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sábado, 2 de febrero de 2013

Capítulo 7


No fue hasta que Vanessa hizo gesto de seguir a su grupo cuando se dio cuenta de que seguía del brazo de Zac. Lo miró pidiéndole disculpas y lo soltó pero él tiró de ella hasta quedar a escasos centímetros.

Zac: No tan deprisa, señorita Hudgens. Antes de dejar que te marches quiero que me respondas a una pregunta -dijo con voz apenas audible, algo ronca, el gesto de sus ojos inescrutable y el pelo reluciente por los rayos del sol-.

Ness: Pregunta.

Zac: ¿Qué demonios llevas en los pies?

Vanessa parpadeó varias veces, a continuación se miró los pies y sonrió. En la confusión reinante lo había olvidado por completo.

Ness: ¿Es que nunca has visto unas botas de agua, señor Efron?

Zac: Sí, claro. Pero tengo que admitir que nunca las he visto en una mujer adulta, tan bien vestida como tú en este momento. ¿Es una nueva moda?

Ness: Hmm. Has estado mucho tiempo fuera, ¿verdad? Las botas de agua de color amarillo chillón son un básico este invierno en Melbourne.

Zac: ¿Ha desbancado al vestido de cóctel negro?

Ness: No, eso nunca, pero se pueden llevar con él -respondió haciendo un dramático gesto de asombro-.

Zac asintió con expresión muy seria fingiendo estar impresionado ante los conocimientos de moda de Vanessa. Finalmente la acompañó hasta los escalones que llevaban hacia el estrado.

Zac: ¿Me permites preguntarte ahora por qué los llevas?

Ness: Para no mojarme los pies -contestó después de unos segundos para conseguir mayor efecto. Zac miró a ambos lados y levantó una ceja que denotaba su falta de convencimiento-. Vale. Después de la lluvia de anoche, llegué esta mañana y me encontré que todo el suelo bajo la carpa tenía diez centímetros de barro y no quería que los invitados se marcharan con el recuerdo de unos pies húmedos pero tampoco quería encerrarlos en una impersonal sala de reuniones sin vistas a las carreras, así es que he traído botas y calcetines secos para todos los invitados de mi lista.

A medida que Vanessa contaba su historia, Zac dejó de mirar al grupo de personas que había delante de él y se había concentrado otra vez en ella, con los ojos relucientes.

Zac: Y aparte de ti, ¿alguna otra persona se ha atrevido a ponérselas?

Ness: Claro, todo el mundo.

Vanessa adelantó a Zac un poco antes de llegar a la valla que separaba al público de la pista. Zac buscó al resto de su grupo y los vio encaramándose sobre la valla y empujó a Vanessa en su dirección pero ésta lo sujetó para que no continuase; entonces lo miró con una sonrisa reluciente y sin más se escurrió sin esfuerzo a través del agujero de la valla que había pasado desapercibido para los otros. Zac la miró asombrado y rápidamente la siguió.

Una vez dentro del recinto Zac quedó atónito. A su alrededor había montones de mesas de cristal y del techo colgaban enormes lámparas. Se habían colocado radiadores en sitios estratégicos por todo el recinto, y las paredes estaban cubiertas de hiedra trepadora por entre la que asomaban tímidas margaritas y narcisos blancos.

Era como un jardín en medio de la niebla y el barro de fuera.

Zac miró los rostros de la gente que iba entrando, muchos familiares, algunos famosos, pero todos riendo y bebiendo y disfrutando; todos llevaban puestas botas amarillas de goma.

Se volvió entonces hacia Vanessa que lo miraba con una mueca de satisfacción.

Zac: Estoy impresionado.

Ness: ¿Y tus pies?

Zac bajó la vista y tuvo que admitir que sus zapatos estaban empapados.

Zac: Un desastre. Tengo empapados hasta los calcetines. -Vanessa hizo una señal apenas perceptible a alguien por detrás de Zac y en unos segundos un camarero llegó cargado con un par de botas y unos calcetines de algodón secos-. ¿Tengo que hacerlo?

Ness: ¿Qué crees? -Por respuesta, Zac tomó las botas y acercó una silla para sentarse. Le dio los zapatos estropeados al camarero y éste le entregó un resguardo del guardarropa-. Así. Ya eres uno de los nuestros.

Vanessa se giró para darle algunas instrucciones a un joven que llevaba un cuaderno en las manos. Parecía una mujer eficiente a la que le gustaba tener el control de la situación. Y entonces se dio cuenta: estaba feliz porque él había hecho lo que ella quería que hiciera. Zac se puso tenso disgustado por la sensación de que lo controlaran. Él era un hombre libre al que nada ni nadie podía atarlo. Ya había vivido una vez sujeto a las necesidades y deseos de otra persona y no quería pasar por ello de nuevo. Pero ahí detuvo el curso de sus pensamientos.

«Relájate. Es solo un par de botas. Solo por hoy. Puedes obedecer los deseos de otro por una tarde sin que signifique que tengas que hacerlo toda la vida».

Toda la vida. Recordó entonces que ella sí estaba buscando marido para toda la vida y había convencido a Scott para que la ayudara.

Pero no entendía por qué. Era una mujer preciosa, delgada, con curvas y una mata de pelo ondulado oscuro en el que daban ganas de hundir los dedos. Y sabía que aquellas piernas eran largas, esbeltas y suaves aunque en ese momento estuvieran medio ocultas por aquellas ridículas botas amarillas.

No había parado de atraer miradas curiosas desde que había entrado y antes, sus propios hombres se habían peleado para que les dedicara una sonrisa. Zac observó a una pareja muy bien vestida que hablaba de ella al otro lado de la tienda y sintió una urgente necesidad de acercarse a ella para protegerla de aquellas miradas escrutadoras.

Vanessa debió ver que la estaba mirando porque le hizo un gesto con una mano para decirle que solo tardaría un momento. Su rostro era abierto y estaba sonriendo. A medida que la miraba aquel rostro se le fue haciendo más familiar y Zac se sintió realmente a gusto.

Finalmente Vanessa se acercó y se derrumbó en una silla junto a él. Allí, lejos de las bebidas y de los hombres sudorosos, el aroma de jazmín emanó libremente de ella. Y Zac se estremeció.

Aquello era un problema. Debería salir de allí, volver con sus colegas, volver a la oficina, volver al otro lado del planeta. Debería pero no podía hacerlo, aún.

Zac: Eres una trabajadora nata, señorita Hudgens -dijo con tono agradable-.

Ness: Todo sea por el bien del canódromo.

Zac: Y por las arcas de Séptimo Cielo.

Ness: Me temo que esta vez no es así.

Zac: ¿Estás haciendo todo esto por nada?

Ness. No me entiendas mal. Yo no voy a pagar todo esto. Los gastos se pagarán con lo que se saque de las apuestas.

Zac: ¿Y tú no verás ni un céntimo? -no podía creerlo-.

Ness: Eres un incrédulo, señor Efron.

Zac: ¿Por qué?

Ness: Los encargados de recaudar fondos hacen ya suficiente durante todo el año para que este lugar siga funcionando. Si me llevara el porcentaje que suelo cobrar por mi trabajo no les quedaría nada.

Zac: ¿Pero por qué aquí? Antes me dijiste que nunca apuestas. ¿Tanto te gustan los galgos?

Ness: En absoluto -contestó haciendo una mueca-. Ver a esos pobres animales muertos de hambre persiguiendo a una liebre no es de mi gusto. En realidad lo hago por el coronel.

Zac: ¿Por qué lo conoces tan bien?

Vanessa abrió la boca para responder pero se lo pensó mejor. Echó un vistazo a su alrededor buscando una razón o tal vez una excusa para cambiar de tema, y pareció relajarse mucho cuando vio que el coronel se acercaba a ellos.

Charles: ¡Mi querida Vanessa! -dijo con los brazos abiertos-.

Ella se puso de pie y le dio un abrazo. Zac sintió una incómoda punzada en el pecho ante el súbito cambio que se había producido en ella. Con él era la típica mujer urbana, moderna y segura de sí, pero con la persona adecuada florecía hasta convertirse en una criatura completamente distinta. Sus sonrisas eran más dulces, más suaves, con una capacidad para agradar que parecía salir sin esfuerzo.

Ness: Charlie. ¿Lo estás pasando bien?

Charles: Siempre, gatita.

Ness: ¿Estás preparado para tu discurso? Solo quedan diez minutos.

Charles: Claro. Eres muy dulce -dijo volviéndose hacia Zac-. Era nuestra pequeña mascota, siempre correteando entre nuestras piernas, recogiendo tickets, y el pelo suelto flotando en el aire. -Zac no estaba muy seguro de cómo insertar esa información en lo que Vanessa le había contado-. ¿Y ves esa pequeña cicatriz? -preguntó señalando la nariz de Vanessa-. Ahora apenas se le nota.

Ness: No importa, Charlie, es hora del discurso. Discúlpanos, Zac -dijo interrumpiendo al coronel y llevándoselo hacia el estrado-.

Y esta vez le dedicó la sonrisa a él exclusivamente y supo, a pesar de los gritos de protesta de su subconsciente, que no iba a moverse de allí.

El discurso del coronel resultó brillante. Era un hombre divertido y a la vez dulce y tierno, lo suficiente como para que los presentes se animaran a dar una contribución para mantener el viejo canódromo en funcionamiento durante un año más.

Zac y Scott se habían quedado esperando a Vanessa. Los otros se habían marchado al centro a terminar allí su juerga y Vanessa se ofreció a llevarlos a casa.

Abandonaron el canódromo cuando el sol ya se ponía. El suelo de tierra se había secado considerablemente y ya no era necesario llevar las botas aunque Vanessa tenía problemas para seguir el paso de los hombres con los zapatos de tacón que llevaba.

Ness: ¿No es en situaciones como ésta en la que vosotros como caballeros deberíais extender las chaquetas en el suelo para que yo pisara? -les preguntó a los dos hombres-.

Scott: Pensé que eso solo se hacía con las reinas.

Zac: Y nosotros sabemos que, tú solo eres una princesa -añadió a su oído haciendo que se le erizara el vello del cuello-.

Por más que insistía para sus adentros en apoyar su teoría, estaba comenzando a creer que había algo más tras la mirada reservada de Zac de lo que había pensado en un principio. Por ejemplo, ¿qué tipo de hombre tendría una personalidad tan fuerte como para convencer a un alcohólico para que bebiera solo limonada en un bar?

Pero tal vez no fuera esa la cuestión. Tal vez la teoría necesitara una vuelta. Tal vez Zac Efron no era exactamente el típico hombre distante, tal vez tuviera conciencia a pesar de no estar predispuesto genéticamente a comprometerse. Puede que fuera atractivo como un adonis y tan inteligente como Platón ¿pero sería tan cariñoso como Scott?

Zac le puso la mano en la espalda al llegar al aparcamiento. Ella huyó del contacto como si fuera fuego. Vanessa dejó primero a Zac en la empresa. Éste salió del coche y se acercó a la ventanilla del conductor.

Zac: Gracias por el paseo.

Ness: De nada -contestó sin parar el motor-.

Zac: Y por una tarde estupenda. Ha sido... una sorpresa. -Vanessa sonrió sin soltar el volante. Zac estaba tan cerca de ella que podía oler su perfume dulce y seco a la vez. Delicioso. Entonces, apoyó las manos en la ventanilla bajada y se alargó más para despedirse de Scott-. Hasta mañana, Scott.

Scott: Allí estaré, jefe.

Zac se giró hacia Vanessa, su rostro quedó a tan solo unos centímetros del de ella.

Zac: Hasta pronto, Vanessa -dijo y por su tono de voz Vanessa creyó que así sería. Se acercó a ella entonces y le dio un suave beso en la mejilla. Vanessa sintió la tibieza de sus labios durante el breve contacto-. Prométeme que llevarás a Scott a casa, con Ashley, de una pieza.

Ness: Te lo prometo. Adiós, Zac.

Y en cuanto éste retiró las manos de la ventanilla Vanessa arrancó y se alejó. Miró por el retrovisor y vio a Zac de pie en medio de la calle, con las manos en los bolsillos del pantalón, mirándola. Ella trató de mantener la atención en la carretera aunque su mente daba vueltas sin parar en otra dirección.

Ness: ¿Has pensado en alguien para mí? -preguntó de pronto a Scott-.

Scott quedó callado mientras asimilaba la pregunta.

Scott: Estoy seguro de que podré encontrar a alguien.

Ness: Entonces, hazlo. Y lo antes posible.

Scott: Si todavía quieres hacerlo...

Ness: Así es.

Scott la miraba pero ella lo ignoraba a él. Ya le había dicho lo que pensaba.

Scott: Dalo por hecho.




Ha estao bien el capi, ¿no? Ha estado interesante. El beso de Zac en la mejilla de Ness, lo he sentido hasta yo XD. Qué bonito ^_^

¡Felicidades Lau! Espero que te haya gustado el capi. No es de los más interesantes de esta historia, pero no ha estado mal XD. En tu país no sé, pero en mi país es costumbre, bueno en realidad no sé de que país proviene pero aquí lo hacemos XD, tirar de la oreja tantas veces como años se cumple. ¿Cuántas veces hay que tirarte a ti de las orejas? XD
Que lo pases muy bien y que te regalen muchas cositas.

Gracias por los coments. Comentadme más XD.
Bye!
Kisses!



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6 comentarios:

LaLii AleXaNDra dijo...

No habia podido comentar por tiempo, pero me encanta la nove,
yo también sentí ese beso en la mejilla, al menos ya vamos avanzando con Zac :)

Unknown dijo...

No podia comentar antes, no se que paso :S
Pero por suerte pudeee!
Creo que ese es de unos de los capitulos de esta nove que mas me gusto.. Zac parece que esta atraido por Vane, y lo mismo pasa con Vane aunque ella le cueste adimitirlo, a Zac pareciera que no.. ya sabe que siente cosas por Vane.

Y que Vane deje de buscar marido, si ya lo encontro!! Solo tiene que darle una oportunidad a Zac y ablandarle un poco el corazon a el, para que se casen!

Me ha encantado el capi, espero que subas proonto.

Natasha dijo...

Tambien senti el beso de Zac xD
aww me gusta esta nove, por lo que veo tambien tiene su misterio... ME ENCANTA!
pd: quisiera publicar en la mia y no puedo waaa :'(

gracias por comentar por alla ;)

Natasha dijo...

Hare como tu y publicare todos los dias en mi nove para exijirte que hagas lo mismo xD

sabes, hay muchos capis de noves anteriores que me hubiese gustado comentar pero al momento no pude =/

Tratare de no acumular eso, con lo que habias dicho de facebook GRACIAS! tambien odio las novelas de facebook, osea.. NO HAY NADA MAS COMODO QUE UNA NOVELA EN BLOGGER!!

facebook? en serio? puero buee.. si creias que eso es patetico que porque no conoces las novelas de twitter, NOVELAS EN TWITTER!!! hasta donde llegará la estupidez humana? jeje.. Me voyy

Natasha estuvo aqui ;)

Lau B. dijo...

HELLOOOOO!
gracias por desearme feliz cumpleaños!
cumpli 18 añitos... a quien engaño! me siento vieja :( :P
me gusto el capitulo... lo de la princesa me flecho!
OFICIALMENTE YA AMO A ESTE ZAC!
le tengo Fé, se que el va a cambiar
y que Nessa se va a desencantar del otro...
por qué? porque ya conocio a Zac y sus expectativas subieron... creo que todas estamos de acuerdo con que no es facil compararce con Efron, no?
jajajajajaja
siguela prontooooo
Bye
Lau B.

KatiiZV dijo...

https://www.youtube.com/watch?v=boasVUAUk6A&list=RDMM_DsYggJRQvM&index=2 les dejo un videito con lo q leo estas noves :D (en partes tristes)

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