topbella

domingo, 3 de mayo de 2015

Capítulo 7


Estaba seguro de que un enanito con un martillo gigante estaba intentando salir de su cráneo. Sentía los latigazos en las sienes y el dolor se extendía por toda la cabeza.

Abrió los ojos con mucho cuidado y volvió a cerrarlos al notar el azote del sol en la cara.

Buscó la almohada, sin encontrarla, se giró y se cayó al suelo. Abrió los ojos de nuevo y trató de enfocar la habitación.

¿Qué demonios hacía en el sofá del salón? Se preguntó, incapaz, de recordar como había ido a parar allí. Respiró varias veces, profundamente, despacio. Y recordó.

La llamada de Vanessa, el sartenazo, sus caricias para aliviarlo... Sí, se acordó de todo, al detalle. Luego se había bebido media botella de whisky, tratando de borrar el dulce sabor de sus labios. Pero no había servido de nada, por supuesto, y ahora tenía una jaqueca espantosa.

Algunas chicas harían cualquier cosa por veinte dólares... ¿qué lo había poseído para soltar algo tan fuera de lugar? Sabía que Vanessa lo había llamado para pedirle ayuda. Puede que lo hubiera mentido el día en que la había sorprendido vigilando, pero había sido sincera desde entonces. Y por mucho que deseara que la acompañara a Filadelfia, no la creía capaz, en absoluto, de seducirlo para conseguir su objetivo.

Todavía podía ver su expresión ofendida... aunque había reaccionado pronto: lo había mirado a los ojos y, sin mas, le había pedido que se fuese. Habría preferido que se hubiera puesto a gritar o le pegase de nuevo con la sartén; cualquier cosa antes que aquella mirada fría y silenciosa.

Por otra parte, igual había conseguido librarse de ella y que dejara de incordiarle con Margaret. Seguro que sería una anciana encantadora, pero había dicho que no iba a ir y nada le haría cambiar de idea.

El ruido del teléfono le taladró el cerebro. No quería hablar con Prescott y si era Will, podía esperar. Pero, ¿y si era otra persona? ¿Alguien de ojos marrones y cabello negro?

Zac: ¿Diga? -contestó por fin-.

**: ¿Eres tú,  Zac? -preguntó el mecánico-.

Zac: ¿Walt?

Walt: El único e inigualable. Son las once, ¿seguías dormido todavía?

Zac: ¿Llamabas por algo en concreto o solo para averiguar si estaba despierto?  

Walt: Intenté llamar a la señorita Hudgens antes, pero no la localizaba. Y como vosotros dos sois amigos...

Zac: ¿Te importa ir al grano? -lo interrumpió-.

Walt: Pues es que...

Zac se quedó de piedra a medida que escuchaba. Cuando colgó, emitió una grosería y corrió a vestirse al dormitorio.

Tenía que encontrar a Vanessa. Ya.


Vanessa estaba sentada sobre el mullido suelo del bosque, recostada contra el tronco de un árbol. No soportaba permanecer dentro de la caseta y, a falta de coche, la naturaleza era su única salida.

Cerró los ojos y aspiró el aroma de los pinos mientras una suave brisa levantaba las puntas de su cabello.

Había pensado en desistir, en pedirle a la pareja de recién casados que la acercaran al taller hasta que su jeep estuviera arreglado y luego marcharse al aeropuerto; pero no podía.

Margaret era demasiado importante para ella. Le había dicho a su amiga que le llevaría a su nieto de vuelta y no se rendiría hasta agotar todas las posibilidades.

Vanessa sabía que había dado en el blanco al decirle a Zac que tenía miedo de acabar queriendo a su abuela. Por eso, había reaccionado de esa manera tan agresiva. Pero, aunque lo comprendiera y se le había pasado en parte, todavía le dolía que la hubiera insultado de ese modo.

Y lo que más la enfadaba de todo, con diferencia, era que aún deseaba sentir su boca sobre la propia, sus manos por su cuerpo….

**: Aquí estás.

Abrió los ojos de golpe al oír la voz de Zac, tan sigiloso como de costumbre. Sintió una ligera satisfacción al ver su cara desencajada, estaba despeinado, tenía toda la ropa arrugada, los ojos rojos y no se había afeitado.

Zac: ¡Dónde estabas? -prosiguió-.

Ness: ¿Cómo dices?

Zac: Es una pregunta sencilla: ¿dónde has estado? -repitió-.

Ness: Me parece que no es asunto tuyo -contestó perpleja por el comportamiento de Zac-.

Zac: Llevas fuera varias horas. La gente se pierde con frecuencia si sale de los senderos marcados. En una ocasión tardaron cuatro meses en encontrar a un tal Wallace Walker. Solo quedaban sus huesos y sus gafas de sol.

Ness: Muy bonito. ¿Y cómo sabes que llevo tanto tiempo fuera?

Zac: Walt te ha estado llamando. Vanessa, tenemos que hablar -le ofreció una mano para levantarla-. Vamos a la cabina.

Ness: ¿Por qué me llama Walt? ¿Ya esta el jeep arreglado? ¡Oh no! -cerró los ojos, desesperada-. No me digas que no. Maldita sea.

Zac: Vanessa...

Ness: ¿Qué? -preguntó tras incorporarse sobresaltada por el grito de Zac-.

Zac: Alguien ha estado tocando tu jeep.

Ness: ¿Tocando el jeep? ¿Quieres decir que lo han destrozado en el taller de Walt?

Zac: Antes de que lo remolcaran. Walt tiene pruebas de que alguien provocó la avería de los frenos. Por eso fallaron.

Ness: Eso es ridículo -descartó-.

Zac: Tan ridículo como que alguien intentara entrar anoche en tu caseta -le recordó-.

Ness: Eso no es seguro. Igual fue un animal.

Zac: Encontré esto en tu porche esta mañana -dijo mientras sacaba una horquilla del bolsillo-.

Ness: ¿Qué quieres decir? ¿Qué todos los ladrones llevan el pelo recogido? -se burló-.

Zac: También encontré pisadas en la arena.

Ness: Haces esto para asustarme.

Zac: Llama a Walt y pregúntale a él si no me crees.

No lo creía; pero por otra parte, estaba convencida de que la noche anterior había echado el cerrojo y, luego, Zac lo había encontrado descorrido.

Ness: ¿Me estás diciendo que alguien quiere hacerme daño? No conozco a nadie en Wolf River aparte de... -se quedó blanca y dio un paso atrás-.

Zac: ¡Por favor, Hudgens! No soy yo.

Ness: Bueno -aceptó aliviada-, debes reconocer que te estoy sacando de quicio.

Zac: Morenita, todavía no sabes lo que es verme enfadado, pero esta claro que hay alguien que no te tiene mucha simpatía.

Ness: No creo -se resistió-. Estoy en Wolf River. ¿Por qué iba nadie a querer que tenga un accidente?

Zac: Quizá no es alguien de Wolf River ¿No decías que habías descubierto fraudes en diversas compañías? Si eres tan buena como dices..

Ness: Pero no tiene sentido -rechazó-. ¿Por que iba nadie a tomarse la molestia de ir tras de mí en Filadelfia?

Zac: Quizá para que cueste más establecer una relación con el atacante -sugirió-. Sobre todo, si te estrellas con el jeep. Parecería un accidente.

Ness: Pero entrar en mi casa no lo parecería -argumentó-. Las autoridades investigarían.

Zac: Te marchas dentro de dos días. Quizá están perdiendo la paciencia y por eso se arriesgan más. En la caseta no habría testigos y si no dejan pistas, no podrían identificarlos.

Una ardilla rozó las piernas de Vanessa y ésta se lanzó asustada sobre Zac. Luego se obligó a reírse mientras él la sujetaba.

Podía notar el calor de su cuerpo a través de la ropa. Se le aflojaron las rodillas...

¿Cómo era posible? Tan pronto estaban discutiendo la posibilidad de que alguien quisiera asesinarla, como se estaba derritiendo en sus brazos.

Zac: Vanessa -dijo con suavidad-.

Ness: ¿Sí?

Zac: Anoche me excedí. No debería haber dicho lo que dije -se disculpó-. Quizá tenías razón, un poco. Puede que no me guste la idea de tener la responsabilidad de una familia.

Ness: Ven conmigo a Filadelfia -insistió entonces, sorprendida por la disculpa y la confesión de Zac-.

Zac: No puedo.

Ness: ¿No puedes o no quieres?

Zac: Las dos cosas -tomó una hoja que había caído sobre la cabeza de Vanessa y le acarició con ella una mejilla-. Mientras tanto, ¿te parece si te llevo a la ciudad y vamos a comisaría?

Ness: ¿Para qué? ¿Para decir que puede que alguien haya saboteado los frenos de mi jeep y que puede que alguien haya intentado entrar en mi caseta? ¿Qué van a hacer? Solo voy a estar dos días más aquí. Ya iré a comisaría cuando vuelva a casa.

Zac: Si vives para contarlo -suspiró-. Está bien, haz las maletas.

Ness: ¿No me has oído, Efron? No pienso marcharme a ningún sitio.

Zac: Claro que sí, morenita -aseguró-. Te vienes a mi casa.


Se había opuesto, por supuesto, pero él había ganado. Porque una cosa era ser testaruda y otra ser estúpida. Si la estaban acosando, más le valía estar protegida.

Zac no podía creerse que le hubiera ofrecido que se mudara a su casa, cuando lo que debería haber hecho era atarla de nuevo y enviarla por correo urgente de vuelta a Filadelfia.

Pero no solo había insistido en que permaneciera allí, sino que la había invitado a que fuera con él esa noche, a la cena de Mike y July. También a esto se había negado al principio, y asimismo había acabado cediendo. En ese momento, estaba en la mesa de Zac y Miley, con la que charlaba animadamente.

Debía reconocer que estaba muy guapa, pensó Zac. Se había puesto una blusa rosa ajustada, se había hecho algo distinto en el pelo dejándolo caer de modo que sus pómulos resaltaran, y se había maquillado de tal manera que cualquier hombre descuidado podría hundirse en aquellos ojos. Pero él ya estaba precavido, más que de sobra.

Solo se había sentido obligado, racionalizó Zac. Ella había ido a Wolf River a buscarlo y quería asegurarse de que regresara sana y salva.

Había indagado un poco en busca de algún sospechoso, pero quien quiera que estuviera persiguiéndola, sabía esconderse... e iría tras ella cuando se fuera de Wolf River, donde él no podría protegerla.

July: ¿Quieres zanahorias? -le ofreció-.

Zac: ¿Cómo? -pestañeó y despertó de su ensimismamiento-. Sí, gracias.

Mike: Estas atontado -comentó-. Vanessa, quizá deberías darle una bofetada a ver si reacciona.

Will: O pegarle un puñetazo en el estómago -intervino-.

Charlie: ¿Puedo mirar? ¿Puedo mirar? -dijo emocionado, el hijo de cinco años de Will y Miley-.

Zac pensó que los bobos eran los demás, pero al oír a Vanessa reír, su risa le sonó celestialmente... ¿Pero qué hacía él fijándose en esas cosas? Desde luego, las flores del bosque lo estaban afectando, pensó con el ceño fruncido.

Ness: Gracias a todos por dejarme que me una a vosotros esta noche. Sé que era una celebración especial y espero no estar molestando...

Miley: Estamos encantados de que hayas venido -aseguró-. Tienes que venir mañana a la boda -añadió sonriente-.

Ness: No, es demasiado. Además, no tengo nada que ponerme.

Zac: ¿Qué tiene de malo la blusa que llevas puesta? -terció-. A mí me parece que está bien.

July: ¡Hombres! -suspiró-. Pero no te preocupes por el vestido. Somos de la misma talla mas o menos, o al menos lo éramos antes de que nacieran los pequeños. Ahora me está todo apretado...

Mike: Pues anoche estabas estupenda con ese... -arrancó-.

July: ¡Mike, hay un niño delante! -lo reprendió sonrojada-.

Charlie: Yo no soy un niño -protestó-. Ya tengo cinco años.

Miley: Claro que sí. Tía July se refería a tu papá.

July: En serio -prosiguió sonriente-, creo que puedo dejarte algo. Después de cenar, me acompañas arriba y te lo enseño.

Ness: Gracias -aceptó azorada-..

Miley: Zac dice que eres de Filadelfia -comentó-. ¿Tienes familia allí?

Ness: Mis padres murieron, pero tengo cuatro hermanos. Andrew es el mayor y el más serio. Es muy gruñón, pero en el fondo es un gatito. La verdad es que me recuerda mucho a Zac -Will y Mike rompieron a reír mientras July y Miley se llevaban sendas servilletas a la boca para ocultar sus sonrisas-. ¿Veis cómo frunce el ceño? No diréis que no es adorable -añadió al ver la cara de Zac-.

Mike: Ésa es la palabra -bromeó-. ¿A ti qué te parece, Hemsworth?

Will: Superadorable -confirmó-.

Vanessa miró a Zac, el cual decidió que ella no debía preocuparse porque nadie fuera a matarla, ya que él mismo se iba a encargar de hacerlo.

Ness: Luego está David -prosiguió-, el más tranquilo. Después Alex, el de mayor temperamento. Y Dan es el más pequeño. Siempre está alegre salvo que lo incordien mucho... cosa que yo hago con frecuencia -finalizó-.

Miley: ¡Qué bonito tener tantos hermanos -comentó-. Quizá nos conozcamos algún día.

Ness: Filadelfia es una gran ciudad. Todo el mundo debería ir allí al menos una vez en su vida -comentó-. ¿No te parece, Zac?

Zac: Hay muchos sitios a los que uno debería ir. Y otros a los que no se debería ir nunca.

Charlie: Tío Zac le ha dicho a mi papá que la semana que viene se va al Cairo tres meses -intervino-. ¿Eso está lejos?

Ness: ¿Al Cairo? -repitió extrañada-.

Zac: Sí, por el trabajo.

Ness: ¿Vas a exportar teléfonos móviles al Cairo?

Zac: Me lo estoy pensando.

Ness: ¿Te vas a ir al Cairo tres meses y no me lo habías comentado?

Zac se sintió molesto con aquel interrogatorio. De seguir así, aquello acabaría pareciendo una discusión entre enamorados... Porque aún no les había dicho quién era Vanessa en realidad, ni a qué había ido allí... Y quizá fuera mejor así.

Zac: ¿Me echarás de menos, cariño? -replicó por fin, sonriente-.

Ness: Es que me hacía ilusión enseñarte Filadelfia -improvisó-.

Charlie: ¿Por qué no vamos todos juntos? -propuso-. Se supone que las familias van siempre juntas de viaje.

Zac pensó que se trataba de una conspiración. Concretamente, le estaban entrando ganas de ahorcar a Charlie.

Cuando terminaron de comer, Mike sugirió fumar un puro en el patio, pero July se opuso.

July: Luego, cariño. Miley y yo vamos a enseñarle unos vestidos a Vanessa. Id fregando los platos. Tomaremos el café y el postre con vosotros cuando volvamos.

Zac sonrió al ver a Mike y a Will obedecer al instante. Al menos él seguía manteniéndose firme...

July: Zac -lo llamó-, ocúpate de los niños -añadió-.

Un segundo después, lo dejaron solo y con un bebé en cada brazo... aterrorizado.

Ness: Estás un poco pálido -se burló desde las escaleras-. ¿Te  pasa algo?

Zac: Yo... -se aclaró la garganta-. Yo no hago esto.

Ness: ¿Él qué?

Zac: Bebés...

Ness: Si se te da muy bien -dijo con dulzura-.

Zac: ¿No podrías…?

Ness: Lo siento, estoy ocupada -lo interrumpió-. A no ser, claro...

Zac: Cualquier cosa -imploró-.

Ness: ¿Cualquier cosa? -repitió-.

Zac: Eres perversa, Hudgens.

Ness: Con esos piropos llegarás lejos en la vida -rió-. Nos vemos en los postres.

Cuando se dio media vuelta, estuvo a punto de rendirse y prometerle que la acompañaría a Filadelfia… pero aguantó. A él no podían chantajearlo.




Efron, me estresas. ¡Vete a Filadelfia ya! No seas tan orgulloso (¬_¬)

¡Thank you por los coments y las visitas!
¡Comentad, please!

¡Un besi!


2 comentarios:

Unknown dijo...

Wow que capii!!
Quien quiere hacerle daño a Ness y porque? Me intriga mucho...
Y me parece que Zac esta un poco mas blando con Ness.


Sube prontooo

Maria jose dijo...

Jajajaja me encanto el final del capítulo
Esta novela es muy divertida, interesante
Y muy buena
Pero quien carajos quiere hacerle daño a Vanessa?
No tengo ni la menor idea de quien pueda ser
Síguela esta muy buena
Ya quieres saber más de la novela

Saludos

Publicar un comentario

Perfil