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miércoles, 6 de febrero de 2013

Capítulo 9


El intercomunicador de Vanessa sonó el lunes por la mañana temprano.

Recepcionista: Tiene una llamada por la línea tres, señorita Hudgens.

Ness: ¿Brittany? ¿Te importa esperar aquí un momento?, tardo un minuto -se disculpo ante Brittany que la miraba desde lo alto de una silla en el centro de la habitación, con los brazos extendidos y sobre ellos innumerables muestras de tejidos-.

Britt: Atiende la llamada. Yo estoy bien aquí arriba -contestó haciendo un gesto dramático-.

Ness: Vanessa Hudgens -dijo reclinándose sobre el sillón de cuero-.

Zac: Vanessa, soy Zac.

Vanessa se irguió sobre el sillón y apoyo con firmeza los pies en el suelo. No hacía falta que dijera quien era: aquella voz profunda con acento americano le ponía los nervios de punta con solo escuchar una sílaba.

Britt: ¿Quién es? -preguntó moviendo los labios-.

Vanessa sacudió la cabeza y se acercó el teléfono a la oreja. Vanessa no había descansado en todo el fin de semana tratando de convencerse de que lo mejor para ella era olvidarse de él. Pero habían bastado tres simples palabras para hacerla dudar de nuevo: si la estaba llamando para invitarla a cenar de nuevo no sabía si sería capaz de negarse.

Ness: ¿Sí, Zac?

Zac: Quiero contratarte para que organices una fiesta.

Vanessa escribió su nombre en el cuaderno.

Brittany leyó la anotación desde su posición en lo alto de la silla y se quedó con la boca abierta. Vanessa le hizo señales con la mano para que dejara las telas y saliera de la habitación.

Britt: Buena suerte -dijo en voz baja mientras salía sin hacer ruido-.

Parecía que Zac no la llamaba para invitarla a cenar de nuevo. Vanessa se alegró de que no pudiera ver lo sonrojada que estaba. Le había hecho caso y eso era lo que ella quería, ¿o no?

Entonces fue cuando se dio cuenta realmente de lo que Zac le había pedido. Le estaba pidiendo sus servicios profesionales pero ella sabía que las opiniones de ambos sobre lo que era una fiesta diferían bastante. Ya se imaginaba buscando algún local y publicitando un concurso de camisetas mojadas con una jarra de cerveza enorme como primer premio.

Ness: Me halaga que hayas pensado en Séptimo Cielo para la organización, Zac, pero no estoy muy segura de que pueda hacer una fiesta de tu gusto.

Vanessa escuchó sorprendida la risa de Zac al otro lado.

Zac: Relájate, Vanessa. No estaba pensando en mujeres desnudas luchando en el barro. Además, no es para la empresa. Se trata de una fiesta privada. Mi hermana Miley quiere celebrar una fiesta de compromiso, algo que está más en la línea de lo que organizaste el otro día para la recaudación de fondos del canódromo.

Aquello sonaba más acorde con la línea profesional que a ella le gustaba pero sabía que la fiesta no era lo que le preocupaba.

Ness: Bueno, estoy muy ocupada ahora mismo pero puedo pasarte con algún compañero especializado en este tipo de...

Zac: Mira, Vanessa -comenzó, cuya voz empezaba a sonar impaciente-, esto es lo que te propongo: si me gusta lo que hagas con la fiesta de Miley, te ofreceré la exclusiva de Efron Holdings.

Vanessa parpadeó asombrada.

Ness: ¿La exclusiva de Efron Holdings? -repitió-.

Zac: Sí. Hasta ahora hemos podido organizarlo nosotros internamente pero la empresa está creciendo internacionalmente y estamos desbordados.

Vanessa trató desesperadamente de retener su imaginación desbocada.

Ness: ¿Cuál es la trampa? -preguntó con la esperanza de que fuera eso para poder tener una razón para rechazar la oferta-.

Zac: La trampa es que no quiero que nadie más se ocupe de la organización de eventos para mi empresa. Te quiero a ti.

«Ten cuidado con lo que deseas, Vanessa, porque puede que lo consigas». Las palabras no dejaban de resonar en su cabeza en medio del silencio.

Zac le estaba ofreciendo el contrato que su empresa, entre otras muchas, había estado tratando de conseguir sin éxito durante años. No podía convencerse ni convencer a nadie más de que tuviera que rechazar la oferta. Tenía que organizarle una fiesta y tenía que ser perfecta.

Ness: Está bien, lo haré -respondió dando un suspiro-.

Zac: No es necesario que te muestres tan alegre -dijo riéndose-.

Ness: Estoy encantada, de verdad, ésta es una gran oportunidad aunque no puedo dejar de preguntarme por qué.

Zac: ¿Y por qué no?

Ness: Bueno, ya has visto mi trabajo y ambos sabemos que no tenemos los mismos gustos.

«Y la otra noche lo pasé muy bien, y había pensado que nunca más volvería a escuchar esa preciosa voz tuya».

Zac se rió de nuevo y Vanessa sonrió consciente de que estaba empezando a ser adicta al sonido.

Zac: Sabes muy bien cómo venderte, ¿eh? Estoy empezando a cambiar de idea.

Ness: Mira, será un placer encargarme de la fiesta de compromiso de tu hermana -dijo riendo también-, y te prometo que será fabulosa, pero tengo una contraoferta para ti.

Zac: Oigámosla entonces.

Vanessa tomó aire profundamente y habló.

Ness: Lo negociaré todo directamente con ella y cuando me des el contrato de Efron Holdings, lo cual estoy segura de que harás, trataré con el departamento de publicidad pero no contigo.

Zac: Ahora sí que eres tú. No sabía muy bien si tendrías ese espíritu auto protector -dijo con una voz suave, si cabe más sexy de lo habitual, radicalmente opuesto a lo que ella pretendía-.

Solo había intentado aclarar los límites profesionales, algo que nunca antes le había parecido algo sexy, pero con Zac todo era diferente...

Ness: Gracias, creo. Si me das el teléfono de tu hermana puedo empezar ahora mismo.

Zac: Los deseos de Miley son órdenes para mí. Ése es el resultado de haber estado fuera tanto tiempo. Ahora tengo que tratar de comprar su afecto.

Vanessa supo por el tono afectuoso de su voz que aquello era cierto y no pudo evitar preguntarse el tipo de mujer que habría que ser para arrancar a este hombre un sentimiento tan profundo.

Zac: Siempre y cuando no tenga que ayudar a Miley a elegir entre candelabros de bronce o de peltre.

Ness: Peltre -dijo automáticamente sin dejar de garabatear la avalancha de ideas que llenaban su cabeza-.

Zac: Eso es lo que ella eligió. Vosotras dos estáis hechas la una para la otra.

Ness: Creo que entre una fiesta y que te quedes para siempre, ella preferiría lo segundo -dijo sin pensar-.

Zac: ¿De veras? -dijo con voz tenue al otro lado-.

La insinuación de Vanessa había quedado clara.

Ness: Pregúntaselo, Zac -dijo fingiendo que la pregunta no tenía doble sentido-, y ya verás lo que dice.

Zac: Estoy seguro de que tienes razón -contestó con su tono de voz habitual-. Supongo que tendré que esperar a tener noticias de Miley para saber cómo va todo.

Ness: Te lo agradecería. Y ¿Zac?

Zac: Sí, Vanessa.

Ness: Gracias.

Zac: No me lo agradezcas todavía -le advirtió antes de colgar-.

Vanessa colgó el teléfono lentamente. Brittany miraba expectante desde el otro lado de la puerta acristalada. Vanessa le hizo señas para que entrara.

Britt: ¿Y? -preguntó con los ojos relucientes-.

Ness: Puede que en breve salgamos en el periódico como la empresa organizadora que ha obtenido el contrato de Efron Holdings.

Britt: ¡Viva! -dijo dando brincos y se sentó en la silla de antes, olvidando momentáneamente los tejidos-.

Ness: No tenías planes para las próximas dos semanas, ¿verdad?

Britt: Todo puede esperar.

Ness: Cuanto antes solucionemos los otros proyectos, antes podremos ocuparnos de Zac Efron.

Britt: Querrás decir de Efron Holdings.

Ness: Pues claro -dijo cambiando a continuación de tema-. Y ahora ponte de pie en la silla para que podamos terminar con esas telas antes de la comida.

Britt: Algunos días me siento terriblemente infravalorada


Scott: No puedo creer que hayas hecho algo así -dijo desde la puerta del despacho de Zac-.

Zac sabía por la expresión de Scott que había escuchado lo suficiente.

Zac: Pues créetelo, Scott. El tema de la organización se me está empezando a ir de las manos y estoy considerando la posibilidad de delegar parte para tener algo más de tiempo.

Scott: Es la primera noticia que tengo.

Zac: No tenías necesidad de saberlo antes, por eso la empresa lleva mi nombre y no el tuyo.

Scott entró en la habitación y se tumbó en el sofá que había junto a la pared más alejada de la habitación. Se puso a hojear con gesto despreocupado una revista que Zac tenía en la mesa de centro.

Scott: No ha salido con nadie este fin de semana, sabes. Tenía un par de posibles citas para ella, incluido el nuevo de Administración y Finanzas, Matt Sadler, el que trató de ligar con ella en el canódromo. Pero ella no quiso.

Zac pensó que aquello no era asunto suyo pero de pronto se dio cuenta de que estaba aguantando la respiración.

Scott: Y el joven Matt es muy guapo, eso dicen todas las chicas del departamento -continuo-. Pero ella dijo que no. -Dejó de mirar la revista y se concentró en Zac que esperaba que su rostro no trasluciera la curiosidad que sentía-. ¿Tú no tendrás idea de por qué se habrá echado atrás, verdad?

Zac sacudió la cabeza no muy seguro del sonido de su voz ya que sentía la garganta seca. Tal vez hubiera dejado la caza y hubiera decidido comportarse como una mujer soltera normal, capaz de organizar por sí misma su vida sentimental. Eso daría un giro importante a las cosas.

Scott: Tal vez solo necesitara recargar las baterías, prepararse para los contrincantes que se le presentarán la próxima semana -añadió-.

Zac: Tal vez -dijo volviendo a la tierra de golpe-.

Scott: Bueno, ha sido más fácil de lo que creía. Dejó un grato recuerdo en todos los chicos que llevamos el otro día al canódromo. Cuando dije que estaba disponible y buscando, apenas si tuve que hacer nada más.

Zac: Qué bien.

Scott: Sí. He conocido a un montón de buenos tipos. Tuve que cancelar la cita con uno pero nos caímos tan bien que hemos quedado para jugar al squash a la hora de comer.

Zac estaba decidido a no darle a Scott la satisfacción de saber que sus comentarios estaban haciendo mella en él. Sentía unos molestos pinchazos de celos a cada palabra.

Zac: ¿Algo más en lo que pueda ayudarte?

Scott: No -dijo mirando al techo en busca de inspiración-.

Zac: Puedo encontrarte trabajo para hacer si estás aburrido. Creo que nadie ha limpiado las persianas desde que me fui.

Scott: Lo siento, David. Llegaré tarde a mi partida de squash -y diciendo esto se dirigió hacia la puerta. Justo antes de salir se dio la vuelta y miró a Zac con una amplia sonrisa-. Y pensar que ahora mismo estaría comiendo solo en mi despacho de no haber sido por ese idiota con el que se chocó Vanessa en la calle que la desconcertó y la lanzó a una loca búsqueda de marido. ¡Uno tiene que adorar a esa chica!

Zac: ¿A quién estás llamando idiota?

Zac comprendió entonces por qué Vanessa le había pedido que no le dijera nada a Ashley sobre el encuentro que habían tenido en la calle. ¡Así es que la había desconcertado! Pero si prácticamente lo había desnudado con la mirada aquella mañana. Será mentirosa... Merecía que se descubriera su pequeño engaño.

A menos que lo encontrara realmente repulsivo desde aquel primer encuentro. Cada vez que se habían visto ella se había mostrado brusca con él, incluso le había dicho una vez que no era su tipo.

Mucho mejor para él. No había razón ya para luchar por vencer la creciente atracción que sentía hacia ella si ella no lo encontraba atractivo. Entonces cayó en la cuenta del significado de lo que Scott acababa de revelarle: él era la razón de que Vanessa estuviera buscando marido.


Ash: ¡Me alegro muchísimo, Vanessa! Te encantará Miley -dijo al otro lado del teléfono-.

Ness: Por favor, dime que podrás venir.

Ash: Por supuesto, a menos que el bebé tenga otros planes, allí estaremos.

Vanessa estaba sentada en la cama con las piernas cruzadas con el teléfono inalámbrico pegado a la oreja mientras movía la cabeza hacia delante y hacia atrás en un intento de sacudir las tensiones del lunes.

Ash: Scott me ha dicho que el fin de semana rechazaste dos citas -continuó-.

Ness: Necesitaba un descanso.

Ash: ¿Si? ¿No hay otra razón? ¿Nadie te ha llamado la atención todavía?

Ness: Nadie.

Ash: ¿Ni siquiera Zac?

Ness: Ashley...

Ash: Vamos, Vanessa. Si no estuviera con Scott yo misma lo agarraría con las dos manos y no lo dejaría escapar. Es el mejor partido.

Ness: No lo harías. No es tu tipo.

Ash: ¿Entonces de quién es el tipo? Espero que tu plan no se haya desinflado.

Ness: No temas.

Ash: Bien porque ya había decidido ponerme un vestido rojo, con la espalda descubierta y lleno de lentejuelas. Además, te he echado las cartas y los astros predicen una relación amorosa para el mes de julio. Tal vez los astros ayuden.

Ness: ¡No!

Ash: Está bien -suspiró-. ¿Qué vas a hacer esta noche? ¿Ver la tele?

Ness: Si no fuera por tu Scott todavía seguiríamos siendo dos solteras que no hacían más que ver “Orgullo y prejuicio” en la televisión y comer palomitas dulces.

Ash: Era divertido, ¿verdad?

Ness: Mucho. Pero Scott te encontró y te amó y nos enseñó lo mucho que podían mejorar nuestras veladas nocturnas. -Suspiró al tiempo que se tumbaba de costado y se encogía como un ovillo-. He visto “Orgullo y prejuicio” demasiadas veces. No sabes lo afortunada que eres, Ashley, al tener a alguien tan bueno, sincero y fuerte a tu lado.

Ash: ¡Cualquiera diría que Scott es un “San Bernardo”!

«Mejor un “San Bernardo” que un “Rottweiler”».

Ash: Alguien como Scott te sacaría de tus cabales -continuó-.

Ness: No lo creo.

Ash: Por ejemplo, él guarda en el mismo cajón los calcetines, los pañuelos y los calzoncillos. Tú tienes un cajón separado para cada cosa y los organizas por color y tejido según las temporadas.

Ness: ¿Y ahora cómo podré mirar a Scott sin pensar en su ropa interior?

Ash: En serio, un día encontrarás a tu hombre. Un hombre que te endulzará la vida y te dejará llamar a vuestro primer hijo Mitch como siempre quisiste, pobre criatura.

Ness: No veo por qué te parece tan raro el nombre de Mitch. Es un nombre muy masculino...

Ash: ¿Vas a dejar de hacer bromas y me vas a escuchar? -Vanessa la miró intensamente y le prestó atención-. Lo que quiero decir es que el hombre perfecto para ti está ahí fuera pero créeme, no se parecerá en nada a Scott. No es que tenga nada en contra de mi pobre marido. Tú también lo vuelves loco.

Ness: Gracias.

Y Vanessa sabía que aunque sus amigos siempre estarían ahí para todo lo que pudiera necesitar, tendría que ser ella sola la que encontrara al hombre de su vida.




¡Buf! ¡Cuántas cosas! XD
La fiesta de Miley, el contrato de Efron Holdings, Ness con su búsqueda de marido, sin saber que ya lo encontró... XD Ah, bueno, y Zac que ya se ha enterado de que es el "idiota del choque en la calle" XD XD.

Ey, gracias por los coments. Pedir más no es fácil. Se ve que estáis ocupadas. ¡Pero eso es bueno! ¡Hay que hacer cosas! Pero también es bueno tener unos minutitos de ocio al día.

Lau, ¡no te esfuerces! solo se puede dar click a las casillas una vez por usuario XD. También hice la misma cosa que has hecho tú, que yo te dije, y nada. Así llegué a la conclusión que solo puede ser un click por usuario XD.

Comentad mucho que tengo ganas de publicar la siguiente novela, que es muy guay. Aunque todas son guays XD. Pero esa es de mis prefes ;)

Bye!
Kisses!


2 comentarios:

Unknown dijo...

NO EH PODIDO COMENTAR ANTES PORQUE EH ESTADO CON EXAMENES!
Y BUENO.. PERO AQUI ESTOY!
CUANTAS COSAS LE VAN A PASAR A VANSSA EH!
ME ENCANTA COMO VAN LAS COSAAS, AUNQUE QUIERO QUE PASE ALGO ENTRE VANE Y ZAC-
SUBE PRONTO.

Anónimo dijo...

Yo siento que me voy por poquito tiempo y siempre me atraso demasiado u.u ame en capítulo anterior y este ni que se diga <3
Esta novela esta perfecta!!
Tengo que comentar más seguido :D

La amo la amo la amo la amo

Ya quiero ver como termina esto del contrato!!

Saludos -Caro-

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