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viernes, 14 de diciembre de 2012

Capítulo 1


Oyó claramente el sonido de un cristal roto. Vanessa cerró los ojos e intentó tranquilizarse, pero no necesitaba tenerlos abiertos para saber que el ruido procedía de la parte posterior de la tienda; conocía cada centímetro de Island Botánica.

Abrió la puerta que separaba el almacén y su despacho de la zona de venta al público y echó un vistazo a su alrededor. Ramos de espliego, romero y amapolas decoraban la sala, y al fondo pudo ver a una adolescente junto a los restos de un florero.

Ness: ¿Te encuentras bien?

Aly: Es el tercer florero que rompo -dijo a punto de llorar-.

Vanessa se relajó al comprobar que no se había cortado.

Ness: Bueno, son cosas que pasan cuando se tiene un suelo de cemento; todo se rompe cuando se cae. Ashley y yo solíamos bromear con ello y decíamos que sería mucho más conveniente un suelo de espuma.

Aly: Lo siento, Vanessa. Mi padre pagará los desperfectos.

Vanessa sintió una punzada en el corazón. Desde que Aly había aparecido en la puerta de la tienda, dos días antes, aquélla era la primera mención que hacía de sus padres. De hecho, había tenido que insistir en que llamara a Will y a Miley para que supieran dónde se encontraba su hija.

Ness: No seas tonta, no hace falta.

Aly: Claro que sí. Papá siempre dice que Ashley y tú apenas lográis sobrevivir con el negocio, y no quiero empeorar tu situación con este tipo de cosas.

Ness: Un florero más o menos no cambia nada -comentó con ironía-. En serio, no pasa nada... ¿por qué no vas a descargar las cajas que ha traído el proveedor? Luego podríamos tomarnos un descanso y comer algo. -Limpió los restos del florero con una escoba y un recogedor y los tiró a la basura antes de añadir-: Una de las ventajas de ser tu propia jefa es que puedes comer a la hora que quieras. Podríamos ir al local de Maddie. La comida es magnífica y tal vez podamos sentarnos afuera si deja de llover. Venga, descarga esas cajas y llámame cuando hayas terminado.

Más animada, Aly asintió y se dispuso a cumplir el encargo mientras Vanessa regresaba a la parte delantera.

Era una mañana bastante tranquila, como casi siempre entre semana. Island Botánica era una tienda de hierbas y flores y solo funcionaba bien los fines de semana, cuando llegaban los turistas. Por fortuna, tenían bastantes clientes que hacían encargos por teléfono o correo electrónico. De lo contrario la opinión de Will se habría impuesto, dado que poseía parte del negocio, y el establecimiento que compartía con su amiga Ashley Efron ya habría cerrado.

Comenzó a limpiar los estantes, corrigió la posición de algunos objetos y luego miró a la calle; se alegró al observar que la acera estaba seca, aunque el cielo, cubierto, amenazaba tormenta.

En la isla Turnabout lloviznaba con frecuencia, pero las nubes que cubrían la zona durante los últimos días no eran tan habituales; habían aparecido justo cuando llegó Aly, como queriendo compartir la turbación que sintió Vanessa al ver a su sobrina. Se había escapado de casa y había decidido ir con ella a la tienda, aunque todavía no sabía por qué.

Unos segundos después, sonó la campanilla de la puerta, una señal inequívoca de que había entrado un cliente. Y casi al mismo tiempo, Aly salió del almacén y dijo:

Aly: Tía Vanessa, ya he terminado. Si quieres que...

Aly no terminó la frase.

Ness: Magnífico, Aly. Espera un momento mientras termino lo que estoy haciendo y enseguida... -También se detuvo en seco al ver al hombre que acababa de entrar. Se llevó tal sorpresa que a punto estuvo de tirarlo todo-. ¿Zac?

Aly: Se lo advertí, les advertí que no vinieran a buscarme -intervino nerviosa-. Así que han decidido enviarte a ti... No soy tonta, ¿sabes? Sé quién eres porque te he visto muchas veces en las fotografías de la boda de mis padres.

Zac arqueó una ceja, como si no supiera a qué se refería.

Ness: ¿Zac? ¿Zac Efron? -preguntó a su vez, sin poder creer que estuviera allí-.

Habían pasado años desde la última vez que lo había visto. Había perdido el contacto con Will después de que se casara y lo único que había sabido de él era lo que le contaba Ashley de vez en cuando.

Zac: Hola, Vanessa. Ha pasado mucho tiempo -dijo con una sonrisa-.

Ness: Sí, mucho tiempo.

Vanessa intentó mantener la calma, aunque aquellos ojos azules y aquellas largas pestañas apenas se lo permitieran.

Aly: Tú eres amigo de mi padre -insistió-.

Zac: ¿Quién es tu padre?

La adolescente se cruzó de brazos con desconfianza y Vanessa decidió intervenir para aclarar la situación.

Ness: Zac, te presento a mi sobrina, Aly.

Zac: ¿La hija de Will? Sí, claro, se parece mucho a él... ¿Está en la isla?

Ness: No. Miley y él siguen viviendo en Washington. Aly, te presento a Zac Efron. Ciertamente, es un viejo amigo de tu padre, pero también es el hermano de Ashley y estoy segura de que ha venido a verla a ella y al doctor Howard, no a buscarte a ti. A fin de cuentas, es de Turnabout. ¿Verdad, Zac?

Zac: Por supuesto. Crecí en la isla -respondió sin dejar de sonreír-.

Aly: Pero seguro que estabas deseando marcharte. Aquí no hay nada que hacer, aunque nos encontremos en California. Si en toda la isla no hay más que cinco coches... Es muy aburrida.

Ness: Aly... -protestó. Sin embargo, miró a Zac y sonrió. Aly tenía razón. La isla era muy pequeña, tanto que nadie necesitaba coches para ir de un lado a otro-. Me temo que Ashley se ha marchado a pasar unos días en San Diego -continuó-. No me dijo que te esperara...

Zac la miró con aquella sonrisa permanentemente fija en sus labios. Por alguna razón, la ponía nerviosa.

Zac: Porque no esperaba mi visita -observó-.

A Vanessa le extrañó un poco su puntualización. Había querido decir que estaba de visita para dejar claro que no tenía intención de quedarse, pero no era necesario en absoluto. A fin de cuentas había ido a ver a su hermana, no a ver a su socia. Aunque habían pasado dieciséis años desde su último encuentro, todavía recordaba que no tenía muy buena opinión de ella.

Ness: Aly y yo estábamos a punto de salir para tomar algo en la taberna de Maddie. Si quieres venir con nosotras...

Zac la miró con gesto pensativo y Vanessa se preguntó qué diablos estaba haciendo. No tenía la costumbre de invitar a comer así como así a ningún hombre. Aunque fuera uno del que había estado total y locamente enamorada. Aunque fuese el hermano de su mejor amiga.

Ness: Sin embargo, supongo que tendrás prisa por ir a ver a tu padre -continuó-. Vi al doctor Howard esta mañana, cuando abrí la tienda. Su consulta está... Qué tontería, sabes de sobra dónde está.

Zac: No, no hay prisa. Te acepto la invitación a comer.

El corazón de Vanessa se detuvo durante una milésima de segundo. Al parecer, su presencia seguía afectándola de igual modo.

Ness: Excelente.

Aly suspiró, evidentemente molesta con la invitación a Zac, y Vanessa pensó que debía mejorar sus modales. Pero acto seguido se dijo que ella había sido aún peor a su edad y recordó las palabras que solía dedicarle su madre, Lily, para condenar su supuestamente atroz comportamiento.

En realidad, la actitud de Aly no era atroz en absoluto. Simplemente era una adolescente con problemas que se había marchado de casa para ir a ver a una tía a la que apenas conocía. Debía encontrar la forma de convencerla para que volviera con sus padres, tan pronto como fuera posible, pero sin presionarla.

Entonces notó que los dos la estaban observando con atención y sonrió. Resultaba evidente que esperaban que dijera algo.

Ness: Sí, claro, la comida... Esperad un momento.

Vanessa fue al almacén a recoger el bolso y las llaves del local y regresó en cuestión de segundos. Aly y Zac se miraban el uno al otro con incomodidad y pensó que tenerlos juntos en la misma mesa no iba a ser precisamente fácil.

Aly la miró con ironía, como si fuera perfecta¬mente consciente de lo que estaba pensando, y Vanessa se estremeció. Por mucho que quisiera negarlo, no había duda alguna de que todavía lo deseaba.

Acababan de salir a la calle, cuando Aly aprovechó que Zac se había adelantado para comentar a su tía, en voz baja:

Aly: No me importa de quién sea hermano. Te apuesto un millón de dólares a que lo ha enviado mi padre para que me lleve de vuelta a casa.

Vanessa alzó los ojos al cielo. Seguía totalmente cubierto y pensó que no habría sido extraño que un rayo cayera sobre ella en aquel instante; la presencia de su sobrina y de su antiguo amor ya había complicado bastante las cosas.

Ness: No tienes un millón de dólares -le recordó-. Pero sí, es posible que haya venido por tu padre.

Aly: Pues no pienso volver.

A pesar de que Vanessa había intentado tranquilizarla por la presencia de Zac, nunca había creído en las coincidencias. Resultaba muy extraño que apareciera en la isla en aquel momento, así que supuso que la hipótesis de Aly podía ser correcta.

Pensó que su sobrina volvería a casa por mucho que se empeñara en lo contrario y volvió a mirar al cielo. Acababa de oír un trueno y el ambiente se había cargado de electricidad.

Zac: La tormenta está a punto de alcanzarnos -dijo, que seguía unos metros más adelante-.

Vanessa aceleró el paso hacia el establecimiento de Maddie Dickens. En lo relativo a ella, la tormenta ya había llegado.




Ooooh... ¿Se van a llevar a la sobrina de Ness? Con lo que ella la quiere...
No hombre, Zac no te la lleves. Que estamos todavía en el capítulo uno. Espérate al siete o al ocho XD.
Seguid comentando, que ya veréis como se pone interesante.

¡Hoy es el cumpleaños de Nessi! ¡Felicidades! 24 Añazos ya. Todos envejecemos v.v. XD XD
¡Zac, tio! ¡Preséntate en su casa y pídele que vuelva contigo! Que con el pringao que esta saliendo, seguro que no lo duda XD XD.

¡Comentad!
Bye!
Kisses!

2 comentarios:

LaLii AleXaNDra dijo...

sobre el capitulo esta muy bueno...
jajaja la sobrina de Vanessa es igual que ella..
sobre el cumple de Vanessa estoy de con tigo de que Zac vaya a la casa de ella ...
Owwww
siguela

Unknown dijo...

El capitulo esta muy bueno, que zac no se lleve a la sobrina de vane.

Y si.. con respecto al cumple de vane, zac deberia ir a pedirle que reglrese con el, no me gusta el nuevo novio de vane no hacen linda pareja, en cambio con zac son la pareja perfecta.

Sube pronto.
Lu

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