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miércoles, 27 de julio de 2011

Capítulo 9


Will: Vanessa, mi querida niña, no sabes cuánto siento haberte traído a Bear Creek con un falso pretexto -dijo el Reverendo con la voz turbada, mientras conducía su Ford gris hacia la ciudad-. No sé cómo disculparme por haberte liado con los Efron. Lo siento mu...

Ness: Tío Will, no importa.

Will: Sí, sí importa, y mucho. Zac está decidido a que esa boda se lleve a cabo. Aunque admiro su dedicación a los hijos de su hermano, no creo que sea justo que esté intentando involucrarte en una relación unilateral, únicamente para su propio beneficio. -Vanessa permaneció en silencio. La incomodaba hacer confidencias de hasta dónde había llegado su relación con Zac en tan poco tiempo-. Zac es un hombre fuerte y dominante -continuó el Reverendo-. Un buen hombre, pero acostumbrado a salirse con la suya. Creo que hará cualquier cosa para que te cases con él y te quedes en el rancho con esos niños tan difíciles.

Ness: Sólo son activos e inquietos -defendió a la pandilla Efron-.

Will: Querida, no tienes que ser tan discreta, puedes hablar francamente conmigo. No quiero que te veas atrapada allí por...

Ness: Tío Will -lo interrumpió-. Creo que será mejor que te diga que estoy considerando seriamente el casarme con Zac.

El Reverendo se secó la frente con un pañuelo arrugado.

Will: Estaría encantado de oír esa noticia si supieses lo que estás haciendo, Vanessa. ¡Pero no lo sabes! Zac te ha tenido ahí aislada... -tragó saliva-. Ha utilizado su innegable atractivo sexual y... su experiencia para empujarte a un matrimonio de conveniencia. Conveniente para él, claro.

Ness: Zac no me ha empujado a nada -dijo intentado detener el rubor de sus mejillas-.

Will: Estoy seguro de que te ha convencido de eso. Te ha seducido de tal manera, que creerás todo lo que él quiera que creas.

Vanessa suspiró.

Ness: Zac no es ningún canalla, tío Will. Tú querías que me casase con él, ¿recuerdas?

El Reverendo Will se sonrojó.

Will: Creía que haríais una buena pareja -admitió-. ¡Pero no así! Esperaba que tuvieses una relación que pudiese acabar en matrimonio. Pero él prácticamente te raptó en el aeropuerto, te ha hecho prisionera en el rancho...

Ness: Como ves, no estoy prisionera, tío Will. Estoy aquí contigo ahora, ¿no?

Will: Te permite que estés unas horas fuera para que pienses que no estás cautiva. Pero sí lo estás. Habrás notado lo que ha insistido en que volvieses al rancho esta noche.

Ness: Sí.

Vanessa se acaloró de excitación, pensando en la mirada de deseo de Zac cuando la había abrazado antes de dejarla marchar. La deseaba, y deseaba que volviese a su cama esa noche.
Miró a hurtadillas a su padrastro. Ella se había sentido vacía y sola desde que su madre y Will se divorciaron. Ambos habían encontrado a otras personas a las que amar y que los amasen, pero Vanessa no había tenido nunca a nadie, hasta que había conocido a los Efron, que la necesitaban tanto como ella los necesitaba a ellos.
¿Pero cómo explicar ese profundo e inesperado vínculo a Will Carter?

Will: Dónde está tu sentido común, Vanessa? ¿Dónde está tu orgullo? -se lamentó el Reverendo-. No es a ti a quien Zac quiere, sino a alguien que cuide a esos niños. Se habría casado con cualquier joven que hubiese estado dispuesta a... -se detuvo y tosió discretamente-... a aceptar sus condiciones.

Ness: Zac ha sido honesto conmigo, tío Will. No ha intentado engañarme. Podríamos tener un buen matrimonio basado en...

Will: Zac no tenía que engañarte, Vanessa. Lo estás haciendo tú misma. Por mi propia experiencia sé que esa clase de matrimonio no funciona -el Reverendo se detuvo para tomar aire-. Yo estaba profundamente enamorado de tu madre y deseaba tanto casarme con ella que no me importó cuando me dijo que ella no me amaba, que sólo se casaba conmigo porque necesitaba un marido que la mantuviese a ella y a su hija, que, por supuesto, eras tú. Y todo se derrumbó ante mí cuando se enamoró locamente de Drew Grant. No quiero que te rompan así el corazón, Vanessa.

Vanessa no dijo una sola palabra el resto del viaje. Fue el Reverendo Will el único que siguió hablando de cómo Zac la estaba utilizando. Cuando llegaron a casa del Reverendo, Vanessa estaba totalmente desmoralizada.

Will: Vanessa, antes de entrar... -dijo incómodo, mirando al frente-. Jessica y Jennifer no saben que estuve casado anteriormente. Sophie nunca ha querido decírselo. Cree que podrían... traumatizarse.

Ness: Creo que Sophie es la que está traumatizada -dijo sin alterarse-. Pero no tienes que preocuparte. Puedo decir que conociste a mi familia cuando vivías en el Este.

El Reverendo Will asintió con la cabeza, con una expresión de alivio y pesar al mismo tiempo.
Sophie, Jessica y Jennifer la saludaron cordialmente, y durante la cena, que fue deliciosa, la conversación fluyó fácilmente.
Después de cenar, Vanessa se quedó a solas con Sophie.

Sophie: ¿Cómo está tu madre?

A Vanessa casi se le cae la taza de café, y tardó un momento en volver a pensar con claridad.

Ness: Está bien, gracias.

Se hizo un profundo silencio.

Sophie: Tu madre era una de las mujeres más guapas que he conocido -dijo sin rodeos-. No podía creer que Will se casase conmigo después de haber estado casado con una belleza como tu madre.

Ness: Estoy segura de que Will no se habría casado contigo si no te quisiese -dijo para ser amable-.

Sophie: Quería hablar contigo, de mujer a mujer, para aclarar las cosas -le sonrió tensamente-. Por lo que he oído, puede que te vengas a vivir al Rancho Doble R, y como miembro de nuestra congregación, nos veremos con regularidad.

Vanessa no respondió. Lejos de Zac y los niños y después de escuchar al Reverendo Will, se había apoderado de ella un triste pesimismo.
Pensó en Zac, y en su falta de romanticismo. Aun así se había enamorado de él y había acabado en su cama. Los ojos se le llenaron de lágrimas, pero rápidamente se deshizo de ellas.

Sophie: ¿Vendrá tu madre a la boda? -preguntó ignorando su silencio-.

Ness: No hay planes definitivos de boda.

A Vanessa empezaron a arderle las mejillas y apartó los ojos de la curiosa mirada de Sophie.

Sophie: Entiendo tu indecisión. No respecto a Zac, por supuesto. ¡Es un ranchero tan valiente y apuesto! Las mujeres se han desmayado por él durante años. -se puso seria y se inclinó hacia Vanessa, bajando la voz-. Pero tener a los hijos de su hermano prácticamente anula todo su atractivo.

Vanessa se encogió de hombros. No tenía intención de hablar de los Efron con Sophie Carter. Pero Sophie sí quería hablar de ellos, sin necesidad de que Vanessa interviniese.

Sophie: Como recién casada, querrás estar a solas con tu marido, pero esos niños estarán ahí -dijo haciendo una mueca-. Y más adelante, te molestará no tener tiempo para tus propios hijos. Si yo fuese tú, haría todo lo posible para que esos niños volviesen con Jesse y Sarah, o con sus abuelos. ¿Por qué tenéis que cargar Zac y tú con ellos?

Vanessa se quedó mirándola, perpleja. ¿Se daba cuenta Sophie de que estaba describiendo su antipatía por la hijastra de su marido, que daba la casualidad de que era ella?
El Reverendo Will entró en el comedor, con el rostro sonriente.

Will: Ya he terminado con el teléfono y las niñas con la cocina. ¿Están estas encantadoras damas listas para ir a la iglesia?

Sophie: Naturalmente que sí -se levantó y le plantó un beso de esposa a Will en la mejilla-. Creo que te lo pasarás bien, Vanessa. Nuestro mercadillo no es sólo para los miembros de la iglesia, sino que viene toda la gente de Bear Creek, a comprar o a vender, o simplemente a charlar. Y puedes encontrar estupendas gangas.

Jessica: Y muchas porquerías -dijo uniéndose a ellos-. ¿Os acordáis de aquella horrible fuente que los Green donaron el año pasado? Casi nos morimos de risa cuando la compró el señor Hale para ponerla en su jardín.

Will: No seas mala, Jessica -dijo el Reverendo apaciblemente-. Recuerda, la basura de un hombre es el tesoro de otro-.


A Vanessa no le pareció que hubiese muchos tesoros en el mercadillo, mientras iba siguiendo a Will y a Sophie entre las mesas instaladas en el solar de la iglesia. La pareja se detenía a hablar con todo el mundo y presentaban a Vanessa como la joven amiga de Zac Efron.
Sophie no había exagerado al decir que iría todo el pueblo. Con todas las miradas y murmullos que la rodeaban, Vanessa se sentía como si estuviese expuesta con el resto de las cosas a la venta.
Cuando Will y Vanessa fueron abordados por un anciano charlatán, Sophie continuó su ronda. Al poco rato le hizo señas para que se uniera a ella y a una pelirroja que la miraba con cara de pocos amigos. Vanessa no se sorprendió al enterarse de que la joven, llamada Stel Harris, había tenido una relación «muy estrecha» con Zac.

Stel: Me dolió rechazar la proposición de Zac, pero le dije que los únicos niños a los que cuidaría serían los míos -dijo sin morderse la lengua-. Si crees que puedes casarte con Zac y decirle que se deshaga de esos chicos, te llevarás un gran chasco. Está absolutamente decidido a quedarse con ellos.

Sophie: Ya se lo he dicho a Vanessa. Está indecisa respecto a casarse con él -añadió-.

Stel: ¡Pues claro! -se mostró un poco más simpática-. ¿Qué mujer en su sano juicio querría vivir con esos terribles mocosos? Incluso Danielle, divorciada y con treinta y cuatro años, lo rechazó.

Vanessa había oído bastante.

Ness: Oh, a mí esos niños me gustan -dijo con frialdad-. No tengo ningún inconveniente en vivir con ellos. Lo que me echa para atrás es la idea de vivir con Zac.

Y se marchó, sonriendo radiantemente a las dos mujeres que la miraban con la boca abierta.

Alex: ¡Tía Vanessa! ¡Hola, tía Vanessa! ¡Ya hemos llegado!

Alex y Alysson corrieron hacia ella. Se alegró tanto de verlos, que casi los abraza.

Alysson: Hemos comido pizza -exclamó-. Ahora quiero comprar algo. ¡Un juego que hay para hacer collares y pulseras!

Alex: ¿Me compras a mí un Power Ranger? -suplicó-.

Alysson: Si no has jugado con esos horribles Power Rangers desde que llegamos a Montana, estúpido -le dijo con desprecio-.

Alex: ¡Pues a mí me gustan! ¡Tonta!

Alex le dio un empujón a su hermana, tirándola encima de una mesa llena de revistas. Por lo menos cincuenta cayeron al suelo.
Alysson rompió a llorar ruidosamente y se frotó el brazo.

Alysson: ¡Creo que me lo ha roto! -berreó-. ¡Por tres sitios!

Vanessa advirtió que todas las miradas estaban puestas en ellos. Empezó a recoger las revistas del suelo, sugiriendo a los niños que la ayudasen. Los dos estaban llorando.
Entonces llegó Nick.

Nick: Callaos -les dijo a sus hermanos-. Parecéis niños pequeños.

Alysson: ¡No es verdad! -dijo con indignación-.

Y las lágrimas de ambos cesaron.

Ness: ¿Dónde están Miley y tu tío Zac? -preguntó a Nick-.

Nick: Miley dijo que quería quedarse en casa porque todavía le dolía la cabeza. El tío Zac creyó que era un pretexto para marcharse cuando nos hubiésemos ido. ¡Pero la ha dejado bien apañada! Le pidió a Tom que se quedase en la casa y se asegurase de que no se fuese.

Ness: Oh, sí, la ha dejado muy bien apañada -dijo irónicamente-.

Nick: Y el tío Zac sigue con ella -les dijo a sus hermanos, que refunfuñaron disgustados-. Están fuera, sin dejar de reírse.

Ness: ¿Ella? -repitió con la boca repentinamente seca-.

Nick: Amber Hanson -le informó-. Se sentó con nosotros en la pizzería, haciéndose la simpática con el tío Zac. Fue repugnante.

Alysson: A nosotros no nos habló, nos odia -añadió-.

Alex: Tía Vanessa, si te digo un secreto muy malo, ¿me comprarás el Power Ranger? -susurró tirándole a Vanessa de la manga-.

Vanessa vio que Zac entraba con una rubia colgada del brazo, que era todo sonrisas, grandes ojos azules y hoyuelos, y Zac la estaba mirando y también le sonreía.
Vanessa sintió una punzada de celos, y tuvo que contenerse para no correr hacia Zac y apartar a la adorable rubia de su lado, y tal vez ensangrentarle sus encantadores hoyuelos. Y después agarraría a Zac y...

Alysson: No te preocupes, se irá pronto -le susurró al oído, poniéndose de puntillas-.

Vanessa se alarmó de que la violencia de sus emociones fuese tan obvia, e hizo un esfuerzo para mantener una aparente calma.

Nick: Sí, lo hemos apañado para librarnos de ella -se carcajeó-.

Ness: ¿Qué habéis hecho? -preguntó con nerviosismo-.

Alysson: ¡Quitarle la cartera! -exclamó con alegría-. Nick se la sacó del bolso y yo la escondí en el servicio de señoras de la pizzería.

Nick: Cuando vaya a comprar algo, verá que no la tiene -se rió descaradamente-. Y entonces tendrá que volver a buscarla.

Vanessa se quedó pasmada.

Ness: Eso está fatal. ¡Habéis robado! -dijo con la voz agitada-. Tenéis que decírselo inmediatamente.

Nick: ¡Eh, ahí está Lilian Foster! -sus ojos se iluminaron al ver a una morenita que le saludaba con la mano-. Voy a dar un paseo con ella. Hasta luego, chicos.

Alysson: ¿Vas a besarla?

Nick sonrió maliciosamente y desapareció.

Alex: ¿Me lo compras, tía Vanessa? -volvió a tirarle de la manga-.

A Vanessa empezaba a darle vueltas la cabeza. Zac y Amber. Miley y Tom. Nick y Lilian. Alex y Alysson. La cartera de Amber. Los Efron no sólo eran asombrosos, sino implacables.

Alex: ¡Por favor, tía Vanessa! -suplicó-. Te diré el secreto.

Ness: Está bien. ¿Qué secreto? Pero Alex, no vuelvas a empujar a tu hermana -dijo distraídamente-. ¿Prometido?

Alex: Prometido -repitió con una radiante sonrisa-.

Ness: Y tú no vuelvas a llamar estúpido a Alex, Alysson. Ahora tenéis que decirle a Amber Hanson lo de su cartera -añadió-.

Alysson: Amber Hanson es fea -frunció el ceño-. Y come escupitinajos.

Ness: ¡Alysson, eso es una porquería! -exclamó-.

Alex: ¡Yo le escupí en la ensalada! -alardeó muerto de risa-. Y ni siquiera se dio cuenta. ¡Se la comió toda!

A Vanessa se le revolvió el estómago con la confesión de Alex.

Ness: Habéis tratado a Amber Hanson de una manera terrible y le debéis una disculpa -les dijo cuadrando la espalda y mirándolos fijamente-.

Alex: Cuando me compres el Power Ranger.

Alysson: Cuando me compres el juego de joyas.

Ness: No vamos a comprar nada hasta que no le digáis a Amber Hanson lo de su cartera -dijo tranquilamente-, y os disculpéis por... por haber sido malos con ella. No hace falta que entréis en detalles -añadió-.

Alysson y Alex intercambiaron miradas.

Alysson: Vale.

Agarró a Alex de la mano, susurrándole algo al oído mientras corrían hacia la pareja.
Ness, igual que todos los demás, estaban mirando a Amber Hanson cuando soltó un grito y se abalanzó sobre los niños. Pero ellos fueron más rápidos y llegaron corriendo y riendo junto a Vanessa.
Tras un intento fallido de abofetear a Zac, la rubia salió furiosamente del edificio.

Alex: Ya está, tía Vanessa -exclamó-. Le he dicho que sentía haber escupido en su ensalada.

Alysson: Y yo le he dicho que vi su cartera en el servicio y que sentía no habérselo dicho.

Alex: Ahora cómpranos eso -gritó tirándole de la mano-.

Zac: ¡Nos vamos! -dijo apareciendo ante ellos, alto, fuerte y muy furioso-. Nadie va a comprar nada.

Alex: ¡Nosotros sí! -se encaró con su tío-. La tía Vanessa nos lo ha prometido.

Zac: No me importa lo que haya dicho ella. Nos vamos y no quiero oír una palabra más -dijo tirando de Alysson hacia la puerta, y mirando imperativamente por encima de su hombro-. Vanessa, trae a Alex. ¡Inmediatamente!

Alysson: ¡Me haces daño en el brazo! -gritó-.

Alex: Vamos, tía Vanessa, cómprame el Power Ranger -suplicó tirando de Vanessa hacia el otro lado-.

Stel Harris eligió ese inoportuno momento para unirse a ellos.

Stel: ¿Zac, puedo hablar contigo un momento?

Zac: Nos íbamos a casa -refunfuñó-.

Alysson aprovechó para soltarse de su tío y correr junto a Vanessa.

Ness: Os dejamos para que habléis -dijo con hostilidad-.

Rodeando a los niños con el brazo, Vanessa se los llevó, dejando solos a Zac y a Stel.

Stel: Bueno, Zac, como siempre, tus sobrinitos han dado la nota -dijo irónicamente-. Pero parece que tu novia maneja bien a esos pequeños psicópatas.

Zac observó a Vanessa y a los dos niños sonriendo y hablando animadamente.

Zac: ¿Qué es lo que quieres, Stel?

Stel: Sólo quería felicitarte y que supieses que no te guardo ningún rencor -continuó sonriendo más genuinamente-. Ahora salgo con Gregory Foster. Se divorció de Mary Jane en primavera.

Zac: Gregory tiene dos hijos, Stel -le recordó-. ¿Y lo que decías de evitar a los hijos de los demás?

Stel: ¡Yo nunca dije eso! -la sonrisa de se transformó en una mueca de disgusto-. Yo no quiero evitar a los hijos de nadie, pero no quiero vivir con ellos. Lilian y Tommy viven con su madre, y son muy diferentes de esos mocosos que has heredado tú. Son educados y de buen trato.

Zac: Por ahora, tal vez -dijo con sarcasmo, pensando en la relación de Lilian con su sobrino-.

Dejó a su antigua novia, agradeciendo al destino que la hubiese apartado de su vida. Y lo mismo pensaba de Amber Hanson. Clavó la vista en Vanessa mientras se dirigía hacia ella y los niños. En muy poco tiempo, ella se había convertido en una parte esencial de su vida.
Alex y Alysson llevaban sus juguetes en la mano.

Alysson y Alex: ¡Gracias, tía Vanessa! -dijeron a coro, alegremente-.

Vanessa vio que Zac se aproximaba, y sintió su intensa mirada. Parecía más calmado, pero seguía enfadado.

Alysson: Ya nos podemos ir a casa, tío Zac -canturreó victoriosamente-. Tengo el juego de joyas.

Alex: Y yo mi Power Ranger -anunció enseñándole la caja a su tío-.

Zac: Ya veo -dijo atravesando a Vanessa con la mirada-. ¿Y qué les vamos a regalar cuando echen veneno a alguien en el plato o roben en una tienda?

Alex: ¿Tío Zac, sigues enfadado con nosotros?

Zac: Sí, sigo muy enfadado con todos.

Zac cerró una mano en la nuca de Vanessa y le puso la otra en la cintura. En cuanto la tocó, sintió que su furia empezaba a evaporarse, mientras se apoderaba de él otra clase de tensión, caliente y agradable. Casi no podía esperar a llegar a casa.

Zac: Nos vamos -anunció con firmeza-.

Alysson: Vale, vamos a buscar a Nick. A lo mejor lo pillamos besando a su novia.

Alex: Nick y Lilian, Lilian y Nick -canturreó-.

Los dos salieron corriendo con sus juguetes.

Zac: ¡Dios, qué noche! -gruñó con la mandíbula apretada-. Estoy deseando llegar al rancho... donde tú y yo tendremos una seria conversación sobre eso de comprar regalos a pequeños terroristas.

Las emociones de Vanessa bullían en su interior como en una humeante olla.

Ness: Si no me quitas las manos de encima, voy a dar un grito que hará que los de Alysson parezcan susurros.

Zac: Te tomo la palabra -replicó dejando las manos donde estaban-. Y mi amenaza es que si no vienes conmigo ahora mismo, te voy a sacar en brazos de aquí, y me importa un pimiento que la mitad de Bear Creek nos esté mirando.


4 comentarios:

caromix27 dijo...

OSea efron, sales con otra y todavia tienes ganas de mandar ¬¬
hombre tenias q ser!!
pero = sta xvr
me encanto las "disculpas" de alex y aly xDxD
comenten chicaS!!
q stoy segura q les ha gustado xD

Natalia dijo...

Perdona por tenerte tan abandonada, pero he estado de viaje y no he tenido internet ni ordenador.
Sigue pronto con la novela, que esta super bien.
Muack

LaLii AleXaNDra dijo...

ASHHHH :@
HOMBRE TENIAS QUE SER EFRON...
Eres un idiota al tratarla asi..
Vanessa tiene que ser mas fuerte e imponer..
Siguela..
;)

이지준 dijo...

OMG zac machista loco
y los niños jejeje me caen
super bien
jeje siguela la
nove esta super
cool
bye

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