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martes, 19 de agosto de 2014

Capítulo 14


Zac la llamó a su despacho a la mañana siguiente. Ella había llegado tarde a la compañía pues se había pasado por la consulta del médico para hacerse la prueba.

Zac: ¿Cómo te sientes?

Ness: Bien. He dormido muy bien.

Zac: Yo no -reveló-. Te he echado de menos.

Vanessa sonrió. Sí, Zac debía amarla a su manera. Se preguntó si seguiría inclinado a expresar tales bobadas románticas cuando supiera que estaba embarazada y la posibilidad de que no fuera así abatió un poco su ánimo.

Zac: ¿Puedo verte esta noche?

Ness: Sí. Está bien en mi casa.

Zac: Bien. Iré inmediatamente después del trabajo. Uno de estos días mandaré al cuerno la discreción para no esperar hasta que den las cinco y media para ponerte las manos encima. No digas que no te lo he advertido -dicho esto, colgó-.


Su médico la llamó esa tarde. La prueba había resultado positiva. La información no sorprendió a la joven, ya se había preparado para ello y estaba casi segura de que estaba embarazada.

Zac llegó a su apartamento diez minutos después que ella. Antes de que ella pudiera hablar, antes de que pudiera siquiera formular en su mente lo que iba a decirle, él la tomó en sus brazos y la besó con apasionada vehemencia.

Ella se apartó gradualmente.

Ness: Zac -murmuró, aspirando hondo-. Zac, tenemos que hablar.

Zac la miró con desconfianza, aunque no dejó de sonreír.

Zac: Hm... Algo me dice que debo prepararme para algo serio.

Ness: Sí, más vale -le advirtió, acercándose a la ventana para mirar hacia fuera-.

Zac la miró fijamente.

Zac: Te escucho -dijo por fin-.

Ness: Estoy embarazada.

Se produjo un silencio, luego habló:

Zac: Querrás decir que se te ha retrasado el periodo.

Ness: No. Quiero decir que estoy embarazada. He hablado con el médico esta tarde. La prueba fue positiva.

Él se quedó inmóvil. Ella apenas podía oírle respirar. Cobrando ánimo, se volvió hacia él.

No pudo descifrar su expresión. No parecía complacido ni molesto. Estaba tenso y como si tratara de controlarse.

Ness: ¿Estás enfadado?

Zac: No -tragó saliva-. Sorprendido, sería más adecuado. Vanessa... ¿cómo has podido...? Quiero decir, siempre has sido tan... tan cuidadosa.

Ness: En todo… excepto en lo relacionado contigo.

Los ojos de Zac se clavaron en ella. La escudriñaron, como si buscaran algo.

Zac: Bien -dijo, después de un minuto interminable-. Tú has tenido más tiempo que yo para pensar en esto -se mordió los labios y luego apartó la mirada. Su voz era baja, casi inaudible, cuando declaró-. La decisión definitiva es tuya, Vanessa.

Ness: ¿La decisión definitiva?

Zac: Sé lo mucho que significa para ti tu carrera -dijo con dificultad-. Sé lo importante que es tu trabajo. No estoy en situación de juzgarte.

Ness: ¿De juzgarme? Zac... ¿de qué estás hablando?

Zac: Si no quieres tener al bebé, lo entenderé.

¿No tener al bebé? Esa idea ni siquiera se le había pasado por la imaginación. En cambio se le había ocurrido a Zac casi en el acto. ¿Era eso lo que él quería? ¿Que abortara?

Vanessa disimuló su enfado. Si el tenorio de P&D, Don Juan Casanova Efron no quería adquirir la responsabilidad de un hijo, si no era el hombre decente, paternal y responsable que había supuesto ella, que no lo fuera. Ella afrontaría la maternidad sola. Podría vivir de sus ahorros durante algún tiempo.

Zac: Bien -dijo después de un momento-. Di algo.

Ness: No pienso abortar -declaró con voz dura-.

Zac: Oh -parecía un poco aturdido-. Está bien.

Ness: ¿Está bien? ¿Es todo lo que se te ocurre decir?

Zac: Estoy perplejo, Vanessa. ¿Qué se supone que debo decir? -se dio la vuelta y se dirigió hacia la puerta, una vez allí se volvió y dijo-: Dame un poco de tiempo, ¿quieres? Volveré más o menos dentro de una hora

Abrió la puerta y salió.

Vanessa se quedó inmóvil en el centro del cuarto, mirando fijamente hacia la puerta cerrada. No estaba muy segura de lo que esperaba que hiciera Zac, pero jamás que se fuera así. Suponía que le ofrecería su apoyo moral y económico, aunque no se comprometiera a nada más serio.

Pero, en lugar de eso, se había dado la vuelta y se había ido.

Quizá esa fuera la reacción más sincera, reflexionó ella, mientras iba a su habitación para cambiarse de ropa. Quizá debiera consolarla el hecho de que Zac no fuera hipócrita, de que no se escondía detrás de una fachada de formalismos. Había pensado que ella podía desear un aborto y se lo había dicho. No estaba seguro de sus sentimientos y se había ido para reflexionar.

Nada de lo cual pronosticaba un gran futuro con él, pero al menos sabia que podía contar con su franqueza.

Colgó su ropa de trabajo en el armario. Luego se dio una ducha. No se preocupó de ponerse guapa para Zac aquella noche. No sabía cuando regresaría.

Si alguna vez regresaba, pensó desolada. Quizá ahora estuviera camino de la estación, con todos sus talonarios de cheques por si ella le exigía ayuda económica para su hijo.

Una risa amarga escapó de su garganta mientras iba a la cocina. Abrió la nevera, pero la cerró inmediatamente, sintiendo nauseas ante la sola idea de comer algo.

Los ojos se le llenaron de lágrimas, sin embargo, parpadeó con fuerza para controlarlas. Llorar era un lujo que no podía permitirse. Si Zac se iba, que se fuera. Le había despreciado durante cuatro años. Suponía que podría aprender a despreciarle otra vez.

Se dirigió hacia la sala y se sentó en el sofá. Apretó las manos sobre su vientre, como si quisiera comunicarse con su bebé a través de las palmas. Quería decirle que no se preocupara, sería tan buena madre como le fuera posible, sin importarle qué clase de padre fuera Zac.

Ness: Es posible que no esté empapada de un enorme instinto maternal -murmuró a la incipiente vida que latía en su vientre-. Pero soy rápida aprendiendo y ya sé cambiar pañales y preparar biberones. Y mis hombros son confortables para consolar bebés. Saldremos adelante.

El sonido del timbre la sobresaltó. Se asomó a la cocina para consultar el reloj de pared. Zac había estado fuera una hora y quince minutos.

Aspiró hondo y fue hacia la puerta. Después de mirar a través de la mirilla, abrió.




¿Por qué se habrá ido Zac así? =S
¡Solo un capi!

¡Thank you por los coments!

Le llamo mocoso porque es divertido XD XD
Pero tienes razón, los bebés son lo más bonito que hay en el mundo ^_^
A mí me encantan. Y al parecer estos dos van a tener uno.
A ver que opinará Zac...

¡Comentad, please!

¡Un besi!


4 comentarios:

Unknown dijo...

QUE CAPITULO POR DIOS!!!! EL MEJOR DE TODOSSSSS.
ZAC ES UN VERDADERO ESTUPIDO! COMO SE VA A IR ASI COMO SI NADA???

COMO VAS A TERMINAR ASI EL CAPI POR DIOS!!!! JAJAJA


SUBE PRONTOOO. YAA YAAA!!!

Maria jose dijo...

Dios!!!!! Que buen capitulo
No puedo esperar más pra leer el próximo
Que zac se vaya de la nada así me pone mal
Jajajajaja me aenti vanessa
Síguela pronto
Muuuy buena la novela

Anónimo dijo...

Holaaa! Yo piensoo que se fue a comprar un anillo para pedirle matrimonio :D

Unknown dijo...

Jajajaj eso sí! Es muy gracioso llamarlos así! :D
Bueno, sobre la nove, la verdad me gusta que Vanessa sepa que quizás Zac no vaya a quedarse con ella, y se prepara para eso, pero no va a dejar que eso afecte su nueva faceta de mamá.. pero Zac!! Más te vale que te quedes con ella! Sino te pego!!! Jajaja :D

Síguela pronto :D

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