topbella

lunes, 17 de junio de 2013

Capítulo 11


Aquella noche, Ness estaba planchando su vestido de dama de honor en el salón de su casa intentando desesperadamente no llorar.

Zac se casaba al día siguiente y no podía hacer nada para impedirlo.

Se había pasado toda la tarde intentando encontrar una solución. Incluso se le había pasado por la cabeza proponerse como madre adoptiva del bebé, pero lo que le había oído decir a Heather le había dejado claro que la rubia jamás aceptaría aquello.


*: ¿Se lo has dicho a Efron? -le había preguntado el desconocido-.

Heather: Todavía, no. Se lo voy a decir la noche de bodas. Va a estar encantado. Él quiere tener hijos.

*: ¿Tanto como tú? -se había burlado el desconocido-.

Heather: No te rías, aunque no es un hijo deseado voy a intentar ser una buena madre para él.

*: ¿Pretendes que me crea que te importa más un hijo que tu carrera?

Heather: No me importa lo que creas -había contestado con decisión-. Da igual lo que haya dicho en el pasado. Me he dado cuenta de que en esta vida hay cosas más importantes que el trabajo.


Luego se habían ido dejando a Ness con su dolor. ¡Heather estaba embarazada de Zac! Y aquello parecía haberle hecho plantearse su vida. Había dicho que iba a intentar ser buena madre y que ya no le preocupaba tanto su éxito profesional.

Ness sabía que tenía que mantenerse al margen. No sería justo para el niño intentar romper la relación de sus padres.

Apretó la plancha. Tenía que dejar de intentar romper su compromiso. Si de verdad era amiga de Zac eso era lo que tenía que hacer.

Aunque lo cierto era que ya no quería ser su amiga. No, porque durante la comida se había dado, por fin, cuenta de la verdad.

Estaba enamorada de él.

Estaba enamorada de Zac desde hacía mucho tiempo, pero no había querido admitírselo a sí misma por miedo a sufrir. Había visto lo que había pasado entre sus padres y lo mal que le iba a su hermana con su marido y sabía que el amor se podía tornar odio y no quería que le pasara algo así con Zac.

¿Y qué sentiría él? ¿De verdad era capaz de besarla y de tocarla como la noche anterior y solo ser su amigo? ¿Por qué insistía tanto para que admitiera la verdad? Tenía que ser porque sentía algo por ella.

Si Heather no estuviera embarazada, lo averiguaría.

Pero Heather estaba embarazada.

Ness sintió náuseas. Ya era demasiado tarde. Quería a Zac, pero él debía casarse con Heather. Llamaron a la puerta y Ness miró el reloj. Casi las nueve. ¿Quién sería? Seguramente, una de sus hermanas. No le apetecía hablar con nadie. Se sentía fatal.

Volvieron a llamar.

***: ¿Nessi, estás ahí?

Ness dejó la plancha.

Ness: ¿Zac? -Se acercó a la puerta y se abrochó bien el cinturón de la bata. Miró por la mirilla y vio que, efectivamente, era Zac-. ¿Qué haces aquí? -le dijo abriendo una rendija-.

Zac: Déjame pasar -le ordenó-.

Ness obedeció confusa.

Una vez dentro, Zac se giró y se quedó mirándola.

Ness sintió que se derretía, así que volvió a la tabla de planchar.

Ness: ¿Qué haces? No deberías estar aquí.

Zac: Ya lo sé, pero... -se pasó los dedos por el pelo-. Heather me dijo que creía que... Has comido con ella hoy, ¿no?

Ness: Me sorprendió mucho que viniera ella en vez de ti -contestó sinceramente planchando el vestido-.

Zac: Lo siento. Es que estaba enfadado por lo de anoche.

Ness: Yo también lo siento. Fue culpa mía.

Zac: No, no lo fue. Fue culpa mía. Sabía que... Nunca debía perder el control...

Ness: Por favor, Zac -dijo dejando la plancha e intentando sonreír-. Vamos a hacer como si jamás hubiera sucedido, ¿de acuerdo? No podemos dejar que eso te estropee la boda.

Zac: ¿La boda? Sí, bueno, he estado pensándolo y creo que la voy a retrasar.

Ness: No, Zac, no puedes hacer eso. Heather cuenta contigo.

Zac: Ness, tenemos que hablar -dijo acercándose a ella y tomándola del brazo-. No era mi intención que esto llegara tan lejos. No estoy enamorado de Heather.

¿No estaba enamorado de Heather? Qué maravilla. Durante unos segundos, Ness sintió que flotaba, pero de repente la verdad la hizo volver a la tierra.

Heather y su bebé. ¿Cómo podía haberlo olvidado?

Ness: Zac, te estás confundiendo -lo interrumpió apartándose de él-. No sabes lo que dices. Claro que estás enamorado de Heather.

Zac: No, no lo estoy.

Ness: Pero si es una mujer preciosa...

Zac: Sí, lo es, pero, ¿tú crees que es la mujer indicada para mí?

Ness quería gritar que no con todas sus fuerzas, pero sonrió valiente y mintió.

Ness: Sí, Zac, creo que es perfecta para ti.

Zac: ¿Sí? -dijo sorprendido-.

Ness: ¡Sí! ¡Claro que sí! Es muy guapa y le gustan los animales. ¿Qué más podrías pedir?

Zac: ¿Qué más podría pedir? -repitió mirándola como si fuera una desconocida-. ¿De qué habéis hablado hoy en el restaurante?

Ness: De nada importante. Simplemente le he dicho que entre tú y yo no había pasado nada.

Zac: ¿Que no había pasado nada? -dijo con sarcasmo-. ¿El beso de ayer no fue nada? ¿Y por eso te estremeciste cuando mis dedos tocaron tu interior?

Ness: Zac, por favor... -dijo enrojeciendo como si se hubiera puesto la plancha en la cara-.

Zac: ¿Zac por favor qué? -dijo tomándola de los hombros-. Lo de anoche me encantó y a ti también, ¿verdad?

Ness: No -tartamudeó-.

Zac: Heather me ha dicho que... me quieres. -Ness se quedó helada. No podía hablar-. No puedo dejar de pensar en lo de anoche -continuó-. No quería dejar de besarte y de tocarte. De hecho, lo que quería hacer era tumbarte sobre la mesa y hacerte el amor.

Ness: Zac...

Zac: Sí, Ness, dime lo que tú quieres. Dime la verdad. Dime que me deseas tanto como yo te deseo a ti...

¡Ay madre! Qué difícil era mentir oyendo aquello, pero debía hacerlo. Por Heather y por el niño.

Haciendo un esfuerzo sobrehumano se apartó de él.

Ness: Claro que te quiero, pero como amigo.

Zac: ¿Como amigo? ¿Solo como amigo? -Con el corazón roto, Ness asintió-. Estás mintiendo -explotó furioso-. Anoche estuvimos a punto de acostarnos. Heather tenía razón. No me habrías dejado ir tan lejos si no hubieras sentido algo por mí.

Ness: ¿Has hablado de esto con ella?

Zac: Sí, hemos discutido y le he dicho que tenía dudas sobre casarme con ella...

Ness: ¡No! ¡Tienes que casarte con ella!

Zac: ¿Tengo?

Ness se mordió la lengua. Se moría por decirle que lo quería, que Heather estaba embarazada y que debía casarse con ella por el bien del niño pero hacerlo sería egoísta. Zac debía casarse con la conciencia tranquila y el corazón entregado.

Consiguió encogerse de hombros.

Ness: Haz lo que quieras. A mí me da igual. Yo tengo mi vida. De hecho, la semana que viene empiezo las clases...

Zac: ¿Te vas al instituto de diseño?

Ness: Sí -contestó bajando la mirada-. Gracias por hablar con tu amigo. Me ha dicho que es una profesión muy dura y que voy a estar muy ocupada, así que no voy a tener tiempo para nada...

Zac: ¿Ni siquiera para el amor?

Ness sintió ganas de llorar, pero consiguió controlarse. Si se ponía a llorar, Zac la abrazaría y, entonces, estaría perdida. Se iría abajo y le contaría la verdad.

Ness: Lo último que quiero es un hombre -rió-. Gracias a ti sé, por fin, lo que quiero hacer con mi vida y me voy a entregar a fondo a mi trabajo.

Zac: Entiendo -dijo con tristeza-. Es obvio que sabes muy bien lo que quieres, así que me voy. No te hago perder más el tiempo...

Ness: ¡Espera! -le gritó cuando él estaba ya en la puerta-.

Zac: ¿Qué?

Ness: ¿Te vas a casar mañana con Heather?

Zac se quedó mirándola fijamente.

Zac: Sí. ¿Estás contenta?

Ness: Sí...

Zac: Muy bien, entonces -dijo abriendo la puerta y yéndose-.

Cuando la cerró, Ness comenzó a llorar.


Ness llegó tarde al Templo de la Paz y la Tranquilidad. El edificio de mármol blanco estaba situado en un acantilado sobre el Pacífico y había brisa aunque hacía sol.

Menos mal porque así tenía excusa para llevar gafas de sol que ocultaran sus ojos enrojecidos de tanto llorar.

Avanzó por el césped buscando a Zac con la mirada, pero no lo veía. Había mucha gente, pero él no estaba por ningún sitio.

Anne: ¡Por fin! -exclamó apareciendo de la nada-. ¿No eres capaz de llegar a tu hora jamás? -la reprendió-. Por Dios, Ness, eres la dama de honor. Tienes que estar con Heather.

Ness: Lo siento.

Anne: ¿Estás bien?

Ness: Sí, sí -consiguió sonreír-.

Anne: Vanessa... ¿estás enamorada de Zac? -le preguntó tras dudar unos segundos-.

Ness: Claro que no -rió de forma forzada-.

Anne: Lo digo porque como querías romper el compromiso como fuera...

Ness: Estaba preocupada por él, pero me he dado cuenta de que estaba equivocada con respecto a Heather -le explicó con un nudo en la garganta-. Quiero que Zac se case con ella.

Anne parecía aliviada.

Anne: Bien porque la ceremonia empieza en un cuarto de hora. Ve para la capilla. Mis niños ya están allí... Por cierto, si llegas tarde, empezaremos sin ti -le prometió alejándose-.

Ness deseó que así fuera. Fue hacia el templo, donde las sillas estaban colocadas y las flores en su sitio. Allí estaban sus tres sobrinos, pero cuando los iba a llamar vio a Zac.

Llevaba un esmoquin que realzaba su belleza masculina. Estaba increíblemente... sexy. ¿Cómo podía haber ignorado tanta sensualidad durante tanto tiempo? Ojala pudiera ir hasta él y decirle la verdad, que lo amaba y...

En ese momento, Zac levantó la mirada y la vio. Apretó los dientes y miró hacia otro sitio. Ness sintió que las lágrimas le resbalaban por las mejillas, así que se alejó del templo en dirección a unos árboles. Una vez allí, se quitó las gafas y se limpió las lágrimas con el pañuelo.

Oyó un ruido entre los matorrales y vio a Heather con el desconocido del día anterior. El hombre abrazó a la rubia y la besó.

Ness estaba a punto de lanzarse contra él cuando se dio cuenta de que Heather lo besaba también. ¡Y con entusiasmo!

Heather: Para, Joe, no puedo... Zac...

Joe: No te puedes casar con él. Sobre todo, porque llevas a mi hijo en tus entrañas.

Ness ahogó un grito. ¿El bebé era de Joe?

Heather: ¿Y qué otra cosa puedo hacer? -dijo con voz temblorosa-. Tú me has dejado muy claro que no te vas a casar conmigo.

Joe: Eso no es justo...

Heather: Tienes cinco minutos para decidirte -dijo corriendo hacia el templo-.

Joe fue tras ella, pero Ness ni los vio.

¿El niño era de Joe? Heather debía de haber mantenido una relación paralela con él mientras estaba con Zac. ¡Zac! No podía dejar que se casara con ella.

La rubia lo había estado engañando. Bruja. De repente, oyó los acordes de la marcha nupcial.

Ness se arremangó el vestido y corrió hacia el templo. Ella, Justin y Kate ya estaban avanzando por el pasillo. Se colocó detrás de ellos pensando desesperada cómo poner fin a aquello boda.

No quería montar una escenita. Tal vez, podría hablar con Zac en el altar, pero, ¿la creería?

Al llegar junto a él, se dio cuenta de que Zac ni la miraba.

Cura: Queridos hermanos -comenzó-.

Ness: Pss, pss -susurró para que Zac la mirara-.

Heather, reina de la frialdad con su vestido blanco, se giró hacia ella, pero Zac no lo hizo. Siguió mirando de frente como una estatua.

Ness: Ejem, ejem -tosió-.

Ella le dio un empujón para que se callara que estuvo apunto de hacerle perder el equilibrio.

Frank Coleman, el padrino, le dio a Zac un codazo, pero él ni caso.

Cura: El matrimonio es un lazo sagrado... -estaba diciendo-.

Ness agitó el ramo de flores que llevaba. Kate le sonrió, pero Zac nada.

Tiff: Vanessa, deja de hacer el tonto -le dijo sentada en primera fila-.

Ness miró hacia atrás. Cientos de ojos la miraban. Todos menos Zac.

Empezó a desesperarse. ¿Qué podía hacer?

Cura: Si hay alguien que tenga algo que decir, que lo diga ahora o que calle para siempre -oyó que decía-.

*: ¡Yo!

Ness se giró y vio a Joe.

Heather y Zac estaban pálidos y los invitados comenzaron a murmurar.

Cura: ¿Qué tiene que decir?

Joe: Que Heather Lovelace está embarazada de mí.

Los invitados de Zac murmuraron indignados y alguien del lado de Heather gritó de júbilo y exclamó que aquello se ponía cada vez más interesante.

Heather: Lo tenías que soltar, ¿verdad? -le espetó-.

Zac: ¿Es cierto?

Heather dudó y asintió.

Zac miró de repente a Ness como buscando una respuesta, pero ella, sintiéndose culpable, apartó la mirada.

Cuando volvió a mirarlo, él seguía mirándola muy enfadado. Miró a Joe y tomó a Heather de la mano.

Zac: Continúe -le dijo al cura-.

Ness sintió que se desmayaba. La noche anterior Zac le había dicho que no estaba enamorado de Heather, pero debía de ser mentira cuando estaba dispuesto a casarse con ella a pesar de que estuviera embarazada de otro.

La debía de querer con todo su corazón. Ness se sintió morir.

Debía parar aquello como fuera.

Cura: Zac y Heather, os declaro...

Ness: ¡No, padre, pare! -gritó-. No los puede casar porque... porque yo también estoy embarazada... de Zac.

El volumen de los murmullos se hizo insoportable. De reojo, Ness vio a su madre apoyar la cabeza sobre el hombro de David y llorar desconsolada.

Zac la miró y no dijo nada. Ness se tensó y se preguntó si iba a descubrir su mentira.

El cura se cruzó de brazos.

Cura: Estos niños necesitan padres, así que solo se me ocurre una solución. Joe, venga para acá y usted, Zac, póngase junto a Ness.

Zac: Padre, no creo que sea una buena idea... -objetó-.

Cura: Es una idea excelente. Dios perdonará vuestros pecados si los enmendáis a tiempo.

Zac: Pero, padre...

Ness notó que la cabeza le daba vueltas. No podía casarse con Zac porque él no la quería. Debía negarse a seguir adelante, pero entonces corría el riesgo de que Zac insistiera en casarse con Heather.

Ness tomó aire y le puso la mano en el brazo.

Ness: Por favor, Zac. Ya te lo explicaré todo luego, pero de momento cásate conmigo. Si no lo haces por mí, hazlo por mi madre.

Zac miró a Tiffany, deshecha en lágrimas, y asintió.

Zac: Continúe, padre.




¡Pero qué es esto! ¡Menudo culebrón! XD
Primero Ness empeñada en que se casen, luego no quiere que se casen porque se entera de que el hijo es de otro. Luego Zac, que es gilipollas XD, quiere casarse a pesar de que sabe que el bebé no es suyo. Luego  la mentira de Ness, que no podría ser más gorda XD. Y ahora al cura se le va la olla XD.
Veremos a ver como termina todo esto...

¡Gracias por los coments!

Por lo visto, todas queréis mucho a Heather XD.
Felicidades a las que hayáis acabado los exámenes y estéis de vacaciones. ¡Ahora toca relajarse!

¡Faltan solo dos capis! Así que comentadme mucho. Ya os adelanto que os va a sorprender mucho el final.

¡Un besi!


5 comentarios:

LaLii AleXaNDra dijo...

jajjajaja tremendo enredo jaja, morí y viví dos veces con este capitulo.
wao, eso si que no lo esperaba, siguela .)

Unknown dijo...

Como me rei al finaaaal.!
Me ha encantado el capi, fue muuyyy ggenial!
y por fin descubrieron a la baribe de plastico.
sube pronto.


Soy Lucia, me he olvidado de la contraseña :/ jajaja

Unknown dijo...

Pues.. no me la eh olvidado!


Y ya solo faltan dos capituuuuuulos!
espero que nessa le diga la verdad

Anónimo dijo...

Es que Ness en vez de decir no puede casarse porque estoy enamorada de él, va & dice que está esperando su bebé! Solo puedo imaginar la reacción de zac en el próximo capitulo. Siguela por favor!

Att. Naya <3

Natasha dijo...

SABIA QUE ESE BEBE NO ERA DE ZAC!
que culebron por dios!!
jajaja y zac sexy, tradado e inocente efron... No sabe vengarse, el queria seguir con la boda solo porque no fue nessa quien se opuso sino joe, y porque le mintio... Tarado Efron tarado. wow faltan dos capiss!! y ya se casan asi que vamos bien, a menos que aparezca una invitada a decir que esta embarazada xDD

SIGUELA (yo leo la nove en mi cel y no puedo comentar) solo abri blogger para dejarte un comment xD byee

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