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sábado, 8 de junio de 2013

Capítulo 5


Ness abrió la puerta de la tienda el sábado por la mañana y se encontró con gritos infantiles.

Kate: ¡No quiero irme con ellos!

Kate, de cinco años, estaba agarrada a la pierna de su madre mientras Justin, de seis, corría alrededor de la mesa y Ella, de ocho, miraba soñadora por la ventana.

Ness miró a Zac y vio con alivio que parecía divertido ante la escena. Heather, sin embargo, estaba dando golpecitos con las uñas sobre la caja registradora y la expresión de sus ojos era decididamente fría.

«Funciona», pensó Ness encantada.

Ness: ¡Buenos días! -saludó-.

Kate: Hola, tía Vanessa -contestó corriendo hacia ella-.

Ness: ¿Qué te pasa, Kate? -le preguntó arrodillándose a su lado-.

Zac: Tenemos un problemilla -le explicó-. Kate no se quiere venir con nosotros.

Ella: Si Kate no va, yo tampoco voy.

Justin: ¡Yo sí voy! -gritó sin dejar de correr-.

Anne: Si tus hermanas no van, tú tampoco.

Ness vio su perfecto plan arruinado.

Ness: Kate, ¿no te quieres ir con Zac? Pero si te va a llevar a un sitio muy divertido.

Kate: ¿Dónde? -preguntó llorando-.

Zac: ¿Dónde quieres ir?

Justin: ¡Al laberinto!

Ness: Sí, mira, el laberinto. El laberinto es muy divertido. Es mi sitio preferido. ¿A que quieres ir?

Kate se metió el pulgar en la boca mientras consideraba la cuestión.

Kate: Sí... pero si tú vienes, tía.

Ness: ¿Yo? -exclamó-. No puedo, cariño. Tengo un montón de trabajo.

Kate: Pues, entonces, yo tampoco voy -se cerró-. Me quedo y os ayudo. Mamá dice que soy muy buena ayudando.

Ness se estremeció y miró a su hermana, pero Anne se limitó a encogerse de hombros. Ness consideró sus opciones: ir o despedirse de su plan. Miró a Heather.

La rubia seguía mirando a los niños. ¿Era desagrado lo que irradiaban sus ojos?

Ness: Muy bien, voy con vosotros.

Kate sonrió encantada. Zac sonrió también. Heather arqueó las cejas.

Heather: ¿No habías dicho que tenías que terminar una boda para hoy?

Ness: Sí, pero con volver a las cinco todo irá bien.

Heather: Si no vas a trabajar, no es necesario que Zac y yo cuidemos de los niños, ¿no? -apuntó con lógica aplastante-.

Ness: Oh, pero... pero les hace ilusión que vengáis.

Justin: A mí me da igual que vengan o no -gritó-.

Anne: ¡Justin! -lo regañó-. No seas maleducado.

Justin: Perdón -se disculpó sin parar de correr-.

Ness: ¿No te apetece estar unas horas con ellos, Heather? Seguro que sí -insistió-. Sobre todo con Kate, que va a llevar las flores en tu boda.

Zac: A mí me apetece mucho ir, cariño. ¿Te parece bien?

Heather no parecía muy contenta, pero asintió.

Así que se metieron todos en el coche de Zac, aquel día había llevado un Jeep Cherokee, y pusieron rumbo al laberinto.

Ness se sentó en la parte de atrás con Kate en el regazo. Los niños se pusieron a gritar y a cantar a todo pulmón. En lugar de hacerles callar, como habría hecho en otro momento, Ness dejó que lo hicieran.

A pesar de que le iba a estallar la cabeza, tenía que conseguir que Heather perdiera los estribos. Al llegar al laberinto, Zac compró las entradas.

Heather: ¿De verdad tenemos que hacerlo? -oyó Ness que le preguntaba a su prometido-.

Zac: No podemos decepcionar a los niños.

El laberinto eran una serie de paredes de madera con torres aquí y allá. El objetivo era encontrar esas torres y conseguir formar la palabra «laberinto» con las tarjetas que había en cada una. El primero en salir con la palabra terminada ganaba.

Cada adulto se tenía que hacer cargo de un niño. Heather miró a Justin, que se estaba golpeando la cabeza contra los muros, y a Kate, que hablaba sin parar, y agarró a Ella de la mano.

Ness sonrió. Ella parecía dulce y tranquila, pero era como un caballo salvaje. La iba a volver loca.

Zac eligió a Justin y, entraron también y Ness se quedó con la pequeña.

Una hora después, se arrepentía profundamente de haber ideado aquel plan. ¿Por qué habría elegido su sobrino el laberinto? ¿No podría haber preferido la playa como los niños normales?

Kate y ella no habían encontrado ni una sola torre y estaban perdidas en mitad del laberinto.

Kate: Estoy cansada -gimoteó-. Me quiero ir a casa.

Ness: Tenemos que encontrar la salida, cariño -contestó intentando sonreír-.

Cuando estaban en el colegio, la habían llevado allí con su clase y se había pasado horas para conseguir salir del laberinto. ¿Cómo había podido olvidarlo? Al girar otra esquina, se chocó contra Zac.

Zac: Hola, preciosa -sonrió agarrándola de los antebrazos para que no perdiera el equilibrio-. Nosotros ya tenemos la L, la B y la T. ¿Has encontrado alguna, Kate?

La niña lo miró con labios temblorosos.

Ness: Seguimos buscando -contestó apartándose de él-. Kate me está ayudando mucho. No habría llegado hasta aquí si no llega a ser por ella.

Zac: Ven conmigo -le dijo a la pequeña agarrándola de la mano. La condujo a través de un par de corredores, a izquierda y derecha, y llegaron a una de las torres-. Justin, ayuda a tu hermana a agarrar la letra. -Cuando los niños se hubieron alejado, se giró hacia Ness-. ¿Te lo estás pasando bien?

Ness: Mataría al que inventó este sitio -contestó apoyándose exhausta en la pared-.

Zac: ¿Cómo puedes decir eso? -rió-. ¿Te acuerdas de cuando vinimos aquí con el colegio?

Ness: Claro que me acuerdo. Dejé a Drake Bell por segunda vez porque me dejó sola en mitad de este sitio -contestó estremeciéndose al recordarlo-.

Se había puesto minifalda y sandalias de tacón y a los diez minutos de estar allí tenía ampollas en los diez dedos de los pies. Drake, a quien había decidido como una tonta dar una segunda oportunidad, se había impacientado porque no podía andar rápido y la había abandonado a su suerte.

Ness, que no tenía mucho sentido de la orientación, se había dedicado a vagar por los pasillos medio oscuros del laberinto y, de repente, había sentido a alguien detrás. Aterrada, se había dado la vuelta para encontrarse con Zac mirándola con el ceño fruncido.

Más o menos como ahora.

Zac: Bell era un imbécil -comentó-.

Ness asintió.

Ness: Si no me hubieras encontrado, todavía seguiría aquí.

Zac sonrió.

Zac: Jamás me habría ido de aquí sin ti -le aseguró apartándole un mechón de pelo de la cara-.

Ness: No te puedes ni imaginar el alivio que sentí al verte -sonrió-. Me dieron ganas hasta de besarte.

Zac: Hmm, pues haberlo hecho. No me habría importado.

Ness se rió.

Ness: ¿Cómo que no? Pero si era como tu hermana... te habría puesto en un compromiso.

Zac: No creo.

Algo en su tono de voz, hizo que lo mirara a los ojos. Inexplicablemente, Ness sintió que se le aceleraba el corazón. ¿Por qué la miraba así? Parecía que estuviera esperando algo, un movimiento por su parte.

Ness: Dejé a Drake al día siguiente -continuó desviando la mirada-. Me encantó ver la cara que se le quedó. Fue como si le hubieran dado un puñetazo en la boca del estómago.

Zac: Se lo merecía -murmuró-.

Ness frunció el ceño.

Ness: No le... no, nada -se interrumpió-.

Lo que se le acababa de ocurrir era ridículo.

Zac: ¿Qué? ¿No le di un puñetazo en la boca del estómago? Claro que se lo di.

Ness: Pero, ¿cómo pudiste? Si te sacaba dos cabezas y era mucho más fuerte que tú...

Zac: Porque venía de un colegio en el que había aprendido a defenderme, te lo aseguro. ¿Cómo no iba a poder con un niñato de Santa Mónica? -preguntó divertido-.

Ness: ¿Y por qué le pegaste?

Zac: ¿Tú por qué crees que fue? -sonrió mirándola-.

Ness se dio cuenta de repente de que lo tenía muy cerca. ¿Se había acercado sin que ella se diera cuenta No lo sabía, pero lo cierto era que sus brazos se rozaban y que sus pupilas se habían encontrado y que...

Kate: ¡Ya la tengo, tía Vanessa!

Zac se apartó y Ness, acalorada y fastidiada, se obligó a sonreírle a su sobrina.

Kate: ¿Estás bien? Estás roja.

Ness: Estoy bien -le aseguró sonrojándose todavía más-. A ver, enséñame la letra. -Kate, encantada, le dio la L-. Muy bien, cariño, vamos a ver si encontramos las demás -apuntó apartándose de la pared-.

Pero Zac la tomó del brazo.

Zac: ¿Por qué no unimos fuerzas? ¿Qué os parece si buscamos las letras juntos? -propuso-.

Ness: No sé si...

Justin: ¡Tío Zac! -protestó-. Son chicas. Nos van a hacer perder.

Ness sonrió encantada.

Ness: Justin tiene razón. Vamos, Kate.

Pero no pudo alejarse pues Zac no la había soltado.

Zac: ¿Huyendo de nuevo, Ness?

Ness: No sé de qué me hablas -contestó sin poder mirarlo a los ojos-.

Zac: Ya -dijo soltándola-. Huye, huye mientras puedas.

Ness se alejó a paso ligero, como si estuviera huyendo de verdad, y no aminoró la marcha hasta que su sobrina y ella habían girado y habían perdido de vista a Zac y a Justin.

Confundida, dejó que Kate las guiara mientras ella se preguntaba qué acababa de pasar. ¿Por qué había pegado a Drake?

«¿Tú por qué crees que fue?», le había dicho.

Ness supuso que por algún sentimiento de responsabilidad sobre ella. Su madre le había pedido que cuidara de ella, algo que a Ness le había parecido ridículo, pero lo cierto era que de vez en cuando lo veía vigilando.

Tras la pelea con Drake, Ness había decidido protegerlo ella a él para que no le hicieran nada, pero Zac no había necesitado su protección. Tenía apariencia débil, pero había resultado ser un chico fuerte. Había creído conocerlo bien y se había equivocado. ¿Como ahora?

Kate: ¡Mira, tía, la salida! -gritó-.

Ness siguió a su sobrina fuera y se encontró con Heather sentada en un banco y con Ella saltando sin parar.

Heather: Ah, aquí estás -suspiró-. Ya me estaba empezando a preguntar si os había pasado algo a Zac y a ti.

Ness sintió que se sonrojaba de nuevo y se abanicó con la entrada del laberinto. Menos mal que su sobrina mayor la salvó del mal trago.

Ella: ¡Hemos encontrado todas las letras en media hora! -exclamó emocionada-. ¡Heather no se ha perdido ni una sola vez!

Ness miró a Heather sorprendida.

Heather: Me sé el secreto -sonrió de forma felina-.

Ness sintió que odiaba a Heather más que nunca. Si hubiera sido otra persona, le habría preguntado cuál era el secreto, pero no pensaba hacerlo.

Kate: ¿Cuál es el secreto?

Heather: No te lo puedo decir. Lo tienes que averiguar tú sola.

¿Se lo estaba diciendo a la niña o también a ella? En aquel momento, salieron Zac y Justin y Ness se encontró con que no podía mirarlo a la cara.

«Basta ya. Estoy siendo ridícula», se dijo. Tomó aire y lo miró, pero él ni se había fijado en ella. Estaba ocupado con Ella.

Ella: Heather sabe el secreto -gritó-.

Zac enarcó una ceja y tomó a su prometida de los hombros para decirle algo al oído. Ness apretó los puños. Ella creía que lo que había pasado en el laberinto... que significaba algo, que había visto algo especial en sus ojos. Obviamente, habían sido imaginaciones suyas.

La realidad era que Zac no podía quitarle los ojos, ni las manos, de encima a la rubia.

Ness se sintió de repente baja de moral. Su plan para que se descubriera que Heather odiaba a los niños había saltado por los aires.

Heather tenía todas las ventajas. Era guapa, lista y sabía el secreto. Tal vez, Zac no necesitara que nadie lo protegiera de todos los Drake del mundo, pero contra ella no tenía nada que hacer.

Tenía que hacer algo para librarlo de aquellas garras de manicura francesa, pero, ¿qué? Mientras volvían a la tienda de su hermana, no paró de preguntárselo.

Zac: Vanessa, tengo una sorpresa para ti.

Ness. ¿Una sorpresa? -dijo sintiendo una punzada de curiosidad-.

Zac asintió.

Zac: Heather ha organizado una carrera benéfica de patines para mañana y te he apuntado.

Ness: ¿Cómo? -exclamó clavando las uñas en la tapicería del coche-.

Zac: Te he apuntado a la carrera de patines de mañana -repitió sonriente-. Es por una buena causa.

Ness: Pero... -No podía decir que no sabía patinar en línea porque les había dicho que sí sabía-. Lo siento -mintió-, pero mañana tengo muchas cosas que hacer. Tenemos una boda muy importante.

Heather: ¿El domingo?

Ness: Son judíos.

Zac: Te estás confundiendo -apuntó-. Los Feldman se casan el domingo que viene. Ya he hablado con Anne y me ha dicho que mañana no te necesita.

Ness: Pero tengo que ponerme con el vestido de Heather. Voy mal de tiempo y, además, hay que elegir los vestidos de las damas de honor...

Zac: Eso ya está hecho. Los ha elegido Heather esta mañana.

Ness miró la melena rubia perfectamente peinada que tenía delante.

Ness: ¿Heather ha elegido mi vestido?

Kate: ¡Yo la he ayudado! -intervino-. Es precioso, tía Vanessa. Tiene montones de volantes rosas.

Al ver la sonrisa de satisfacción de Heather, estuvo a punto de decir que la única vez que se había puesto volantes rosas había sido para el funeral de una rubia, pero consiguió morderse la lengua.

Ness: Entonces, tendré que tomar medidas y empezar a coser -insistió-.

Zac: Sally me ha dicho que tiene tus medidas. Linda y ella se van a encargar de hacerte el vestido -le aseguró-. Me dijeron que les venía muy bien el dinero.

Ness: No sé si voy a estar un poco cansada después de lo de esta noche... -apuntó intentando no parecer muy desesperada-.

Zac: Venga, Nessi. Me tengo que ir de viaje y va a ser la última vez que te vea antes de irme.

Ness: ¿Te vas de viaje? -preguntó desesperada de verdad-. ¿Cuánto tiempo vas a estar fuera?

Zac: Una semana más o menos. Tengo que ir a Washington DC para ultimar los detalles de la venta de RiversWare.

Ness se quedó en silencio. ¿Cómo iba a convencerlo de que no se casara con Heather si no estaba en la ciudad?

Zac: Ven a la carrera, Nessi. Significa mucho para mí -le pidió mirándola por el espejo retrovisor-.

Al ver sus ojos, sintió que el corazón comenzaba a latirle aceleradamente de nuevo, como en el laberinto. Zac estaba acostumbrado a salirse siempre con la suya y Ness lo sabía, pero no sabía patinar y no iba a ir a la carrera por muy intensa, insistente y atractiva que fuera su mirada...

Ness: Claro que iré -se oyó contestar-.




Menos mal que pensaba decirle que no iría a la carrera XD. Verás que risa cuando se caiga todo el rato por no saber patinar en línea XD. Qué tonta eres, hija... Pero tú tranquilo, Zac. Que el título de "Tonto más grande del mundo" no te lo quita nadie. Da hasta pena y todo XD.

¡Gracias por los coments!

Lucia, la novela tiene 13 capítulos, que ya lo dije ¬_¬
Y en cuanto a tu otra pregunta, te diré que sí, Zac es tonto y más que lo va a ser XD.

Lau, has estado desaparecida pero te perdono por el comentario tan guay que me has dejado XD.
Me parece que tu visión de los protas, es que son tontos los dos XD. Zac por casarse con semejante arpía y Ness por no darse cuenta de que la quería como algo más que un amiga. Y de Heather que te voy a decir. Por las palabras que le has dedicado veo que eres su fan número 1 XDXD.

¡Comentadme mucho!
¡Un besi!


3 comentarios:

Lau B. dijo...

Hmmm...
Si tuviese a esta Vanessa en frente le daria una bofetada! de los dos ella es definitivamene la mas idiota!!! y las excusas que pone para no ver la verdad?? Por favor son tan ridiculas que dan risa! seguro Zac le pego a Drake porque se sentia obligado ya que su madre le pidio que la cuidara!YEAH RIGHT!!!
Me da la impresion como si Zac solo esperara que Ness dijera las palabras correctas para dejar a Heather... pero supongo que eso no va a suceder...
PS: sipi! soy su fan! porque al parecer es la unica persona inteligente y que sabe lo que hace en esta novela!! estoy indignada con Zanessa... esta vez estan haciendo competencia por quien es el mas idiota y definitivamente van empatados!
Publica pronto!!
Bye
Xx

Anónimo dijo...

bueno quisiera decir en primer lugar que no me gusto el capii me encanto y me fascinante y quisiera que me recomendaras lecturas para leer si
gracias

Unknown dijo...

woww..por un momento me ilusione en cuanto a zac y vane, pero se ha roto esa ilusion :(
Cierto que tiene 13capis, estoy en la luna jaja.

Me ha encantado el capi, pero me dan ganas de matar a la prometida de zac¬¬
que se cree esa?.
y se nota de lejos, que zac esta enamorado de nessa y nessa de zac.

sube pronto :)

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