Capítulo 10

Zac: Mamá, no es el fin del mundo -dijo sosteniendo el teléfono con la barbilla mientras se apartaba para revisar el contenido de su armario. Si no encontraba una camisa limpia, se suicidaría-. Sólo es un cambio de planes.

**: ¡Cambio de planes, dice! ¿Has oído eso, Salvatore? Abandona a su familia en Nochebuena y lo llama un cambio de planes.

Linda Efron siempre hablaba con dos personas a la vez, una por teléfono, y la otra en su acogedora cocina con olor a pan recién horneado.

El padre de Zac, Sal, murmuró algo ininteligible. Estaba acostumbrado a la afición al drama de su esposa y, como el propio Zac, la encontraba secretamente entretenida.

Zac: Escucha… -encontró de pronto una camisa blanca, todavía envuelta en el plástico de la tintorería, y se abalanzó sobre ella-. Intentaré volver a tiempo para la misa del Gallo.

Linda: A la misa, dice.

Zac: Es lo que da verdadero sentido a la fiesta, mamá.

Linda: ¿Y qué pasa con la cena? Vas a perderte la torta di spinaci, los bauletti di maiale, los pandoro.

Zac sacó cinco corbatas distintas del fondo del armario.

Zac: Sobreviviré, mamá. Mañana desayunaré los pandoro.

Linda: Oh, así que no te veremos hasta el desayuno. ¿Qué está pasando, Zac?

Zac: Bueno -aspiró profundo-, está esa chica…

Linda: ¡Lo sabía! Ringrazi il cielo, ¿has oído eso, Sal? Zac tiene una novia. Va a pasar la Nochebuena con ella.

Zac sonrió, sacudiendo la cabeza.

Zac: Mira, mamá, no te alegres tan…

Linda: ¡Ja! Sé lo que quiere decir que un hombre pase la Nochebuena con una chica. ¿Acaso tu padre y yo no nos comprometimos en matrimonio una Nochebuena? -le interrumpió para sonarse la nariz, emocionada-. Es como cuando estabas en la universidad, y nos prometías a cada momento que un día nos presentarías a alguien. Siempre me rompió el corazón que no la trajeras nunca a casa.

Sabía que debería explicarle que aquélla no era más que una simple cita que había dado la causalidad que había caído en Nochebuena. Que Vanessa Hudgens no era de su mundo, que probablemente sus vidas seguirían diferentes caminos después de aquella noche, que ella estaba tan poco hecha a convertirse en mujer de un policía como él de incorporarse a la alta sociedad. Sabía que debería decirle también a su madre que ese mismo día había visitado el apartamento de Vanessa y se había sentido como un auténtico extraterrestre.

Pero no le dijo nada de eso. Porque tenía un corazón terco, y había algo en su interior que le decía que quizá, sólo quizá, Vanessa y él podrían acabar juntos esa vez.

Linda: ¿Te has dado lustre a los zapatos? -le preguntó ya con tono pragmático-.

Zac: ¿Eh?

Linda: Tus zapatos. Dales lustre hasta que veas tus dientes reflejados en ellos, ¿me oyes?

Sonriendo de nuevo, sacó su mejor par.

Zac: Tranquila, mamá.

Linda: Y el traje… ¿te pondrás el que te compraste para el funeral del tío Rico, verdad?

Zac: Una excelente elección.

Le soltó de un tirón una retahíla de instrucciones mientras él examinaba detenidamente cada corbata.

Zac: Me voy a duchar, mamá -dijo al cabo de un rato-. No quiero llegar tarde.

Linda: Ve, ve -lo urgió-. Pero… ¿Zac?

Zac: ¿Sí?

Linda: Tráela a casa esta vez, ¿vale?

Rasgó el envoltorio plástico de la camisa.

Zac: Haré lo que pueda, mamá.

Otra vez corto XD

Pero ya el siguiente es más largo y más interesante. ¡Ya es la fiesta de Ness!

Por cierto, Vanessa y Ashley hicieron ayer un dueto muy bonito que tenéis que ver. Esta en canal de YouTube de Ashley. Miradlo y ya me contáis.

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