topbella

miércoles, 17 de julio de 2013

Capítulo 8


Zac caminaba de un lado a otro de la habitación tenso y nervioso, ignorando el ruido de la ducha al otro lado de la puerta del cuarto de baño. Había informado a Donatelli de sus últimas averiguaciones tan pronto como volvió con Ness al hotel. Había repasado mentalmente una y otra vez las entrevistas que había mantenido con Charles Levens y con Fiona Hamilton.

Y había ojeado los informes del laboratorio sobre el coche de Brittany y la casa de Vanessa que le habían sido entregados en aquella misma habitación. Al día siguiente hablaría con Wiley, con los tres guardias que había sobornado Fiona Hamilton y, por último, con el director Hanson.

Se pasó una mano por el pelo. Había un asesino suelto, un desconocido que lo había ayudado a fugarse y una inmensa cantidad de trabajo pendiente. Y aun así era incapaz de dejar de pensar en los sonidos procedentes del cuarto de baño.

Debió habérselo pensado mejor antes de insistir tanto en que Ness se quedara en su habitación esa noche. Pero cada vez que había logrado convencerse a sí mismo de que debía llamar a recepción para conseguirle otra… se había echado para atrás en el último momento. Porque no podía soportar la idea de perderla de vista.

El ruido de la ducha cesó de repente. Se oyó un ligero rumor, seguramente el de la cortina de la ducha. No pudo evitar imaginársela mientras se secaba… Tenerla en su habitación durante toda la noche, lo suficiente cerca como para oírla respirar, oler su aroma… iba a ser una verdadera tortura. Pero si quería protegerla, no había otro remedio.

Sacó una almohada y otra manta del armario y las dejó sobre uno de los sillones. No era el lugar más adecuado para dormir, pero tendría que resignarse. Porque dormir en la misma cama con Ness no constituía una opción.

Acababa de colocar su pistola y su móvil sobre la mesa, al lado del sillón, cuando escuchó otro sonido procedente del otro lado de la puerta. Era una especie de gemido, seguido de un silencio. Un llanto ahogado. Ness estaba llorando.

Se le encogió el corazón. Antes de que pudiera evitarlo, llamó suavemente a la puerta. Seguía llorando. Ya se disponía a llamar de nuevo cuando se detuvo en seco. ¿Qué creía que estaba haciendo? ¿Disponerse a entrar en el cuarto de baño como si fuera un caballero andante rescatando a su princesa? ¿Acaso iba a abrazarla? ¿A limpiarle las lágrimas con besos?

Ya le había dejado muy claro que era el hombre menos adecuado para consolarla. Solo tenía que acordarse de lo que había sucedido en aquella misma habitación, esa mañana. El dulce sabor de sus labios. La calidez de su piel desnuda rozando la suya. La mirada de dolor que vio en sus ojos cuando, finalmente, pudo controlarse y apartarse de ella.

Apoyó la frente en la puerta, escuchando en silencio su llanto, empapándose de su dolor, de su frustración. Poco a poco los sollozos se fueron espaciando. Se obligó a apartarse de la puerta, retirándose al otro extremo de la habitación.

Al cabo de unos minutos, salió Vanessa. Tenía los ojos enrojecidos. Su camisón de franela, que le llegaba hasta medio muslo, le daba una apariencia aún más frágil. Sus mejillas todavía estaban húmedas por las lágrimas.

Zac: ¿Te encuentras bien?

Ansiaba retirarle delicadamente el cabello de la cara, estrecharla en sus brazos… Pero se contuvo.

Estaba a punto de echarse a llorar de nuevo. Zac se maldijo por su propia estupidez. Por supuesto que no estaba bien. Y no lo estaría hasta que encontrara a Kane. Hasta que le devolviera a Brittany, sana y salva.

Zac: Lo siento, Ness.

Ness: Yo también -se abrazó, como si tuviera frío-. ¿Sabes una cosa? Todo me da pena. Brittany, nosotros. Incluso Fiona.

Zac: ¿Fiona?

Asintió con la cabeza. Le temblaba la barbilla.

Ness: Es tan parecida a Brittany. Tan necesitada, tan lastimada por la vida… Me pregunto si Fiona tendrá una hermana mayor. Una hermana mayor que la abandonó como yo abandoné a Brittany. Una hermana que no supo ejercer como tal.

Lo que más ansió Zac en aquel instante fue abrazarla, intentar aliviarla de aquella culpa constante, de aquella recriminación que tantas veces se había hecho a sí misma. Y que la torturaba cada vez que Brittany tomaba una mala decisión.

Zac: Solo eras una niña, Ness.

Ness: Tenía diez años.

Zac: Eso, una niña. Y estabas viviendo una situación intolerable, insoportable, cuando de repente se te presentó la oportunidad de escapar de aquella casa. La oportunidad de vivir con tu padre biológico en un hogar sano y bueno, y la aprovechaste. Fue una cuestión de supervivencia. No puedes culparte por eso.

Ness: Debí haber previsto que se quedaría completamente sola. Para entonces, nuestra madre ya estaba acabada. Y su padre nunca llegó a reconocerla como hija. Yo sabía lo que significaba vivir en aquella casa, la vida que le esperaba a Brittany si me marchaba. Pero me marché de todas formas. La dejé tirada, la abandoné -sacudió la cabeza, estremecida-.

Zac: No puedes culparte por eso, Ness -insistió-.

Ness: ¿Por qué no? Ella me culpa por haberla abandonado, ¿sabes? Siempre lo ha hecho. Se relacionó con Kane para castigarme. Y una vez que lo hizo, lo único que tuvo que hacer Kane fue convencerla de que la amaba. Estaba tan necesitada de amor… Fue una presa fácil para aquel monstruo.

Zac: Tú no tienes la culpa, Ness. La niña de diez años que eras tú no podía hacer de madre y de padre a la vez. Lo sabes tan bien como yo.

Ness: Quizá.

Zac: Quizá, no. Seguro. Si esto le hubiera sucedido a cualquier otra persona, ahora mismo estarías diciendo lo mismo que yo.

Vanessa bajó la mirada a sus manos entrelazadas.

Ness: Probablemente tengas razón. Pero daría la vida con tal de cambiar el pasado. Ojala pudiera arreglar las cosas.

Zac sintió una punzada de arrepentimiento. Sí, Ness siempre había querido arreglar las cosas. Primero con su madre y hermana, y luego con él. Pero había cosas que no podían arreglarse. Esa era una lección que había aprendido contemplando los cuerpos de mujeres y niños que jamás se habían merecido el horror de la muerte y la tortura. Mujeres y niños cuyas vidas eran irrecuperables.

Zac: A veces eso no es posible. Hay cosas que no tienen remedio.

Lo miró, con los ojos húmedos. Pero no lloraba. Y detrás de aquellas lágrimas, en el fondo de sus pupilas, Zac distinguió un brillo de luz. Una luz que hacía mucho tiempo que había desaparecido de sus propios ojos.

Ness: No me lo puedo creer, Zac. No puedo resignarme.

Zac cerró los ojos. Por supuesto que no podía. Si hubiera podido, no habría sido Ness. Por eso era quien era.

Abrió los ojos y la miró. Tan vulnerable y tan frágil, pero a la vez dura como el acero. Vio que volvía a estremecerse. Recogió la almohada y la manta que había dejado en el sillón. La guió hasta la cama y la acostó con exquisita ternura. Luego, suspirando, se tendió a su lado.

Sabía que lo necesitaba. Y si eso significaba abrazarla hasta que se quedara dormida, hasta que se olvidara del dolor y del miedo aunque solo fuera por unas pocas horas, lo haría. Ness se acurrucó contra él.

Una dolorosa punzada le atravesó el pecho, como un cuchillo cortándolo en canal. Era un dolor que no podía evitar. Y que se merecía.

Cerró los ojos, atento al ritmo de su respiración, cada vez más pausada y profunda. Imaginándose que el sueño iba poco a poco relajando sus rasgos, aliviando sus remordimientos.

Si pudiera dejar atrás el pasado… pero no podía. Y él tampoco. Ansiaba volver a ver aquella luz en sus ojos. Sentirla, capturarla. Pero si tomaba lo que ella le ofrecía, terminaría manchándola, contaminándola. Destrozando todo aquello que le hacía ser quien era. Y esa era una frontera que no podía permitirse cruzar.

Vanessa cerró los ojos, empapándose del calor del cuerpo de Zac. Al fin había dejado de temblar, pero el dolor y el remordimiento seguían devorándola por dentro.

Tener a Zac tan cerca, tocándola, abrazándola, solo servía para recordarle todo lo que había perdido. Y todo lo que nunca más volvería a tener.

Quiso recurrir a la furia, su constante compañera de los dos últimos años, la armadura detrás de la que se había protegido. Pero no la encontró. No estaba.

Zac la había mirado con tanto amor y tanta preocupación cuando la vio salir del cuarto de baño… Había estado atento a su dolor como si lo hubiera sufrido él mismo. La había escuchado, consolado, abrazado… ¿cómo entonces podía sentirse furiosa con él? Sobre todo cuando sabía todo lo que había hecho, desde romper su compromiso dos años atrás hasta negarse a hacerle el amor aquella tarde… y todo por un bienintencionado pero desacertado esfuerzo por protegerla.

Se esforzó una vez más por contener las lágrimas. No podía sentirse furiosa con Zac, y ese pensamiento la llenaba de miedo. Porque si no podía protegerse con la furia… lo único que le quedaba era un corazón roto, indefenso.


El timbre del móvil sacó bruscamente a Zac de su sueño. Se levantó para recogerlo de la mesa.

Vio que Ness también se había despertado, sentándose en la cama. Intentó no mirarla, para no transmitirle su inquietud. Las llamadas a esas horas de la noche nunca eran buenas. Y tenía el horrible presentimiento de que aquella era peor que cualquiera.

Zac: Efron.

Vince: ¿Zac? Soy Donatelli. Hemos encontrado un cadáver. Una mujer. Necesito que vengas ahora mismo.

Una oleada de terror lo invadió. Sin poder evitarlo, miró a Ness.

Zac: ¿Quién es, Vince? -contuvo el aliento, a la espera de su respuesta-.

Vince: Todavía no la tenemos identificada. Acabamos de descubrirla. Hace menos de un minuto que recibí la llamada.

Zac: ¿Dónde estás?

Vince: Eso es lo más curioso de todo. Resulta que los polis llevan toda la noche batiendo la zona cada media hora, y Kane la dejó aquí mismo, a plena vista de todos. No sé cómo diablos pudo conseguir entrar y salir sin que nadie lo viera.

Zac: ¿Dónde diablos estás? -preguntó alarmado-.

Vince: En el porche de la casa de Vanessa Hudgens.




Ay, ay, ay... =S
Cada vez se pone más feo esto. Y Zac sigue sin querer acercarse a Ness. Es un idiota ¬_¬

Perdón por no publicar antes. Es que, a parte de que no tuve mucho tiempo, no vi muchos comentarios. Pero bueno, espero que en este sí podáis comentarme más porque el próximo se presenta interesante.

¡Un besi!


5 comentarios:

Unknown dijo...

Woooooooooooooooo!!!!
No es Brittany, yo lo sé jaja, soy muy optimista!!! :D
Me encantó el capii!!! Esta suuper la nove!!

Siguela pronto..

Unknown dijo...

AY NOO!!!
TENGO MIEDO, MUCHO EN VERDAD!
ESPERO QUE ESA NO SEA LA HERMANA DE NESS PORQUE NESS QUEDARIA TOTALMENTE DEBASTADA!

Y ZAC... ZAC, ESTE HOMBRE ME TRAE ENOJOS!!
PORQUE NO SE ACERCA A NESS? SI LA AMA.
Y ELLA TAMBIEN LO AMA.

Unknown dijo...

Y SUBE PRONTO!!
QUE ME MUERO DE LA INTRIGAAAA!

EN ESTOS DIAS MORIA DE LA INTRIGA, NUNCA SUBIAS LA NOVELA Y YO INFARTABA.

BUEN CAPITULO, AUNQUE MUCHO MIEDO.

Lau B. dijo...

Y yo que pense un capitulo sin informacion que me retuerza el estomago...
estaba tan feliz por lo dulce que fue Zac a pesar de que su mente le haya ordenado que debia mantenerse lejos de Ness el siguio su corazon y la consolo y que Ness por su parte haya empezado a ver con mas claridad los verdaderos sentimientos de Zac y los suyos propios...
Agh! y luego llaman... la mala noticia
espero que no sea Brittany y ademas me molesta que Kane pueda estar donde quiera y hacer lo que quiera!!
Este tipo es muy inteligente
Bye
Xx

Lau B. dijo...

Una cosa mas... cuando vas a publicar el test?
=P

Publicar un comentario

Perfil