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jueves, 28 de mayo de 2020

Capítulo 4


Vanessa estaba repasando la reunión de trabajo de la mañana armada con la BlackBerry y el portátil, sentada a la gran mesa redonda de lo que había sido la antigua biblioteca de su casa y que ahora servía de sala de reuniones para Votos.

Las paredes llenas de libros y el embriagador aroma del cuero permanecían intactos, y en las frescas mañanas de otoño o en la frialdad del invierno el fuego crepitaba en la chimenea, como siempre había sido desde que Vanessa tenía uso de razón. Las lámparas que iluminaban con calidez los cómodos sofás habían pertenecido a su abuela. Las alfombras, un poco descoloridas y raídas por el tiempo y el uso, se remontaban a una generación. Varios artículos sobre Votos y las mujeres que dirigían la empresa adornaban las paredes enmarcados con gran sentido artístico, entre vitrina y vitrina.

Sobre una mesa alargada relucía el juego de café de plata de su madre y, debajo, encajada tras unas portezuelas antiguas, se ocultaba una nevera de oficina con agua y refrescos.

A su entender, la habitación resumía la mezcla de tradición y empresa que era esencial para sus objetivos personales y para su negocio.

Revisó la agenda del día: las citas de la mañana, la fiesta de la tarde para entregar los regalos a la novia y, por la noche, el ensayo del acto del viernes. Su teléfono sonó en el momento en que Miley entraba con una cesta de magdalenas.

Miley: Brittany viene ahora mismo. Ashley dice que no tardará.

Vanessa asintió.

Ness: La novia del viernes por la noche. ¡Buenos días, Cecily! ¿Lista para el gran día?

Volvió a asentir cuando Miley sostuvo la cafetera sobre su taza.

Ness: Ajá. Qué bonito... Sí, eso lo podemos hacer. Sí, claro que sí.

Vanessa escuchaba, tan solo torció un poco el gesto.

Ness: Creo que es un gran detalle por parte de Marcus y de ti. Estoy segura de que sí. Escucha, estaba pensando... Te lo digo tal como se me acaba de ocurrir. Me pregunto, teniendo en cuenta que habrá el pastel de boda y el pastel del novio, si no será excesivo presentar un tercer pastel. No sería tan especial como a ti te gustaría. ¿Qué te parecería un pastelito tipo magdalena bien decorado? En forma de corazón, con un glaseado muy elaborado y con sus nombres. Lo pondríamos en la mesa presidencial, justo delante de ellos. Exclusivamente para ellos.

Vanessa siguió escuchando y empezó a entrar datos en su portátil con una sola mano.

Ness: Déjalo de mi cuenta. Sabes que Brittany lo hará de maravilla, y que será muy especial.

Vanessa esbozó una sonrisa cuando Brittany entró y entornó los ojos al oír la frase.

Ness: ¿Cuál es la flor preferida de tu hermana? La dalia. Preciosa. Ah, claro que sí, si él quiere. Estoy a su disposición si puede llegar un poco antes esta noche. Sí, nosotras también estamos contentísimas. Ni una palabra, te lo prometo. Hasta esta noche.

Britt: ¿Qué es eso tan especial y precioso que tendré que hacer?

Ness: Un pastelito tipo magdalena. Uno solo -levantó un dedo-. En forma de corazón, quizá un poco más grande de lo normal para impactar. Puede que glaseado con el dibujo de unas dalias y con los nombres de Griff y Jaci, el hermano del novio y la hermana de la novia del viernes por la noche, que también son el padrino y la DDH. Llevan saliendo juntos desde hace seis meses. Él va a declararse el día de la boda, para redondear el brindis que dedique a los novios.

Miley: ¿Por qué va a hacer algo así?

Ness: No lo sé, porque está locamente enamorado, porque quiere vincular lo que siente por ella con lo que su hermano siente por la hermana de ella. Primero lo ha consultado con los novios, y a ellos les encanta la idea. Están que lloran de alegría. Además -añadió mirando con dureza a Brittany-, ella quería otro pastel. Pero la he convencido de que la magdalena es lo mejor, o sea que me debes una.

Ash: ¿Me he perdido algo? -preguntó entrando como una exhalación-. No llego tarde.

Miley: Sí llegas tarde -puntualizó-, y lo que te has perdido es que se respira amor por todas partes.

Ash: Ah, bueno, en cualquier caso, eso también se respira aquí.

Ness: Más trabajo. Pondré al día a Ashley -resumió la llamada de teléfono y el encargo resultante-.

Como esperaba, a Ashley se le humedecieron los ojos.

Ash: Qué encanto...

Britt: No será tan encantador si ella le dice que no.

Ash: No se lo dirá -se quedó helada-. Ay, ¿y si lo hace?

Ness: Fijémonos bien en los dos esta noche -propuso-. A ver qué sensación nos dan. Si tenemos dudas, inventaremos un plan B. ¿Qué más? El acto de esta tarde. La fiesta para dar los regalos a la novia, con las invitadas que llegan a las dos.

Britt: Elegancia y champán. Así se llama el pastel, porque esto es lo que pidieron las estiradas de la DDH y la anfitriona de la fiesta para ambientar. Tenemos un pastel de boda a pequeña escala con notas de champán y un surtido de galletas, pastelitos y bombones. El catering suministra la comida de las chicas, el champán, el café y el té. Los regalitos para la fiesta incluyen unos bombones en cajas blancas de papel charol con unas cintas plateadas que llevan un monograma y una horquilla de brillantitos para el pelo.

Ash: He preparado las rosas blancas, como acordamos -dijo dando un sorbo a su café-. Unos ramos individuales y modernos en jarrones negros para cada mesa. Tink está terminando la arcada y la pérgola como hablamos. Haremos unos arreglos con rosas blancas en las urnas del porche, y también en las terrazas.

Ness: Las invitadas vendrán vestidas de blanco -recordó a sus socias-. Nosotras iremos de negro, como todos los ayudantes y el trío de cuerda que tocará durante la parte del picoteo y la charla. La previsión del tiempo dice que hará sol, soplarán vientos suaves y la temperatura máxima será de 22 grados. Así que podremos celebrar el acto fuera como esperábamos. La mesa de los regalos irá debajo de la pérgola. A las tres colocaremos la silla de la novia, y a las tres y cuarto se empezarán a abrir los regalos. Yo me encargaré de ir anotando de quiénes son. Antes de las cuatro y cuarto llevaremos los regalos a la limusina. Y a las cuatro cuarenta y cinco, las despediremos. ¿Miley?

Miley: La DDH quiere instantáneas, pero lo que en realidad quiere son posados muy estudiados en los que todas, sobre todo ella, salgan fabulosas, felices, naturales y con cinco kilos menos. Quiere una foto de la novia con cada uno de los regalos y con cada una de las invitadas. Por mi parte, todo bajo control.

Ness: Los participantes de la boda Mason-Easterbay deberían llegar a las cinco treinta para ensayar. Tienen reserva en Carlotta's a las siete treinta, o sea que tendrán que marcharse antes de las siete. ¿Algún problema? -Tras la negativa de sus socias, cambió de tema-. ¿Alguna pregunta, algún problema o comentario, alguna apreciación sarcástica sobre el acto?

Britt: Si hubiera sabido que podía colar apreciaciones sarcásticas, me habría preparado alguna.

Ness: Bien, vamos a lo de hoy. Puede que necesite que alguna de vosotras me acompañe al taller para recoger el coche. También puedo pedir un taxi si todas estáis ocupadas. La señora Efron me llamará esta mañana y con suerte me dará hora. Lo que sí tengo es una cita aquí a las diez -aguardó unos segundos-. Con la hermana de Liam, Diane.

Miley: ¿Y de qué irá la cita?

Ness: De que es una bruja. Lo siento, no debería llamar bruja a tu futura cuñada. Y menos delante de ti.

Miley: No pasa nada. Bruja, lo es. La clásica pasivo-agresiva que hace que me entren ganas de darle una patada en el culo. A menudo.

Ash: Las cosas nunca son de color de rosa para Diane.

Su familia y los Hemsworth eran amigos desde hacía años.

Britt: ¿Por qué dices que se está comportando como una bruja?

Ness: Ha dado un disgusto a Sherry. No quiere participar en la boda porque dice que es demasiado lío, demasiados problemas.

Miley: Se ha vuelto más cascarrabias todavía con lo de la boda -asintió encogiéndose de hombros-. Me ha soltado alguna que otra sandez sobre eso, y sobre mi boda también. ¿A quién le va a gustar algo así en su cortejo nupcial? Por muy hermana suya que sea.

Ness: Ahora dice que no vendrá a la cena de ensayo. No quiere formar parte del cortejo, no quiere buscar una canguro y tampoco quiere venir con los niños y ocuparse de ellos. Yo le diría, muy bien, no vengas, pero Sherry quiere que esté aquí -sus ojos relucieron-. Y aquí estará.

Britt: Dale una patada en el culo, campeona.

Vanessa sonrió a Brittany.

Ness: Cuenta con ello. Y cuando lo haya hecho, podré arrimar el hombro en lo que queráis hasta que tenga que ir a recoger el coche.

Britt: A lo mejor te vuelven a dar besitos.

Ness: Brittany.

Britt: ¿Qué? ¿Crees que iba a callarme algo así? -sonrió mientras Miley y Ashley exigían detalles-. Zachary Efron, en el vestíbulo, un beso picante.

Miley: Vaya, vaya... -arqueó las cejas-.

Ness: Nada de «vaya, vaya...». -Con ganas de cambiar de tema, empleó su tono de indiferencia despectiva-. Zachary quería presumir.

Britt: Lo hace muy bien. El calentón llegó hasta mí y eso que yo estaba a cinco metros.

Ash: ¿Vais a salir?

Ness: Si te refieres a si voy a salir en un momento dado para ir a recoger mi coche, sí.

Ash: Venga ya. ¿Vas a salir con él, saldréis juntos? -precisó-.

Ness: No, solo fue... Se portó como un imbécil y ya está.

Ash: Tú fuiste la primera en darle un beso -movió un dedo-. El Cuatro de Julio.

Ness: Estaba enfadada con Drew y fue un error. Eso no significa...

Se interrumpió al oír que sonaba el teléfono.

Miley: Salvada por la BlackBerry.

Ness: Hola, Buffy.

Aprovechando la circunstancia, Vanessa se levantó y salió de la habitación para hablar.

Britt: Se tienen ganas. Los dos -se cruzó de brazos-. Y no me equivoco.

Ash: Él la mira. No me sonrías con ese sarcasmo -dijo señalando a Miley-. Él la mira, y mucho, y ella intenta no mirarlo. Yo diría que se tienen ganas, seguro.

Britt: Él tiene ese no sé qué a lo James Dean.

Miley: ¿El de la marca de salchichas? ¿El cantante country? -preguntó frunciendo el ceño a Brittany-.

Britt: No, por Dios, Miley -alzó los ojos al cielo-. Ese era Jimmy Dean. Me refiero a James. Al chico malo, el rebelde.

Ash: Me gusta que le haga perder los papeles -decidió-. Nuestra Vanessa no pierde los papeles fácilmente, y ese rasgo la hace muy nuestra, pero a mí me gusta ver lo contrario.

Britt: Ese tío no es un frívolo, y eso, a mi modo de ver, le hace subir puntos -se encogió de hombros y se levantó-. Veremos qué pasa, si es que pasa algo. Mientras tanto el deber nos llama. -Se detuvo en el umbral-. Eh, ¿sabéis lo que dijo Vanessa después del beso picante?

Miley: ¿Qué?

Britt: Nada de nada.


Quizá a Vanessa no se le había ocurrido decir nada en ese momento, pero tenía muchas cosas que decir a la hermana mayor de Liam.

Salió a recibir en persona a Diane con las manos extendidas y una sonrisa radiante.

Ness: ¡Di, qué alegría verte! Muchísimas gracias por haber encontrado un momento para venir. ¿Cómo están los niños? -añadió invitándola a pasar-.

Diane: Están bien.

Ness: Miley me ha contado que desde hace poco tienen un cachorro.

Vanessa le pasó el brazo deliberadamente por los hombros, como un par de amigas que hablan de sus cosas, y la condujo hacia la sala de estar.

Diane: Mi padre consiguió convencerme. Claro que no es él quien tiene que ocuparse del trabajo.

Ness: ¡Siempre pasa igual! -exclamó alegremente-. Conozco una adiestradora excelente si estás buscando ayuda. Es fantástica, y las clases para los cachorros las da con los niños, para que se impliquen. ¿Te apetece un café?

Diane: Estoy dejando la cafeína.

Ness: Yo también tomo demasiada. Tenemos un té verde buenísimo. Liam me ha dicho que es tu favorito.

Diane, con un cambio de ritmo en el paso, se quedó mirándola y parpadeó.

Diane: ¿Liam te ha dicho eso?

Ness: ¿Verdad que es sorprendente que nuestros hermanos se fijen tanto, que recuerden tantas cosas? Sentémonos. Estás fabulosa, Diane. ¿Cómo te las arreglas?

Azorada, Diane se echó hacia atrás la melena de pelo castaño. Era una mujer atractiva, pero en general afeaba su aspecto con una expresión de disgusto.

Diane: Me apunté a unas clases de yoga hace un par de meses, pero hay tantas cosas absurdas que yo...

Ness: ¡Ah, me encanta el yoga! -Deshaciéndose en sonrisas, sirvió el té. No por casualidad había elegido el Doulton, uno de los mejores juegos de té de su abuela. Sabía que Diane se fijaba en esos detalles y los valoraba mucho-. Con tan solo una sesión de quince minutos consigo quitarme la tensión de la jornada. Me alegro de que te tomes un poco de tiempo para ti. Con tu trabajo, tu familia, tantas obligaciones... necesitas que los días tengan veinticinco horas. Francamente, no sé cómo lo haces, y encima yo te añado unas horas más pidiendo que vengas a hablar conmigo.

Diane: Supongo que sobre la boda de Sherry y, la verdad, no entiendo qué tiene que ver eso conmigo.

Ness: ¿No te parece increíble lo poco que falta? -Sin dar su brazo a torcer, tomó un sorbo de té-. Antes de que nos demos cuenta, llegará la de Liam y Miley. -Volvió a tomar a Diane de la mano-. Eso nos convierte en familia. Y eso mismo ha hecho que se me encendiera una lucecita y se me ocurriera una idea.

Diane: ¿Qué idea?

Ness: Voy a empezar por el principio, y porque todo el mérito es de Miley. Ya sabes que lo que Sherry desea en su boda es divertirse. Quiere que ese día sea divertido, con los amigos y la familia, una fiesta. Tengo que decirte, Di, que muchas novias se obsesionan con los pequeños detalles, las insignificancias. Y por supuesto, a esto es a lo que nos dedicamos nosotras. Forma parte de nuestros servicios. Sin embargo, trabajar con tu hermana es muy estimulante, es una mujer que sabe ver las cosas en perspectiva. Ella os ve a todos, a tus padres, a ti...

Diane: ¿A mí?

Ness: A ti, a Sam y a los niños. Lo que habéis construido, la vida, la familia, la continuidad. No es fácil crear todo eso, como sabes bien, y ella se fija mucho en lo que tú has conseguido. Todo empieza con la boda, la celebración de esos primeros pasos. Tú eres su hermana mayor. Diste esos pasos antes que ella y la has ayudado a mostrarle el camino. Has tenido una influencia enorme para ella.

Diane soltó un bufido.

Diane: Sherry nunca escucha nada de lo que le digo.

Ness: Mira, creo que las personas que dejan huella y nos influencian a menudo no suelen darse cuenta de eso. Precisamente el otro día... -se interrumpió y sacudió la cabeza-. No quiero traicionar una confidencia, pero como seremos de la familia... Sherry me dijo el otro día lo importante que eres para ella, lo mucho que significas para ella. Supongo que es más fácil decirle eso a alguien de fuera, ¿no?

De nuevo la mirada fija, el parpadeo.

Diane: ¿Ella dijo eso?

Ness: Sí, y eso hizo que me diera cuenta... ya vuelvo a pasarme de la raya. -Con una carcajada espontánea, hizo aspavientos como para alejar una idea de su mente-. Es idea de Miley. Ha reunido unas fotografías de Sherry, de tu familia, de Nick y de la familia de Nick. Fotos antiguas, pero también recientes. Una especie de retrospectiva cronológica. Miley tiene mucho talento. Sé que soy partidista, pero tengo que decir que el CD que ha creado es maravilloso. Dulce, divertido, encantador, ingenioso. La idea es pasarlo durante la cena de ensayo.

Diane: Ah, yo no voy a...

Ness: Lo que falta -la interrumpió- es una narradora. Una maestra de ceremonias, si quieres. Alguien que haya estado presente desde el principio. Tus padres no, porque también va a ser una sorpresa para ellos, y Miley ha incluido una foto de su boda para abrir el pase. Primero pensé en Liam, porque es profesor, además de su hermano, y está acostumbrado a hablar en público, pero cuando lo comenté con Sherry me di cuenta de que no. Esto es cosa de hermanas. Es importante que lo haga una hermana. Después de todo, ¿quién aparte de ti va a tener una imagen más personal, ajustada e íntima de Sherry, de tu familia, de Nick y de la familia de Nick? Por favor, di que lo harás -volvió a alargar la mano buscando el contacto, convirtiéndolo en algo personal-. Sé que es mucho pedir, y en un plazo tan corto, pero las cosas se han presentado a la vez. Te necesitamos, de verdad.

Diane: ¿Quieres que yo... comente las fotos?

Ness: No es que lo quiera, es que lo necesito. Y no se trata de comentar unas fotos. Esto es un viaje, Diane. De Sherry y de Nick, claro, pero también de todos vosotros. La familia es esencial para ambos. Durante estos últimos meses he podido conocerlos y me he dado cuenta de eso. Será el punto fuerte de la velada. Liam ha hecho el borrador del guión y espera que digas que sí y colabores con él en los retoques.

Diane: Liam quiere que yo...

Diane enmudeció, completamente asombrada.

Ness: Oh, ya sé que estás atareadísima y que es pedir mucho. Pero yo te ayudaré en cuanto pueda, en todo lo que quieras o necesites. Aunque, francamente, no creo que necesites ayuda. Cualquiera que sepa sacar adelante una familia como lo haces tú en mi opinión es capaz de sacar adelante lo que se proponga.

Diane: Podría hacerlo, pero antes de comprometerme tendría que ver el CD y lo que ha escrito Liam.

Vanessa cogió un dossier de la mesa.

Ness: Resulta que aquí mismo tengo una copia de ambas cosas. El CD dura unos doce minutos. ¿Tienes tiempo de verlo ahora?

Diane: Supongo… que sí.

Ness: Perfecto. Voy a buscar mi portátil.

Veintiséis minutos después Vanessa devolvía el carrito del té a la cocina.

Grady: Por las plumas de canario que te asoman por los labios veo que la has cazado.

La señora Grady dejó en la cocina la cesta de tomates cherry que acababa de recoger de su huerto.

Ness: Primero fue como picar piedra y luego me dediqué a ir sacando los pedruscos. No solo asistirá al ensayo y a la cena de ensayo, sino que será la maestra de ceremonias y presentará el CD de Miley y Liam. Bendito sea Liam por haber aceptado retirarse como maestro de ceremonias... sobre todo teniendo en cuenta que había sido idea tanto de él como de Miley.

Grady: Es un buen chico. Y su hermana mayor siempre ha sido una pelmaza.

Ness: Bueno, es atractiva, pero le falta la vivacidad y la confianza natural de Sherry. Es lista, pero no tiene la brillantez innata de Liam, y ni por asomo su dulzura. Nació en primer lugar, pero no siempre ha sido la primera en otros campos, creo. Y eso duele. Lo único que he tenido que hacer ha sido implicarla en la boda de Sherry -se encogió de hombros-. Y decirle unas cuantas verdades. Su familia la quiere. Diane es importante para ellos. Hay gente que necesita oír eso, muchas veces.

Grady: Apuesto a que le debió de gustar que se lo dijeras tú. «Vanessa Hudgens necesita mi ayuda.»

Vanessa volvió a encogerse de hombros.

Ness: Si eso funciona... La novia conseguirá lo que quiere y merece. -Consultó su reloj-. Y además voy bien de tiempo.

Echó una mano en la decoración del acto, pasó revista a los progresos de Brittany, habló con los del catering cuando llegaron y con los aparcacoches también.

Salió a la terraza para dar un último vistazo mientras Miley sacaba unas fotos del montaje y pensó: elegancia y champán por todas partes.

Personalmente no habría elegido algo así para la fiesta en la que se entregaban los regalos a la novia (y como estaba planificando otras tres para sus amigas, tenía muchas ideas al respecto), pero la escena tenía un aire art decó muy atractivo y elegante, y la exuberancia que le daban los increíbles arreglos florales de Ashley lo matizaba un poco.

Ness: Eso mismo estaba pensando yo. Me parece que la anfitriona y la novia estarán encantadas.

Miley: Gatsby total -dijo bajando la cámara-. Hoy te has marcado un tanto. Liam me ha enviado un mensaje. Su hermana quiere reunirse con él después de las clases para hablar del guión de la cena de ensayo. Buen trabajo.

Ness: Creo que ella también hará un buen trabajo. Lo digo en serio. Estaba muy contenta con el proyecto cuando se marchó.

Miley: ¿Diane, contenta? ¿Le echaste algo en el té?

Ness: Es un decir..., pero fue el CD el que obró el milagro. Se le humedecieron los ojos varias veces.

Miley arqueó las cejas.

Miley: Había infravalorado mi potencial. ¿Marcha todo bien ahí dentro?

Ness: Ashley está dando los últimos toques a las zonas de los invitados y Brittany ya ha terminado y está con los del catering. Yo iba a... -se ajustó los auriculares con un dedo-. Ahora mismo voy. La anfitriona acaba de llegar -dijo a Miley-. Iré a recibirla y la acompañaré.

Miley: Yo voy también, tomaré unas instantáneas de la llegada sin molestar.

Vanessa asintió y entró en la casa.

Ness: Ash, Brittany -dijo hablando por el micrófono-. Luz verde.

Al cabo de una hora Vanessa contemplaba a unas mujeres con unos elegantes trajes chaqueta de color blanco, unos vestidos blancos vaporosos y unos pantalones blancos de corte sastre circulando por la terraza. Bebían champán, charlaban, reían y picoteaban el sofisticado aperitivo que servían los camareros.

Miley se movía entre ellas captando instantes: la expresión de satisfacción de la futura novia echando hacia atrás la cabeza y riéndose, el abrazo afectuoso de unas amigas al saludarse o la dulzura de una nieta brindando con su abuela.

Le agradaba, como le había sucedido siempre, ser testigo de la felicidad, sentirla chispear en el aire como el champán, saber que lo que le había tocado en suerte podía ser un buen escenario para la alegría.

Le complacía pasar el día en compañía de mujeres, desempeñar un papel en la creación de una visión particular de ese ritual femenino.

A la hora estipulada se adelantó para pedir a las invitadas que se sentaran a almorzar y luego volvió a retirarse a un segundo plano. E hizo acopio de fuerzas al ver que la anfitriona se dirigía a ella con el rostro desencajado.

**: Olivia ha pedido juegos. Quiere juegos en su fiesta.

Que tú vetaste expresamente, recordó Vanessa, quien, sin embargo, sonrió.

Ness: Me encargaré de eso.

**: Ha pedido juegos y, por si fuera poco, premios. Por supuesto yo no había preparado...

Ness: No hay problema. Lo arreglaré durante el almuerzo. ¿Qué te parecerían tres? Creo que con eso basta. Diversión, juegos sencillos y bonitos premios para las ganadoras.

**: No quiero entregar nada hortera ni tonto. Quiero cosas que encajen con el ambiente.

Vaya..., pensó Vanessa, y pensar que iba a sacar los consoladores que brillan en la oscuridad...

Ness: Por supuesto. Déjamelo a mí. Todo estará arreglado después del almuerzo. Diviértete, por favor. No te preocupes por nada.

Vanessa aguardó a que la anfitriona hubiera vuelto con las demás.

Ness: Brittany, necesito que me releves fuera -dijo hablando por el micrófono-. La FN quiere juegos y premios. Necesito quince minutos para organizarlo.

Britt: Entendido.

Ness: Ashley, necesito que montes una mesita para los premios.

Ash: ¡Qué dices!

Ness: Sí, ya lo sé. Haz lo que puedas. Tienes cuarenta minutos.

Subió al trote la escalera trasera y se dirigió al cuarto de los regalos, un espacio pensado para envolver y guardar obsequios. En un pequeño armario almacenaba diversos obsequios etiquetados y a medio envolver. Los examinó, valoró los pros y los contras, y tras elegir tres los metió en unas bolsas de regalo troqueladas en blanco que luego envolvió en papel de seda negro. Abrió otro armario y tomó un montón de libretas de notas, lápices y material diverso.

Bajó como un relámpago, puso las bolsas y la caja de material sobre la mesa del comedor y, atravesando la cocina, entró en la vieja despensa para elegir una bandeja adecuada para la presentación.

Grady: ¿Qué estás buscando? -preguntó la señora Grady a su espalda-.

Ness: La FN quiere juegos, pero como la anfitriona los vetó en las fases de planificación... No me inclino por poner bolsas blancas sobre una bandeja blanca, y no tenemos una negra que vaya a juego. Estaba pensando en una de plata. O de cristal. Quizá mejor de cristal.

Grady: Prueba con las dos.

Ness: Buena idea. ¿Puede venir conmigo para darme su opinión?

La señora Grady la acompañó.

Grady: Ah, te han traído el coche.

Ness: ¿Traído, dónde?

Grady: Aquí.

Vanessa se detuvo y frunció el ceño.

Ness: ¿Mi coche está aquí?

Grady: Lo han entregado hará unos veinte minutos. Limpio y encerado. He dejado la factura encima de tu escritorio.

Ness: Oh, pero si yo no les pedí que me lo trajeran. Iba a...

Grady: Así te ahorras tiempo, ¿no?

Lo cual, en opinión de la señora Grady, convertía a Zachary Efron en un cliente muy sagaz.
Vanessa no dijo nada, pero siguió frunciendo el ceño mientras disponía las bolsas en la bandeja de plata.

Ness: Creo que la de cristal irá mejor. La plata viste demasiado, además Ashley podría esparcir unos pétalos de rosa blancos por encima, y con los jarroncitos negros... ¿Quién ha entregado el coche?

La señora Grady reprimió una sonrisa.

Grady: No entendí su nombre. Bueno, de ninguno de los dos, por¬que al que lo trajo lo seguía otro con una grúa.

Ness: Ah. Mmm... ¿La de cristal?

Grady: Diría que sí. Es elegante, pero más sutil que la de plata.

Ness: Sí, eso es lo que busco -dio un paso atrás-. Dejaré esto aquí e iré a ver si puedo ayudar a Ashley a montar la mesa.

Iba a marcharse, pero se detuvo.

Ness: Podía haber ido yo perfectamente a recogerlo.

Grady: Sin duda. ¿Qué se dice cuando alguien te hace un favor?

Vanessa suspiró ante el tono de implícita desaprobación que adoptó su voz.

Ness: Se dice gracias. Lo haré. A la primera ocasión.

Ocasión que no se presentó o, al menos, eso se dijo a sí misma. El acto requería su atención, y con el tiempo adicional que había tenido que dedicar a improvisar los juegos iba con treinta minutos de retraso, que tendría que escamotear de los preliminares del ensayo de la noche.

Miley: Los juegos han sido un éxito.

Ness: En general suelen serlo.

Miley: Y los premios, muy bonitos. Me gustó mucho el joyero de viaje, ese de cuero verde. Para alguien que vaya a la Toscana de luna de miel le iría de fábula.

Ness: Puede que alguien tenga esa suerte -dio un trago de su botellín de agua-. Lo hemos bordado, de verdad. Y nuestra anfitriona ni siquiera ha parpadeado cuando le he presentado una factura adicional por los regalos, sobre todo teniendo en cuenta que no le he cobrado la media hora extra de ocupación de espacios.

Dio una última mirada a la terraza. Habían retirado todas las mesas, pero la pérgola y las urnas seguían decoradas. Solo tenían que montar la mesa de los tentempiés y ya podrían marcharse.

Puede que le quedaran cinco minutos para llamar y dar las gracias, pero lo cierto era que primero tenía que comprobar el albarán. Supuso que habría hinchado la factura con el recargo por entrega.

Ness: Voy a... -Su teléfono sonó-. Vaya. La Novia Loca.

Miley: Tú lo harás mejor que yo. Adelante. A eso nos dedicamos.

La Novia Loca consumió su tiempo. Y le dio espacio para pensar.


Le enviaría una nota de agradecimiento con un talón para abonar los neumáticos y el servicio. Era lo más apropiado, decidió Vanessa mientras dirigía el ensayo.

Ness: Cuando falten cinco minutos, el hermano del novio, que también es el padrino, acompañará a la madre de ambos a su asiento, y su esposo irá detrás. Perfecto. El padrino se pondrá al lado del novio, a su izquierda. Cuando falten tres minutos, el hermano de la novia acompañará a la madre de ambos a su asiento. El hermano se situará a la izquierda del padrino, a la derecha de George. Un poco en ángulo, Sam. Exacto. Entonces la música cambia para que entre el cortejo de la novia. Wendy, Nikki, Addy... y mañana seré yo quien os dé la entrada. Acuérdense de sonreír, señoras. Luego irá Jaci, la dama de honor. Bien. Cuando esté a la mitad de camino, habrá llegado el momento del chico de los anillos. ¡Adelante, Kevin!

El pequeño de cinco años paseó presumido cosechando risas y aplausos.

Ness: Y la niña de las flores. Muy, muy bien, Jenny, mañana llevarás flores de verdad en la cesta. Kevin se pondrá en el lado de los chicos, Jenny en el de las chicas. Tú quédate ahí con tu papá, Kevin. Entonces...

Vanessa enmudeció, lívida, al ver a Zachary apoyado en una de las urnas con un ramo en la mano. No podía verle los ojos, imposible con el sol reflejándose en sus gafas oscuras. Pero podía ver su sonrisa perfectamente.

**: Entonces ¿qué? -espetó el novio con una carcajada-. ¿Me caso entonces?

Ness: Todavía no. Cambia la música y todos se levantan. La novia empieza a caminar acompañada de su padre. Y -dijo al novio- es la mujer más hermosa del mundo. Todo lo que siempre habías querido. Y está a punto de ser tuya. -aguardó-. Detente aquí. Como pediste, tu madre se pondrá a tu lado y al lado de tu padre. El cura preguntará quién entrega a esta mujer y... sus frases, señor Falconi.

Falconi: Su madre y yo.

Ambos besaron a su hija, tomaron su mano y la pusieron en la mano del novio.

Ness: Precioso. Ahora... -dirigió sus pasos a lo largo de la ceremonia haciendo hincapié en los momentos especiales y marcando el ritmo y la coreografía-. El cura dirá que ya puedes besar a la novia.

**: Esa parte me la sé.

El novio levantó en volandas a la novia, la volvió a dejar en el suelo mientras esta no paraba de reírse y se inclinó para darle un magnífico beso.

Ness: Cecily, si mañana tienes nervios en el estómago, me encantará sustituirte.

La novia volvió a reírse y guiñó un ojo a Vanessa.

Cecily: Tengo el estómago perfecto, pero gracias.

Ness: Lo supongo. En ese momento os daréis la vuelta para poneros frente a vuestros amigos y familiares, el cura os declarará marido y mujer, y los que ya nos hayamos recuperado del beso aplaudiremos. Sonará el himno para concluir y regresaréis por el pasillo central. Miley se encargará de vosotros entonces. A partir de aquí, el resto del cortejo nupcial regresa con el orden invertido. La niña de las flores y el niño que lleva los anillos primero.

Bien, pensó, muy bien. Si al día siguiente todos sonreían con tanta alegría, no necesitarían para nada el sol.

Ness: Después del cortejo nupcial, los padres y los abuelos de la novia, y luego los del novio. Miley también los necesitará a ustedes para las fotos de boda. Conduciremos a los invitados al solarium para que se entretengan con unos canapés y unas bebidas mientras dura la sesión de fotos.

Hizo caso omiso del cosquilleo que sentía en la nuca. Sabía positivamente que él la estaba mirando mientras se dedicaba a exponer el ritmo y la manera en que debían hacerse las presentaciones, la cena, los brindis, el traslado al salón de baile, los primeros bailes, la partición del pastel de boda, etcétera.

Ness: Las suites de la novia y del novio estarán a disposición del cortejo nupcial desde las cuatro hasta que termine la velada. Trasladaremos los regalos de la mesa donde estarán expuestos a la limusina de los recién casados y también las flores que estos quieran llevarse o regalar a los demás. Sé que es mucho, pero mis socias y yo estaremos a su disposición en todos y cada uno de los pasos de la ceremonia. Lo único que en realidad tendrán que hacer ustedes será divertirse y celebrarlo.


3 comentarios:

Lu dijo...

Me encanto!!


Sube pronto :)

Anónimo dijo...

Me quede con ganas de mas�� sube pronto...

Carolina dijo...

Aww
Ya quiero saber que pasa!
Zac esta con flores y ella no corre a él? Somos muy diferentes xD
Publica el siguiente pronto please

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