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jueves, 21 de agosto de 2014

Capítulo 15


Zac seguía vestido con su traje formal, aunque se había quitado la corbata. En los brazos llevaba una enorme bolsa de papel. De la bolsa sobresalía una caja rectangular blanca.

Estaba sonriente y parecía bullir de energía.

Zac: Creo que lo tengo todo -dijo mientras entraba en la cocina y dejaba la bolsa sobre la mesa. Perpleja, Vanessa le vio vaciar la bolsa. Sacó de ella la caja en primer lugar y se la entregó a la joven-. Esto es para animarte un poco.

Vanessa abrió la caja. Contenía una sola rosa roja sobre un papel de seda verde. La sacó y olió el capullo con forma de corazón que todavía no se había empezado a abrir. Su olor era delicioso.

Ness: ¿Animarme para qué? -preguntó, con una leve sonrisa-.

Zac: Para esto -dijo sacando de la bolsa una botella de champán-.

Se la entregó con una enorme sonrisa.

Ness: Oh, Zac...

Vanessa no entendía por qué él hacía eso ni por qué suponía que debía congraciarse con ella. Lo único que la podría alegrar ahora era oírle decir que estaba encantado con la noticia del bebé. Miró la botella durante un momento y luego la dejó en la mesa.

Ness: No puedo beber esto. Las mujeres embarazadas no deben tomar alcohol.

Zac: Oh -le dirigió una sonrisa mansa-. Bien, podremos guardarla para cuando el bebé haya nacido. Mientras tanto... -con gran chulería, metió la mano en la bolsa y extrajo un recipiente con helado-. Es de chocolate y vainilla -informó y luego sacó una lata de pepinillos. Vanessa se echó a reír-. Bien, ahora viene lo serio -dijo aunque seguía sonriendo. Buscó en el fondo de la bolsa y sacó un libro titulado Cómo cuidar bien a un bebé. Vanessa tragó saliva-. Y lo último, aunque no lo menos importante...

Metió la mano en la bolsa por última vez y sacó un pequeño estuche.

Su sonrisa desapareció y adoptó una expresión solemne cuando cogió la mano de Vanessa y depositó en ella el estuche.

Ness: Zac...

Zac: Ábrelo. -Ella lo hizo y vio un anillo con un gran diamante. Quiso hablar, pero la garganta se le agarrotó y no encontró las palabras-. Tenían muchos anillos con diamantes. Pero tú eres una mujer excepcional y merecías un anillo excepcional. Pruébatelo. He tenido que adivinar la medida. El joyero me ha dicho que puedo cambiarlo.

Le quedaba perfectamente. Zac le alzó la mano para observar el anillo en su dedo y asintió su aprobación.

Ness: Zac -susurró-. Zac, yo...

Zac: No digas nada -la interrumpió-. No ahora. Tómate el tiempo que necesites para hacerte a la idea.

La tomó en sus brazos y la besó.

Ella olvidó su brusca salida y su decepcionante reacción ante el embarazo. Lo olvidó todo excepto su entusiasmo, su afecto, la maravillosa energía que había desplegado para ir a comprar todas esas cosas con el fin de celebrar la noticia. De repente, ella no quiso discutir las cosas con sensatez, solo deseó celebrarlo con él.

Le rodeó el cuello con las manos y él la cogió en brazos.

Zac: ¿Podré hacer esto dentro de algunos meses?

Ness: ¿Qué?

Zac: Alzarte en mis brazos -explicó dejándola en la cama. Luego se acostó a su lado y buscó el cinto que ataba la bata de la joven, pero antes de desatarlo se detuvo un momento y la miró con expresión interrogante-. ¿Podemos hacer esto, Vanessa? ¿No te pasará nada? No se nada sobre mujeres embarazadas.

Ness: Yo tampoco -admitió desabrochando uno de los botones de la camisa masculina-. Pero creo que sí está permitido.

La cara de Zac se iluminó con una sonrisa de deleite.

Zac: Magnífico -murmuró y le apartó los bordes de la bata y hundió la cabeza entre sus senos desnudos-. Te deseo tanto, Vanessa… tanto... -Con ayuda de ella, la desnudó y arrojó la bata a un lado de la cama. La miró con el deseo reflejado en los ojos-. Hueles maravillosamente bien -murmuró, apartándole un mechón de pelo de la frente con la punta de los dedos-.

Ness: Acabo de ducharme.

Zac: Hm -inclinó la cabeza para besarla-.

Sus labios descendieron de la frente a la boca. Su beso fue ansioso, su lengua exploradora y posesiva. Pero sus manos corrieron por el cuerpo femenino con la suavidad de un susurro, con una delicadeza desconocida hasta entonces para ella.

Ella quiso asegurarle que no era de cristal, que no se quebraría con su contacto. Sin embargo, no quería que él dejara de hacer lo que estaba haciendo, sus cautelosas caricias resultaban exquisitas.

La joven suspiró y emitió un trémulo jadeo, su cuerpo se movió para ofrecerse mejor a su amante. Este aceptó la ofrenda, pero con una ternura casi insoportable.

Sus cuerpos se fundieron y se movieron como si fueran uno solo. Cada vez que Zac le hacía el amor era única, pero en aquella ocasión Vanessa sintió que también sus almas se habían fundido.

La joven no supo cuánto tiempo había pasado, minutos u horas, antes de que él quitara su peso de encima de ella y se acostara a su lado. Zac cogió la mano izquierda de la joven, explorando la poco familiar forma del anillo.

Zac: ¿Te quieres casar conmigo? -preguntó en un susurro-.

Ella observó su cara, el brillo de sus ojos ya no era de expectativa sino de satisfacción. Su sonrisa era confiada, pero no tanto como de costumbre. Había algo de expectante y esperanzado en ella.

Ness: Creí que me ibas a dar tiempo para pensarlo.

Zac: Ya te lo he dado.

Ness: Apenas tuve tiempo de pensar -dijo con intención-.

Zac: Pues piénsalo ahora -la instó-. Te doy treinta segundos.

Ness: Si no estuviera embarazada no te casarías conmigo.

Zac: Eso no viene al caso -declaró-. Lo estás.

Ness: Y es probable que seas el tipo de esposo que espera que yo represente el papel de esposa clásica.

Zac: No seas tonta. Ya estoy aprendiendo a cocinar. Tú podrías hacer la limpieza mientras yo cocino. Claro que del café te encargarás tú.

Ella sonrió en contra de su voluntad.

Ness: Zac, no estoy bromeando. Estoy segura de que serás un buen padre, pero ¿cómo puedo saber qué serás buen esposo?

Zac adoptó una expresión solemne.

Zac: Tendrás que confiar en mí. Sé que eres una ardiente feminista y todo eso. Sé quién eres y en que crees. Pero, por amor de Dios, no te dejes atrapar por tus propios conceptos, no seas una esclava de las ideas. El hecho es que por el bien de los dos... de los tres... lo mejor será que nos casemos. Pero creo que el feminismo no está reñido con la sensatez y el sentido común.

Ness: ¿El tenorio de Powell & Decker va a explicarme lo que es el feminismo?

Zac: El supuesto tenorio de Powell & Decker va a advertirle, señorita Hudgens, que si le dice que no se casará con él insistirá hasta que usted ceda aunque sea por cansancio -luego se puso más serio-. Si no consigo que te cases conmigo, Vanessa, entonces lucharé por mi hijo. Esta tarde me he ido porque necesitaba reflexionar un poco en el asunto y lo he hecho. Sé lo que quiero y lo que es mejor para nosotros. Y si no accedes, haré todo lo que esté en mi mano para no perder a mi hijo. ¿Me entiendes?

Ella le miró con los ojos muy abiertos. Nunca habría esperado que Zac fuera tan posesivo respecto a un hijo suyo. Y era precisamente su poderoso instinto paternal lo que ella había encontrado tan atractivo.

Ness: ¿Esperas que renuncie a mi trabajo?

Zac: Solo tú puedes decidir eso, y si no quieres renunciar a él, yo lo aceptaré. No olvides que ya te he visto cuidar de un bebé mientras trabajabas en un contrato. Es difícil, pero se puede hacer -se apoyó sobre un codo para verla mejor-. Podríamos vender mi apartamento y comprar una casa más grande. Podríamos instalar allí una oficina para ti, donde podrías hacer tanto como en P&D. Especialmente si contratamos una niñera para que te ayude. Tenemos muchos meses por delante para tomar una decisión, podremos entrevistar varias candidatas para elegir a la niñera que más nos convenga.

Ness: Otra posibilidad -aventuró-, es que tú te quedes en casa con el bebé mientras yo voy a las oficinas de Powell & Decker.

Zac abrió la boca para objetar, pero al percibir la plácida sonrisa de la joven, también sonrió.

Zac: Claro -concedió con una risita divertida-. O podemos turnarnos. ¿Qué podía ser más justo? ¡Tres hurras por la igualdad!

Vanessa rió de buena gana y se incorporó un poco para besarle. Él podía ser feminista y un buen padre, pero todavía faltaba un ingrediente para el matrimonio, sin el cual ella nunca podría decir que sí.

Ness: Zac... -murmuró, sin sonreír-. ¿Me quieres?

Zac: ¿Que si te...? -echó la cabeza atrás y la miró-. ¡Por Dios, Vanessa! ¡Hace cuatro años que me enamoré de ti! ¿No te habías dado cuenta?

Ness: ¿Cuatro años? -le miró estupefacta-.

Zac: Fue amor a primera vista -afirmó-. Está bien, quizá no me enamoré en el sentido que tú lo dices, el primer día, claro. Pero siempre supe que eras una mujer muy especial.

Ness: ¿Especial? -exclamó-. Por si se te han olvidado las circunstancias especificas de ese primer encuentro, Efron, primero te negaste a creer que yo fuera asesora y luego me preguntaste con quién me había acostado para conseguir el puesto.

Zac: Porque me pareciste un poco engreída -explicó-, y pensé que era conveniente disipar un poco esos humos que se te estaban subiendo a la cabeza y...

Ness: ¡Y que cayera rendida a tus pies! Sinceramente, Zac, ¿por qué, si has estado tan enamorado de mi durante todos estos años, has flirteado con tanto entusiasmo con todas las secretarias y empleadas de P&D?

Zac: Porque quería darte celos y que te fijaras en mí.

Ness: Ah, vaya que si me fijé -gruñó-. Pero no estaba celosa.

Zac: ¿Que no lo estabas? Hace apenas una semana, cuando dije a Molly que era genial... Oh, a propósito, creo que tú eres más genial preparando café.

Vanessa le miró con fingida exasperación.

Ness: ¿Nunca se te ocurrió, Zac Efron, que si me hubieras tratado con respeto y consideración habrías atraído mi interés mucho antes?

Zac: ¿Se te ocurrió a ti alguna vez que estabas enfrascada en una relación bastante seria con Tom y que yo estaba a un lado, esperando a que le mandaras a paseo?

Ness: Pero no sufriste mucho en la espera -comentó con gesto irónico-. Te consolabas bastante bien con Ellen Garnet y con quién sabe cuántas más.

Zac se encogió de hombros.

Zac: Soy un hombre con sangre en las venas, como tú sabes bien. No me puedes culpar por querer hacer soportable la espera.

Vanessa le observó durante largo rato, tratando de digerir lo que acababa de decirle. ¿Realmente la había amado en secreto durante todo aquel tiempo? ¿Había esperado a que ella estuviera libre para dar el primero paso?

Ness: Si fuera una ingenua, sentiría la tentación de pensar que planeaste con tu hermana todo lo del bebé para atraer mi atención.

Zac rió entre dientes.

Zac: Lo último que emplearía para atraer tu atención sería un bebé. ¿Contigo, la dinámica mujer de carrera? Jamás habría imaginado que te pondrías tierna y sentimental a la vista de un bebé desamparado.

Ness: No me puse sentimental -protestó con tono gruñón-.

Zac la miró con incredulidad.

Zac: No te pedí tu ayuda como estratagema para conquistar tu amor. Te la pedí porque confiaba en ti. Te lo dije entonces y era verdad. Aunque me odiaras, yo confiaba en ti.

Ness: Nunca te he odiado -afirmó-.

Zac: Bien, me has aborrecido, te he sido antipático, como quieras decirlo. La cuestión es que todo eso ya no importa.

Ness: No, ya no importa -le rodeó el cuello con los brazos y guió sus labios hacia los de ella-. Porque ahora te quiero.

Zac: Entonces di que sí -imploró-. Di que te casarás conmigo.

Ness: Sí, Zac -accedió-. Me casaré contigo.

Zac: Así me gusta, una dócil mujercita que sabe obedecer a su amo y señor -bromeó-.

Vanessa emitió un grito de fingida indignación y le amenazó con el puño apretado, pero él le cogió las dos manos y la besó. El mundo desapareció para la joven. Solo quedaba Zac, su hijo y un halagüeño futuro para los tres.


FIN




So beautiful!
Ay que penita que se terminó la novela y no queríais XD
Pero la vida sigue, chicas. ¡Y las novelas también! La siguiente me la pidieron hace tiempo. Pero no había tocado ponerla hasta ahora. Es de época y se llama Acuerdos privados.
¡Para saber más sobre ella comentad mucho y pronto!

¡Un besi!


3 comentarios:

Unknown dijo...

Por dios! Que final mas hermosoo ♥♥♥♥
Completamente enamorada de esta nove, quiero decir que Zac me sorprendio mucho mucho, un amor este Zac ♡ cuatro años enamorado de Ness.. wow!!!

Ame esta novela, una de las mejoreeess!!! Una lastima que termino :(


Sube prontoo, que ya quiero saber de que se trata la nove nuevaaa.

Maria jose dijo...

Voy a extrañar mucho esta novela
Fue muy buena y el final fue muy
Hermosa definitivamente voy a extrañar
A este zac jajajaja
Suena muy interesante la próxima novela ya quiero
Saber más
Sube pronto
Tus novelas adaptadas son mi adicción

Unknown dijo...

"Voy a luchar por mi hijo" :') Ay! Te juro que no me importaría que esta novela hubiera terminado con los dos separados porque eso que dijo Zac sobre su hijo me mató! Me mató completamente!!!!!!!!!!!! Qué lindooooooooo!!! *.*

Pero me sorprendió que dijera que había estado enamorado de ella desde hace 4 años, eso me pareció gracioso! jajaja.. ni cuenta se dio la otra :D

Novela de época!! No soy de leer de esas, ojalá esté buena :)

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