topbella

lunes, 3 de marzo de 2014

Capítulo 4


Incluso el montacargas era preferible al rápido Otis nuevo. A Vanessa le gustaba el modo en que el viejo ascensor saltaba y se agitaba mientras subía hasta el piso doce de la Casa de Cristal. Su acompañante no parecía muy segura, y eso divertía a Vanessa. La espectacularmente hermosa Brittany Anne Snow había asumido perfectamente su recién adquirida elegancia. Nebraska o de donde quiera que viniera era ya historia antigua para ella, y su perfecta nariz se frunció con disgusto al observar las paredes acolchadas y el suelo lleno de manchas.

Vanessa sentía pena de ella. Ya se había dado cuenta de que en realidad Brittany Anne no le gustaba. Habían pasado casi constantemente juntas los últimos cinco días y medio, trabajando en la entretenida labor de transformar a Brittany Anne en Britt. Durante todas esas horas Vanessa había descubierto que no había realmente nada que le gustara de Brittany Anne. Verdaderamente tenía una fachada estupenda. Su maravillosa boca podía sonreír persuasivamente, sus amplios ojos eran cálidos y expresivos, su gratitud y sus cumplidos no eran ni afectados ni efusivos. En todo momento parecía perfecta, pero Vanessa podía ver la secreta frialdad en esos magníficos ojos. La cámara también podía captarlo. Y aquello, ese ligero enojo que bordeaba la crueldad, era lo que iba a convertir a Britt en la cara de los noventa.

Ness: Siento que el viaje sea tan movido -murmuró recorriendo con los ojos su creación-.

Desde los aparentemente despeinados mechones de pelo rubio platino hasta el esbelto y hermoso cuerpo envuelto en una de la creaciones de Bob Mackie, Britt era una visión que dejaría estupefactos a los asistentes a la fiesta de Zachary Efron. Vanessa había escogido el vestido a propósito, algo deliberadamente sencillo para destacar la perfecta belleza de la chica. Vanessa ya estaba disfrutando de su cercano triunfo.

Brittany: Oh, está bien -contestó con su baja y dulce voz casi sincera-. Todos los otros ascensores estaban tan llenos.

Ness: Sí, pero además no quería que nadie te viera antes de tiempo. Vas a causar sensación, Brittany Anne. No quiero que el impacto disminuya porque alguien te vea antes.

Brittany Anne se irguió orgullosa.

Brittany: ¿No crees que es mejor que empieces a llamarme Britt? Si quieres -añadió tímidamente, con ojos calculadores-.

Ness: Tienes toda la razón, Britt.

Las oficinas de Rostros de Cristal en el piso doce estaban suavemente iluminadas, allí había dos figuras que la esperaban. Vanessa vio la conocida expresión de calma contenida en el rostro de Ashley y maldijo por dentro. Ashley solo ponía esa cara cuando Scott estaba por los alrededores.

Ashley: ¡Dios mío! -dijo mientras admiraba la asombrosa elegancia de Britt-.

Ness: ¿No te dije que te quedarías sorprendida?

El primer brillo de emoción real apareció en los ojos de Britt con una autocomplacencia felina. Giró sobre sí misma con sus altísimos tacones y admiró su reflejo en las paredes cubiertas de espejos.

Brittany: Estoy maravillosa ¿no? -dijo orgullosa-.

Scott: Seguro.

Llevaba un serio esmoquin negro y un diamante en su oreja; su pelo rubio peinado hacia atrás. Y parecía tan sorprendido por la aparición de Britt como Britt por su propio reflejo.

Vanessa miró a Ashley, viendo el rápido cambio de emociones que en ella se producía, de desesperación a rabia, y finalmente a aceptación, todo sucediéndose con rapidez en su rostro.

Ashley: Hacen una pareja perfecta -comentó en un tono cuidadosamente neutral-.

Ness: ¿Qué es lo que haces aquí? -preguntó ásperamente-.

Scott: Vanessa, querida -protestó sin intimidarse por la irritación de ella-. Sabes que Ashley no puede ocultarme ningún secreto. Me contó que la misteriosa Britt haría su aparición pública esta noche. Y no podía perdérmelo.

Ness: ¿De esmoquin?

Scott: Es que vi la invitación del gran Efron. Ponía que podías llevar a cualquiera de tus modelos favoritos. Y yo soy uno de tus modelos favoritos.

Ness: No, esta noche no lo eres. No me gusta que me empujen a hacer las cosas, Scott.

Scott: Querida Vanessa, no intento empujarte a ti.

Echó una mirada de anhelo sensual hacia Britt, una mirada tan típica que casi rayaba en la parodia. Los hermosos y duros ojos de Britt le atravesaron con la mirada, pero sin ningún interés, y Vanessa tuvo dificultades para reprimir una sonrisa.

Ness: Estás perdiendo el tiempo con Britt. A propósito, éste es Scott Speer.

Su presentación fue brusca y la contestación regia de Britt habría herido el orgullo de cualquier hombre.

Scott simplemente se encogió de hombros.

Scott: Necesito trabajo. Estoy arruinado. Pensé que podría matar dos pájaros de un tiro. Escoltar a dos encantadoras damas a la fiesta del «Torbellino» y tratar de encontrar trabajo al mismo tiempo. Has hecho todo lo que has podido, pero el lobo ya no está a las puertas. Parece ser que ha entrado y se ha sentado a la mesa.

Ness: Tres damas encantadoras -le corrigió-, Ashley también viene.

Ashley: No, no voy...

Empezó a protestar sorprendida por su inclusión de última hora, y aún más sorprendida por la expresión de satisfacción que apareció en la cara de Scott.

Scott: Claro que sí, querida -dijo dirigiéndose hacia ella-, eres la única que será amable conmigo.

Ness: Está bien, Scott, puedes venir, pero no intentes manipularme otra vez. Si lo intentas te daré tal patada en el trasero...

Scott sonrió.

Scott: Me encanta cuando hablas mal. ¿No quieres un poco de apoyo para afrontar tu sacrificio?

Ness: Para eso llevo a Ashley.

El suspiro de Scott fue burlón y resignado.

Scott: Entonces piensa en mí como un accesorio de moda para Britt.

Brittany se encogió de hombros.

Brittany: Yo no tengo objeciones a ello -dijo aburrida-.

Scott: Estáis obrando maravillas en mi ego -dijo sacudiendo la cabeza-.

Ashley: Todavía te quiero -dijo suave y ligeramente-.

Scott: Gracias, cariño -se inclinó para besarla-. Sé que lo haces.

Vanessa pensó en arrojar a Scott por la ventana. ¿Es que no se daba cuenta de lo que le estaba haciendo a Ashley?

Ness: Vamos -dijo, controlándose-, quiero ver qué sucede cuando un torbellino se queda sin fuerza.

Ashley: Estás arriesgando mucho con Britt -dijo echando una mirada preocupada a la nueva modelo-.

Ness: Saldrá bien. Lo tenemos todo planeado ¿o no?

Brittany: Seguro -replicó-, tengo que deslumbrar a Zachary Efron.

Scott: ¿Y si él no cae en la trampa? -preguntó con voz irónica-.

Ness: Lo hará -dijo dirigiéndose hacia los ascensores-. Tiene que hacerlo. Después de todo, ella va a ser el rostro de los noventa.

Se detuvo, dejando que Brittany la precediera hacia el ascensor dorado, y la voz baja de Scott llegó entonces hasta sus oídos.

Scott: Entonces, va a ser una fría y larga década -susurró a Ashley-.

Y Ashley, abandonando su tacto habitual, se echó a reír.


¿Dónde demonios estaba ella? Zac mantenía su fría sonrisa mientras lo más selecto de los círculos sociales, económicos y artísticos de Nueva York se movía a su alrededor. Estaba de pie al lado de los grandes ventanales de cristal ahumado, con un ojo fijo en los ascensores. Había quitado los muros del recibidor, de tal modo que los ascensores daban directamente a una amplia habitación. Él esperaba que aquello produjera una reacción furiosa en Vanessa. Se pondría más furiosa aún al ver las finísimas grietas que había en los famosos paneles de cristal ahumado, en donde él vivía ahora, un piso más abajo de aquella ruidosa fiesta.

Él no estaba seguro de cómo iba a hacerla bajar allí; y aunque los trabajadores no hubieran conseguido infringir una satisfactoria cantidad de daños en el edificio, no le importaba demasiado. Pero si conocía a la señorita Vanessa Hudgens, la única manera de conseguir lo que él quería era seguir encima de ella, seguir atormentándola.

Frank: ¿No te he dicho que no tienes ningún encanto? -apareció a su lado-. Deja de sonreír así. Parece que te vayas a merendar a alguien.

Zac: A Vanessa Hudgens.

Frank: ¿Por eso sigues mirando hacia los ascensores?

No se molestó en negarlo.

Zac: ¿Crees que se presentará?

Frank: Sería una tonta si no apareciera. Y Vanessa no es una tonta. De hecho, creo que ya está aquí -dijo con mucha calma-.

Zac: ¿Dónde?

Zac de repente estaba alerta. Miró sobre la ruidosa multitud.

Frank: Es demasiado pequeña para verla entre todos esos gigantes. Pero hay una joven guapísima que está causando sensación junto a los ascensores, y me ha parecido ver a la mujer que trabaja para Hudgens con ella. Imagino que Vanessa no andará muy lejos.

Por primera vez en la noche, Zac abandonó su lugar junto a los ventanales de cristal ahumado. Ignoró a los agradecidos invitados mientras se abría paso entre la multitud, con su resistente mirada fija en la alta mujer con el pelo de color del sol. Cuando llegó al lado de ella, apenas la miró.

Vanessa llevaba un recatado vestido negro, un perfecto contraste con su llamativa compañera. El vestido era de cuello alto, con un amplio escote en la espalda, y la larga falda tenía dos aberturas en lo alto de ambos muslos. Su pelo negro recién cortado caía por sus hombros, y su pintada boca tenía una sonrisa burlona. Él querría darle unos azotes.

En lugar de aquello, sonrió, una sonrisa lenta y provocativa. Ella ni siquiera parpadeó.

Zac: Estoy contento de que te hayas decidido a venir -murmuró con voz ronca-. Creía que te habías acobardado.

Ness: No me lo hubiera perdido por nada del mundo. Permíteme que te presente a mis acompañantes. Ya conoces a Ashley Tisdale, mi ayudante. Éste es Scott Speer -hizo un gesto con la mano-, y ésta es Britt.

Por primera vez, Zac miró a Britt, el arma secreta de Vanessa Hudgens, en todo su esplendor. Su melena leonina se rizaba y caía por su estrecha y perfecta espalda, su boca era amplia y sensual, sus ojos soñolientos y atrevidos, su piel y su cuerpo sencillamente magníficos. Él se la quedó mirando confundido, buscando alguna imperfección sin encontrarla. La miró directamente a los ojos, reconociendo el reto que allí se encontraba. Él no era un hombre que se resistiera a los retos.

Zac: Britt -la saludó. Sabía que tenía que hacer algo antes de que las tropas que los rodeaban se abalanzaran sobre ella. Pero se limitó a volverse hacia Vanessa-. ¿Te gustan los cambios que he hecho?

Si ella estaba molesta porque él no pareciera hacer caso a Brittany, lo escondió admirablemente.

Ness: Estoy decidiendo si demandarte o no -dijo agradablemente, haciendo un gesto hacia Brittany-.

La alta modelo atravesó el cuarto, y la multitud que los rodeaba la siguió, dejando a Vanessa y Zac solos. Incluso Scott y su ayudante habían desaparecido, aunque Zac podía ver el pelo rubio de Scott entre la gente.

Zac: ¿Es él tu amante?

Él no había querido preguntar eso. No podía entender por qué lo había hecho, a no ser que quisiera simplemente sorprenderla. El informe del detective privado no mencionaba ninguna relación romántica o sexual, pero como ella ya le había señalado, el informe carecía de algunos detalles importantes.

Ness: ¿Scott? -preguntó divertida-. No. ¿Por qué lo preguntas?

Su primer error, se dijo a sí mismo, sin que su expresión mostrara su disgusto. Tenía que recuperarse.

Zac: ¿Y de Britt?

Ness: Creo que ambos están sin compromiso -miró a la multitud-. Dudo que Britt siga así mucho tiempo. Parece que ha causado sensación.

Zac: Ya me he dado cuenta -dijo irónicamente-.

Ness: ¿No te interesa? Creí que te gustaban las mujeres preciosas.

Zac: Me gustan. Y Britt es sin duda muy guapa. Pero no creo que haya prisa.

Ness: ¿No?

Zac: No es que sea presumido, Vanessa, pero ¿cuántos multimillonarios solteros hay que tengan menos de cuarenta? Y además, se me considera pasablemente atractivo.

Ness: Quizás puedas permitirte esperar -le concedió-.

Zac: Además, ahora mismo estoy más interesado en ti.

Ness: Estás más interesado en mi edificio -le corrigió-. Antes volaré este edificio que dejar que lo tengas.

Zac: ¿Por qué?

Ella parecía sorprendida de verdad, como si nunca hubiera considerado esa pregunta.

Ness: Quiero decir, ¿es solo contra mí o contra todos los constructores en general, o contra todo el que no sea devoto de la santa herencia de tu abuelo, o qué?

Zac: Contra todos los que mencionas. -De repente, pareció muy, muy enfadado-. Señorita -dijo con acritud-, vas a caer con todo el equipo.

Ness: Caballero -dijo en el mismo tono-, le arrastraré conmigo.

Y sin una palabra más, giró sobre sus tacones y le dejó. En un par de segundos había desaparecido en medio de la multitud como por arte de magia.

Se quedó un momento pensativo. Entonces se dio cuenta de que a pesar de que la mayor parte de la gente seguía a Brittany, unos cuantos se habían quedado a su alrededor y habían seguido con gran interés su conversación con la señorita Vanessa Hudgens.

Si hubiera sido un hombre con menos control de sí mismo, habría mandado al cuerno a todos los curiosos. Pero no se había dejado llevar ni por el enfado ni por sus emociones en quince años, y una chica arrogante como Vanessa no iba a cambiar las cosas.

Había mucha gente importante en la fiesta. Después de todo, su lista de invitados incluía a los ricos y a los poderosos. Pero entre ellos no había nadie con un pelo de color del sol como el de ella, nadie se movía con tal gracia misteriosa. Miró a la multitud que la rodeaba. Hubiera preferido seguir castigando a Vanessa, pero había desaparecido. Así que tenía que conformarse con lo que había. Y tratándose de Brittany, no era tan difícil conformarse.

**: ¿Dónde crees que vas, cariño?

La voz de Scott sonó suavemente en su oído, pero la mano que le agarraba la muñeca era fuerte e inflexible.

Britttany: Voy a buscar a Vanessa -contestó intentando liberar su mano-.

Scott: Vanessa ya es mayorcita. Puede cuidar de sí misma. Relájate y disfruta de la fiesta.

Ella le miró sorprendida.

Ashley: Deberías estar relacionándote con la gente ¿no?

Scott: No estoy de humor.

Ashley: Yo tampoco -volvió a tirar de su mano y esta vez él la soltó-. Creo que debería ir a comprobar cómo se encuentra Vanessa.

Scott: Y yo creo que deberías olvidarte del trabajo durante un rato -la tomó por el brazo y se dirigieron a los ascensores-. Vamos a buscar algo de comer, y te contaré todos mis problemas.

Ashley: Creía que no tenías dinero.

Scott: Antes me moriría. Iremos a un sitio que está cerca de mi apartamento. Un sitio de comida vegetariana. Incluso puede que pague mi parte.

Ashley le miró con un gesto de burlona admiración.

Ashley: ¡Qué generoso!

Ella no debía ir con él, lo sabía. Estaba preocupada por Vanessa, y estar dos o tres horas con Scott hablando de su vida amorosa y tratándola como a una hermana no iba a sentarle bien. De todos modos, no podía resistirse. Por esta noche Vanessa tendría que cuidarse a sí misma. Echó una última mirada de preocupación hacia el salón, hacia donde se encontraba la alta figura de Brittany.

Ashley: No estoy muy segura de Britt. No está acostumbrada a los duros habitantes de Nueva York...

Scott: Puede cuidar de sí misma.

Ashley: Ella es muy joven y no está preparada para todo este jaleo. Quizá deberíamos vigilarla.

Scott: Si crees que va a venir con nosotros, olvídalo. Créeme Brittany Anne Snow puede cuidar perfectamente de sí misma. Ella tiene un innato sentido de supervivencia que ni el más duro de los habitantes de Nueva York puede penetrar. Yo me preocuparía más por el resto de la gente que está con ella.

Ashley podía ver la cabeza de Zachary Efron inclinada cerca de la de Brittany, su cara mostraba que estaba encantado.

Ashley: Por lo menos, Vanessa está consiguiendo lo que quería -murmuró-.

Scott: ¿Sí? Venga vamos, cariño. Necesito descargar mi corazón, y tú eres perfecta como oyente.

Ashley: Como una madre -dijo en voz muy baja mientras entraban en el ascensor-.

Scott la oyó. El ascensor estaba lleno y Scott se apretó contra Ashley, con expresión pensativa en sus profundos ojos azules. Pero no dijo nada.




¡Han saltado chispas!
Ya lo decía yo... XD
Y espera que esto no hace más que empezar. A Zac y a Vanessa les quedan muchas batallas por librar.
¡No os lo perdáis!

¡Thank you por los coments!
¡Comentad, please!

¡Un besi!


2 comentarios:

Unknown dijo...

Asi que Britt y Zac............ la matare, aunque fue plan de Vane, pero que clase de tonta es? Por diossss.
Esta nove me va a dar dolor de cabeza jajajaja.


Sube pronto :)

Unknown dijo...

Osea que Britt piensa seducir a Zac? No entiendo por qué tanto lío por un edificio en serio jaja.. y qué gana Vanessa haciendo que Zac se fije en Britt... Qué lío!!!!!! Me encanta!

Síguela pronto :D

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