camarero-. Y éstos son Mark y Jeremy.

Los hombres de mediana edad sentados en la fila de delante sonrieron educadamente.

A Scott dejaron de brillarle los ojos cuando Vanessa lo tomó por las solapas del esmoquin y le dijo apretando los dientes:

Ness: Pero esto no es lo que tenía en mente.

Scott: Relájate y disfruta.

Vanessa alzó las cejas, frunció los labios y cruzó los brazos en señal de lo mucho que estaba disfrutando de la velada.

Ness: Me sorprende que una empresa como Efron Holdings fomente algo tan primitivo y políticamente incorrecto.

Scott: Todo el personal de Efron, desde los directivos a los administrativos, se reúnen en clubes como éste y pasan veladas como ésta. Al ver lo que estos hombres tienen que hacer para ganarse la vida parece que las pequeñas peleillas surgidas en la oficina no tienen ninguna importancia. Y tú mejor que nadie deberías saber que si un truco funciona no hay que renunciar a él.

Ness: No es solo un truco, Scott, anima a la gente a usar sus puños para solucionar sus diferencias. ¿Quién tuvo esta idea?

Scott: David, por supuesto -replicó con una sonrisa-. Siempre inspirado.

Ness: Pues a mí me parece un matón -murmuró-.

Scott: Hace diez minutos pensabas que era un hombre ingenioso.

Ness: Hace diez minutos estaba equivocada.

Vanessa se alegró de que el jefe de Scott no estuviera allí. De haber sido así le habría dicho lo que pensaba de aquella velada, tuviera o no la tensión alta.

El ruido del público aumentó cuando el presentador vestido de gala saltó al ring y un micrófono descendió hasta él. La multitud se puso en pie y Vanessa con ellos aunque salió huyendo de allí.

Una vez en el aseo de señoras se sentó en una otomana de terciopelo rosa. Tenía los ojos cerrados mientras pensaba en la forma de vengarse de Scott cuando de pronto se abrió la puerta. Abrió los ojos con la esperanza de que fuera otra mujer que pensara lo mismo de aquella salvajada pero la persona que estaba frente a ella era lo menos femenino que había visto nunca.

Un hombre de casi metro ochenta de alto vestido con un esmoquin que cubría un atlético cuerpo. El pelo perfectamente arreglado y el precioso rostro la cegaron por un instante evitando que recordara que había visto antes a ese hombre. ¡Era el mismo bruto con quien había tropezado en la calle el día anterior!

Todos sus sentidos se pusieron alerta. Aquel hombre irradiaba carisma, confianza en sí mismo y una férrea compostura. Una combinación brutal de atributos que habrían hecho temblar a cualquier mujer. Pero Vanessa no era cualquier mujer. Vanessa tenía una teoría infalible y Vanessa tenía a Scott para mantenerla informada de ese tipo. Solo que Scott no estaba allí para ayudarla.

Ness: Disculpe pero éste es el lavabo de señoras -dijo sujetando el bolso delante del pecho a modo de escudo-.

**: En realidad no lo es -dijo al tiempo que señalaba unas puertas en el otro extremo de la habitación que Vanessa ni siquiera había visto-. Por ahí se va a los lavabos. Esta es una sala común.

Ness: Ah -dijo-.

«Está bien. Se marchará hacia el lavabo de caballeros y echaré a correr».

Pero no se movió. Tras unos incómodos segundos Vanessa miró hacia él y vio que se había apoyado contra la pared y la estaba mirando. Observaba con un gesto divertido en la mirada su peinado perfecto, su rostro, ruborizado bajo el efecto de la intensa mirada, su cuello y sus hombros y Vanessa deseó tener un chal para poder cubrirse.

Vanessa se dio cuenta entonces de que el análisis continuaba hacia sus piernas, visibles a través de la abertura del vestido. Solo unas finas medias de cristal las cubrían pero dejaban a la vista la rojez del arañazo que se había hecho el día anterior cuando se tropezó con él y cayó a la acera. Cambió de postura y trató de cubrirse la herida.

El gesto no pasó desapercibido para el hombre que sonrió con dulzura dejando a la vista unos dientes resplandecientes y unos hoyuelos inolvidables.

«Fuerza, Vanessa. Sé fuerte».

Lo único que esperaba era que aquella sonrisa no significara que la había reconocido.

Era ella. Tenía que serlo. Era la mujer del maletín y el fuerte carácter. Llevaba un atuendo tan diferente que habría sido difícil reconocerla pero el cabello oscuro y reluciente, los preciosos ojos marrones y la elegancia natural de sus movimientos habían pasado por su cabeza tantas veces en el día anterior que había empezado a creer que aquella mujer solo había sido una ilusión provocada por los efectos del jet lag.

Pero era real y menuda suerte el haberla encontrado en el lugar al que había ido buscando refugio envuelta en tan precioso papel de regalo.

Zac se acercó para presentarse. Pero entonces se detuvo. Ella también lo había reconocido; podía verlo en su cara y no parecía muy contenta.

Habían chocado más que conocerse, pero eso lo hacía más interesante. Sin embargo, en vez de reírse del incidente y empezar de nuevo, ella pretendía pasar desapercibida. Y a pesar de todos sus esfuerzos, aquella demostración de timidez la hacía relucir como una piedra preciosa entre los cojines aterciopelados.

Así es que tal vez no era el mejor momento para presentarse. Tal vez fuera mejor disfrutar con la confusión reinante y juguetear un poco más.

Zac: Me suena su cara, pero no sé de qué -dijo mirándola fijamente como si tratara de recordar-. ¿Trabaja en la empresa? -preguntó a continuación-.

Ness: No, afortunadamente no -contestó aliviada-.

Zac: ¿Tiene algo en contra de Efron?

Ness: Digamos que no soy una gran aficionada al boxeo y la cerveza -dijo encogiendo los hombros-.

El hombre no respondió sino que permaneció allí en silencio y aparentemente contento. Por el contrario, Vanessa empezó a sentir calambres en la pierna izquierda y los oídos comenzaron a zumbarle con cada latido del corazón.

Zac: ¿Piensa quedarse aquí toda la noche? -preguntó finalmente-.

Ness: Realmente no lo había pensado. He venido con alguien y necesito que me lleve a casa -contestó con los ojos alertas pero desviando disimuladamente la cara-.

Zac: Puedo pedir un taxi, si quiere.

Ness: No, gracias.

«Y ahora vete de aquí».

Zac: Lo menos que puedo hacer es decirle a su acompañante que está aquí. Estoy seguro de que no le gustará estar lejos de usted mucho tiempo -y volvió a sonreír-.

Vanessa sintió como si un ejército de mariposas revolotearan por su estómago. Pensó que no era justo para ella que aquel hombre contara con aquellas sonrisas debilitadoras en su arsenal. Estaba claro que si él no se iba tendría que hacerlo ella.

Ness: Tal vez debería tomar ese taxi. Que Scott se preocupe. Se lo merece.

Zac: ¿Scott?

Ness: He venido con Scott Tisdale. Uno de los directivos.

A Vanessa le sorprendió que la actitud del hombre se enfriara de pronto pero entonces recordó por lo que había ido allí esa noche con el marido de su amiga y su teoría sobre los hombres por los que se sentía atraída en los eventos sociales que organizaba.

El hombre ya no era un enigma, allí de pie con aquella actitud fría y elegante. Llevaba puesta su personalidad de fiesta, había estado representando un papel, igual que todos. Era muy guapo y podría atolondrar a cualquier mujer con tan solo una sonrisa, y ella casi había caído en la trampa.

El tañido de una campana al otro lado de la puerta seguido de la ovación del público la sacaron de sus pensamientos. Pensó en la pelea que estaría teniendo lugar.

Él la miró un momento y finalmente asintió antes de regresar a la sala del ring.

Vanessa pensaba que, de no haber sido por el comportamiento altamente grosero de aquel hombre en la calle el día anterior, ella no estaría en ese momento allí sentada, engalanada, hambrienta y sola.

Sonrió para sí sintiéndose un poco mejor al comprobar que aquel hombre seguía pareciéndole un grosero.




¡Ay va! :S
No han empezado muy bien que digamos...
Pero no os preocupéis, irán de mal en peor XD

Por otra parte. Nata, gracias por comentar y por entrar a Blooger por mi. Se agradece el detalle ^_^

Lucia, en la otra nove publicaré lo más pronto que pueda. Ya tengo una idea de lo que quiero escribir, ya tengo el capi empezado y ya todo es ponerse a escribir.

Lau B., eres demasiado lista. Si ya sabes que Zac es con quien se casa, ¿qué gracia tiene seguir leyendo? XD. Pero bueno, supongo que habría que ser muy tonto para no imaginarse como acabará cualquiera de las historias que publico aquí XD. Y sí, esta es la nove con la que dije que me reí mucho. Si ya os reísteis en el capítulo 1, esperad a leer los siguientes. Hay uno en especial que es para partirse. No lo sé, pero creo que es el siguiente. Ahí os dejo con la intriga. Y por último, la nove tiene 18 capítulos.

¡Gracias por los coments del capi anterior!
A ver si en este comentáis mucho también.
Bye!
Kisses!


4 comentarios:

Unknown dijo...

ME ENCAAAAAAANTO.


ZAC ES UN POCO.. A VER COMO DECIRLO? MEDIO BUENO.. ESTE..BUENO NO SE, TENDRIA QUE SER MAS ABIERTO A LAS PERSONAS, NO TAN SECO.
Y VANESSA.. VANESSA, ESTA LOCAAA! JAJAA PERO ME GUSTA.
ESPERO QUE SUBAS PRONTO.

Lau B. dijo...

Un momento porfavor... algo no me cuadra...
Vanessa sintio mariposas en el estomago y luego dice que sigue pareciendole un grosero...
para mi que desde ya comenzo a negar sus sentimiento, los mismos testarudos de siempre XD
please publica pronto!!
esta novela me gusta desde YA
Bye
Lau B.

Lau B. dijo...

PD: aun no encuentro la caracteristica que amo de este Zac sin embargo apensas esta comenzando y no lo han mostrado mucho! por eso te pido que publiques pronto!!
Xx

AnGy dijo...

ayyyy que buena que esta XD me encanta
sorry por no comentar antes (yo se... soy muyy mala)
pero claro que siempre la leo me encantan todas las noves que publicas y no me pierdo ningun capitulo...asi que amix siguelaaaaaa pronto...
ahh y gracias por tus comentarios en mi nove

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