topbella

miércoles, 26 de marzo de 2014

Capítulo 11


July: ¿Pero qué demonios llevas puesto? -dijo envuelta en su abrigo de visón-.

Ness: Buenos días, madre -dijo levantando la cabeza del escritorio de Ashley y subiéndose las gafas con el dedo-. ¿Qué haces levantada tan temprano?

July: Celebrar mi divorcio. Hemos firmado los papeles esta mañana, gracias a Dios, y pensé que te gustaría celebrarlo conmigo. Siempre has odiado a Francis.

Ness: No me ha gustado nunca ninguno de tus maridos, y dudo que el próximo me guste. Es demasiado pronto para tomar champán. Si quieres podemos comer en Las Cuatro Estaciones si puedes esperar una hora más. Ashley todavía no ha llegado.

July: Puedo esperar -dijo dejándose caer en el sofá con expresión de hastío-. ¿Por eso vas vestida como una campesina? Siento decirte que el estilo rústico no es el tuyo, cariño. Ese mono vaquero queda fatal en una chica tan pequeña como tú.

Vanessa miró con calma a los ojos de su madre. Le había costado años inmunizarse contra sus comentarios, pero ya no le afectaban en absoluto.

Ness: Nunca te ha gustado la ropa que llevo, July. ¿Qué quieres que me ponga?

July lo pensó detenidamente.

July: De verdad no lo sé, cielo. Estás tan empeñada en trabajar... Si te casaras, tuvieras hijos, y te dedicaras a las obras benéficas, creo que te vendría bien algo de lo último de Adolfo. Fíjate qué bien va Nancy Reagan...

En aquel momento, se abrió la puerta y entró Ashley precipitadamente.

Ashley: Siento llegar tarde -dijo, sin mirar los duros ojos de Vanessa-. Me he dormido.

Ness: Madre -dijo sin apartar los ojos de su ayudante-. Entretente un rato. Puedes bajar a mi apartamento y cotillear mis papeles, o lo que quieras. Estaré libre dentro de una hora.

La posibilidad de distraerse pareció entusiasmar a July.

July: No quiero molestar. Quizá tengas una botella de champán en el frigorífico.

Ness: No la tengo.

July: Cariño, todos los Hudgens debemos tener una botella de champán frío en cualquier ocasión. Tenemos nuestras normas.

Ness: Desde luego -dijo irónicamente-.

July: Por cierto, he estado buscando las esmeraldas Hudgens. ¿No las tendrás tú, verdad?

Ness: Están en una caja de seguridad, madre, y son mías.

July hizo una mueca.

July: No deberían serlo. Me parece muy mal que mi madre te las dejara a ti y no a su propia hija. Son demasiado ostentosas para ti, cielo.

Ness: Son mías. ¿Por qué no bajas al piso nueve, a ver si Efron tiene champán frío? Seguro que estará encantado de brindar por tu divorcio.

July: Quizá le apetezca venir a comer con nosotras.

Ness: No. O celebramos tu divorcio las dos solas, o nada.

July: Aguafiestas. ¿Qué es lo que te traes con ese hombre?

Ness: Te lo diré mientras cenemos -dijo mintiendo con facilidad-. No es nada del otro mundo.

July: No creas que vas a engañarme con cuentos -advirtió-. Te sacaré la verdad, aunque tenga que pasarme toda la tarde bebiendo champán.

Ness: Sí, madre -dijo dócilmente-.

July: Mojigata -replicó caminando con aires de gran señora hacia el ascensor-.

Vanessa se apartó del escritorio, dejando a Ashley sentarse. En seguida se fijó en sus ojos enrojecidos.

Ashley: ¿Pero qué es lo que llevas puesto? -preguntó frunciendo el ceño-.

Ness: No te preocupes. Intento parecer inocente, eso es todo.

Ashley: ¿Inocente de qué?

Ness: Ahí quería yo llegar. ¿Dónde estabas a las tres de la mañana? Mientras yo estaba cometiendo delitos, sin encontrar ningún cómplice, tú estabas ilocalizable en algún lugar. ¿Dónde?

Ashley: ¿Qué delitos?

Ness: Yo he preguntado primero. Tienes una cara que es una pena.

Las mejillas de Ashley enrojecieron más todavía.

Ashley: ¿Y si te digo que no es asunto tuyo?

Ness: ¿No es asunto mío? -preguntó sin ofenderse-.

Ashley: Estuve con Scott.

Ness: ¡Santo cielo! -exclamó atónita-. Me imaginaba que habías ido a ahogar tus penas con otro. Bueno ¿y estuvo bien?

Ashley: ¡Vanessa! -dijo saliendo de su adormecimiento-.

Ness: Eso está mejor. Entonces ¿qué fue, una aventura de una noche, o el amor de tu vida?

Ashley: Una aventura de una noche.

Ness: ¿Eso quién lo dice?

Ashley: Cuando me desperté, ya no estaba, Vanessa. Se había ido. Ni siquiera me dejó una nota.

Ness: No saques conclusiones apresuradas -dijo sentándose en el borde de la mesa y mirando a Ashley con sorpresa-. ¿De verdad te acostaste con él?

Ashley: De verdad me acosté con él.

Ness: ¿Y valió la pena?

Los grandes ojos marrones de Ashley se llenaron de lágrimas.

Ashley: Hasta el último segundo.

Vanessa sacudió la cabeza.

Ness: No sé, Ashley. Creo que el amor no trae más que problemas. Todo sería mucho más sencillo si no existiera.

Ashley: Posiblemente tengas razón -dijo con gesto de infelicidad-. Ahora me pregunto si hizo el amor conmigo por lástima.

Vanessa rompió a reír mientras se ponía de pie.

Ness: Scott puede ser un verdadero príncipe, pero no es tan noble. Hazme caso, Scott se fue a la cama contigo porque quería.

Ashley: Eso es lo que dijo. Me gustaría creerle.

Ness: Mírate en el espejo, Ashley. No tienes el aspecto de una mujer digna de compasión. Pareces una mujer que ha sido muy bien...

Ashley: Vanessa -protestó-.

Ness: Está bien, lo dejaré.

Ashley: Ahora, cuéntame cuáles han sido los delitos que has cometido esta noche.

Ness: Bueno, en realidad...

La voz de Vanessa se apagó mientras se abrían las puertas del ascensor. Y no era «el Torbellino», como Vanessa esperaba, sino una indecente preciosa Britt que traía del brazo a Andrew Seeley.

Vanessa los contempló durante un segundo. Formaban una pareja muy atractiva. Parecían hechos el uno para el otro, pensó Vanessa con una punzada de celos.

Ashley: ¿Quién es el que viene con Britt? -preguntó en un susurro-.

Vanessa no respondió. Cruzó la habitación con su habitual paso rápido.

Ness: Buenos días, Britt. Hola, Andrew. No os esperábamos. ¿Qué tal la cena de anoche?

«¿Y qué tal la noche? ¿Te acostaste con él?», se preguntó Vanessa en silencio. «¿Cambiaste de idea?»

La hermosa cara de Britt no le dio ninguna pista.

Brittany: Lo pasamos muy bien. Decidí venir por aquí con Andrew para saber si quieres que vaya a alguna entrevista. ¿Los llamaste al final?

Ashley: Creí que íbamos a mantener a Britt a la espera de algo mejor -dijo claramente perpleja-. Ya tenemos a Estée Lauder babeando por las fotos, y Revlon ha hecho una oferta decente, pero nada espectacular. ¿Por qué iba a ir?

Ness: Solo era una idea -dijo ausentemente, estudiando con atención a la perfecta mujer que tenía delante-.

Brittany no tenía la piel enrojecida, ni tampoco señales de mordiscos en el cuello. Pero aquello no significaba nada. Vanessa pensó que todo el mundo parecía haber dormido con alguien la noche anterior menos ella.

¿Y qué? Ella prefería pasar la noche chapoteando en el barro antes que estar ahogándose bajo el cuerpo de un macho exigente. Se volvió y sonrió a Andrew. En realidad, no conseguía sentir por él más que una suave atracción. Si Brittany hubiera mantenido sus preciosas manos lejos de aquel hombre, quizá fuese todavía la respuesta a sus frustraciones. Un hombre lo suficientemente seguro para enamorarse de él.

Andrew le devolvió la sonrisa, evidentemente sin saber lo que estaba pasando por su cabeza.

Andrew: Estás muy guapa hoy -dijo ignorando a la mujer que tenía al lado-. Me gusta tu vestido.

Ness: Adoro a este hombre -dijo sonriendo a la enigmática Britt-. Dímelo cuando acabes con él, porque te lo quitaré de las manos.

La respuesta de Brittany tuvo la justa medida de humor.

Brittany: Te lo cedo -dijo, besando la perfecta y suave mandíbula de Andrew-. Pero sé buena con él. Se lo merece.

Con suave elegancia, Vanessa se interpuso entre la hermosa pareja, cogió el musculoso brazo de Andrew y le apartó a un lado.

Ness: Te han traicionado, cariño. Déjame que te ayude a ahogar tus penas. Te llevaré a cenar y te cuidaré.

Él la miró, claramente extasiado, ignorando a la belleza que los contemplaba. Hacía años que Vanessa no extasiaba a nadie, y le gustó la sensación.

Andrew: No puedo.

Ness: ¿No?

Andrew: Me vuelvo a Kansas. Cojo un avión esta tarde. No hay razón para que me quede aquí más tiempo.

Ness: Ashley -dijo en voz alta-. Mira si puedes organizar una huelga de aeropuertos.

Andrew se echó a reír. Tenía unos dientes blancos y perfectos. Y un hoyuelo en la barbilla. Dios santo, un hoyuelo. Sus hijos tendrían hoyuelos.

Andrew: No deberías hacerlo. Piensa en todas las complicaciones que causarías a todo el mundo.

Ness: Soy implacable cuando quiero algo.

Aquella vez sí le había sorprendido. Andrew se humedeció los labios, se aclaró la garganta y la miró.

Andrew: Siempre podría cambiar el vuelo.

Ness: Hazlo -murmuró con voz tímida y seductora a la vez-. Ashley te lo solucionará.

Brittany: ¿Te han hecho una oferta los de Revlon? -dijo cuando Andrew estaba hablando por teléfono-. ¿Por qué no me lo dijiste?

Ness: No vamos a aceptarla. Te quieren para una foto de grupo. Una cara bonita más. Y como queremos más que eso, vamos a emplear el misterio. Haremos que te deseen locamente. Pero desde luego, si tú quieres...

Brittany: No -dijo con una sonrisa resplandeciente-. Confío plenamente en ti, Vanessa. Haré lo que tú digas.

Ness: No te importa que te robe a Andrew ¿verdad? ¿No quieres venir con nosotros? -dijo inocentemente-.

Brittany: No, voy a salir con Zachary Efron. Me llamó a primera hora de la mañana. Es un hombre con carácter ¿verdad?

Ness: Desde luego -añadió secamente, ignorando el repentino nudo que sintió en el estómago-.

Brittany: He oído decir que es absolutamente voraz en la cama -dijo acercándose a su oído y envolviéndola en una burbuja de Opium-.

Ness: No lo sé -dijo con voz amable-.

Brittany: Supongo que lo averiguaré pronto -dijo con una maliciosa sonrisa-.

Vanessa abrió la boca para decir algo, pero se calló. La mujer que tenía delante no era precisamente una Barbie. Más bien parecía una viuda negra a punto de devorar a su macho.

Andrew: Todo arreglado -dijo regresando junto a ellas-. He cambiado el billete para mañana por la tarde.

«Idiota», pensó Vanessa, sin preocuparse de averiguar si se refería a Andrew o a sí misma.

Ness: Entonces tendremos que aprovechar la noche -dijo batiendo inocentemente sus largas pestañas negras-.

Sonó el teléfono y Ashley lo cogió.

Ashley: Era tu madre. Dijo que la disculpes, pero que no comerá contigo.

Ness: Típico -murmuró-. Habrá recibido una proposición mejor.

Ashley: Me dijo que te advierta que Zachary Efron se va a comer tus entrañas de aperitivo. Y que volverá cuando todo se haya calmado.

Vanessa sonrió. La situación era caótica, pero al menos evolucionaba en la dirección que ella pretendía.

Ness: Eso significa que estoy libre para comer -dijo a Andrew, sabiendo que no podía perder ni un minuto-. ¿Por qué no vamos a...?

Ashley: Yo no haría planes todavía. Ahí viene «el Torbellino», y creo que quiere sangre.

Vanessa levantó la vista asombrada, viendo entrar a Zac como un tornado en la oficina. Echando una rápida mirada a su alrededor, se hizo cargo de la situación. Señaló a Vanessa con un dedo acusador, y lentamente le hizo gesto de que se acercara a él.

Ness: ¿Qué? -preguntó haciendo caso omiso a la orden-.

Zac: Llegamos tarde a comer. Vamos, Vanessa.

Ness: No voy a comer contigo. He quedado con mi madre para celebrar su divorcio.

Zac: Tu madre te ha dejado tirada por Peter Morton, mi joven ayudante, así que pon otra excusa.

Andrew: Estábamos haciendo planes para comer -dijo dando un paso adelante-.

Zac: Pues hazlo con Britt -dijo con voz inexpresiva-. Vanessa y yo tenemos que hablar de negocios. Y si crees que hay para ella algo más importante que la Casa de Cristal, todavía tienes mucho que aprender. Vanessa ¿vienes o no?

Ness: Vamos -dijo con voz cansada-.

Después de todo, iba a tener que enfrentarse con él tarde o temprano. Cuanto antes mejor. Zac no dijo una palabra mientras el elegante y antiguo ascensor los llevaba a la planta baja. Cuando salieron al vestíbulo, simplemente la tomó del brazo, pasando por delante de las huellas de barro que Vanessa había olvidado borrar. Entonces ella vio el Bentley de Zac aparcado delante de la puerta y sintió una punzada de intranquilidad.

Ness: ¿Dónde me llevas? ¿A la cárcel?

Zac: Me encantaría, pero como tú bien sabes, no tengo pruebas. Sube al coche.

Ness: No me fío de ti.

Zac: Yo tampoco de ti. Sube al coche o te subiré yo.

Ella sonrió.

Ness: Adelante -dijo amablemente-. Te acusaré de intento de secuestro, tendremos un largo juicio y no tendré que preocuparme de ti en una temporada.

Zac: Eso no va a ocurrir. Y no pienses que voy a seguir de tan buen humor mucho rato.

Ness: ¿Estás de buen humor? ¿Cómo eres cuando te enfadas?

Zac: Créeme, no te gustaría nada. Sube de una vez a ese maldito coche.

Ness: No hasta que me digas adónde vamos.

Zac: Te voy a presentar a una persona que hace mermelada casera.

Ness: ¿Cómo?

Zac: Dijiste que no conocías a nadie que la hiciera. Pues mi hermana hace mermelada. Te voy a llevar a comer a su casa. Estoy seguro de que no conoces la zona de Nueva York en la que vive. Considéralo una excursión cultural.

Ness: ¿Por qué no?

Zac: Pero primero -dijo sacando un pañuelo blanco-, vamos a ponerte un poco más presentable. Mi hermana es algo mayor que yo, y un poco chapada a la antigua. No le gustaría tu color de labios. Y estás demasiado pálida.

Tomándola por la barbilla con fuerza, frotó con fuerza los brillantes labios rojos de Vanessa. Y a continuación, aplicó el pañuelo a sus mejillas, dándoles más color. Vanessa intentó soltarse, pero Zac era sorprendentemente fuerte, y capturó sus dos manos con una de las suyas.

Zac: Y esto -dijo entonces, cogiendo las gafas de Vanessa y tirándolas por encima del Bentley en medio del rápido tráfico de la calle- ...fuera.

Ness: Maldito machista insoportable, hijo de...

Zac: Di eso delante de mi hermana y te lavará la boca con jabón. -La hizo entrar al coche de un empujón, casi cayendo sobre ella al entrar él. Dio unos golpecitos en el cristal ahumado que los separaba del conductor-. A casa de mi hermana, George. Nos espera a la una.

George: Sí, señor.

El Bentley se incorporó al tráfico con un poderoso acelerón, que hizo que Vanessa cayera de bruces contra el pecho de Zac.

Ness: Me las pagarás por esto, Efron.

Zac: Creo que ya lo has hecho -gruñó-.




Zac ya conoce a la madre de Ness y Ness va a conocer a la hermana de Zac... Ya parecen pareja XD
Aunque la imagen de Zac quitándole maquillaje a Vanessa me ha parecido más la de un padre XD

Ya las cosas solo pueden ir a mejor, ¿no?
¡Eso esperamos!

¡Thank you por los coments!
¡Comentad, please!

¡Un besi!


1 comentarios:

Unknown dijo...

Jjajaa este capitulo me dio risa, como Zac actuaba como un padre si.. Y Ness quejandose.

Me encanto el capi. Sube pronto :)

Publicar un comentario

Perfil