topbella

domingo, 25 de diciembre de 2022

Capítulo 8


Olivia estaba impaciente por ver a su marido. Para empezar, quería hablarle de su hermanastro y pedirle consejo.

Dave Rhodes… aquel… aquel… No se le ocurría palabra adecuada para describir lo odioso que era. Quería exponerlo a la luz pública, que fuera humillado, avergonzado, castigado. Sólo se contenía al pensar que el pobre Ben también iba a sentirse humillado y avergonzado.

Olivia entró en casa por la puerta de la cocina y dejó sobre la encimera la compra de último momento que acababa de hacer.

Olivia: ¡Jack!

Jack: ¿Qué sucede? -preguntó su marido, que entró en la cocina y se detuvo en seco-. Alguien te ha enfadado mucho.

Olivia: ¿Por qué dices eso?

Jack: Porque echas chispas por los ojos. Bueno, ¿qué he hecho esta vez?

Olivia: No eres tú, tonto.

Ella colgó el abrigo en el perchero de la entrada, junto a la bufanda, y metió los guantes y el gorro en uno de los bolsillos. Después, le dio un beso a Jack en la mejilla.

Mientras llenaba el hervidor eléctrico, Jack comenzó a guardar la compra.

Jack: ¿Me lo vas a contar, sí o no? -le preguntó con cautela-.

Olivia: Es por Dave Rhodes. Ese hombre es peor que un gusano.

Jack: Eso no es nada nuevo. ¿Qué ocurre? ¿Está en el pueblo? 

Sacó dos tazas de uno de los armarios y las puso sobre la encimera. Olivia puso dos sobrecitos de té Earl Grey en la tetera.

Olivia: No, o por lo menos que yo sepa. Y me alegro de que no esté aquí.

Jack: Estoy de acuerdo contigo, pero, ¿por qué estás enfadada?

Olivia: Ha dejado embarazada a una chica muy joven.

Jack arqueó las cejas.

Jack: ¿Y cómo lo sabes?

Olivia: La he conocido hace dos horas. Es joven, seguramente tiene veinte años menos que él, e inocente. O lo era, hasta que se cruzó con Dave. ¡A ese hombre deberían pegarle un tiro!

Jack: ¡Olivia! -se había quedado asombrado por la reacción de su mujer-. Eso no es propio de ti.

Olivia: Bueno, tal vez sea un poco drástico. Es que estoy tan furiosa que no puedo soportarlo.

Jack sonrió.

Olivia se puso en jarras y le lanzó una mirada fulminante.

Olivia: ¿Es que te parece divertido?

Jack: Bueno, lo de esa muchacha no, pero me alegra ver que tienes color en las mejillas, y que te brillan los ojos, aunque sea de indignación. -Entonces la abrazó y la besó. Cuando por fin la soltó, apoyó la frente en la de ella y susurró-: Y es un gran placer saber que tu indignación no va dirigida a mí.

Olivia: Yo nunca he estado tan enfadada como ahora contigo, Jack Griffin.

Jack: Bueno…

Olivia: ¿Cuándo?

Jack: Me acuerdo de una vez que quisiste echarme de casa…

Olivia: Yo nunca habría hecho tal cosa -afirmó cruzándose de brazos-. 

Entre los dos habían encontrado el modo de que funcionara su matrimonio, el modo de alcanzar un compromiso entre la naturaleza de Jack, que era un perezoso, y la de ella, activa y ordenada.

Jack: Tienes suerte de que te quiera tanto -susurró-.

Olivia: ¿Y eso por qué?

Jack: Porque estarías perdida sin mí.

Olivia: Jack…

El hervidor comenzó a hervir, y su silbido agudo hizo que los perros de la casa de al lado se pusieran a aullar. Ella intentó zafarse de él, pero Jack la sujetó con fuerza.

Jack: Admítelo -insistió-. Estás loca por mí.

Olivia: Muy bien, de acuerdo, estoy loca por ti.

Jack: Y estarías perdida sin mí.

Olivia: ¡Jack!

Él sonrió como un colegial y la soltó. Entonces, ella apagó el hervidor y vertió agua en la tetera. Después puso en un plato dos de las galletas que había hecho con Leif, su nieto, unos días antes. Una tenía forma de árbol de Navidad, y la otra era una estrella.

Justo cuando estaba a punto de servir el té, sonó el teléfono.

Jack: ¿Quieres que responda yo? -le preguntó desde la habitación contigua-.

En la pantalla del teléfono vio que era Grace.

Olivia: Yo lo haré. Feliz Navidad -dijo cuando descolgó el auricular-.

Grace: Feliz Navidad. Te llamo para contarte las novedades.

Olivia: Muy bien. Vamos, ponme al día.

Grace: Todo va perfectamente.

Olivia: ¿Vanessa está descansando?

Grace: La última vez que la vi estaba dormida, y eso fue hace cinco minutos. Debe de estar agotada. Me dijo que no había dormido demasiado ayer.

Olivia: Entonces, ¿está en el apartamento, o en casa?

Grace: En el apartamento. La hija de Cliff y su familia ya están aquí, así que…

Olivia no estaba del todo cómoda con la idea de dejar sola a Vanessa, pero seguramente era lo mejor. Así, la muchacha podría descansar con tranquilidad.

Grace: Hay algo raro…

Olivia: ¿Qué? 

Grace: Bueno, sin motivo, ayer se me ocurrió hacer limpieza en el apartamento. Cal se fue hace unas semanas, así que puse sábanas limpias en la cama, y toallas recién lavadas en el baño. Era como si… como si estuviera esperando a Vanessa.

Aquello era demasiado místico para Olivia.

Olivia: Me alegro muchísimo de que las cosas vayan bien -murmuró-.

Grace: A ella también le gustan mucho los animales.

Aquello no sorprendió a Olivia. Tenía la sensación de que Vanessa era sensible, de buen corazón, interesada por los demás.

Grace: En cuanto entró en el establo, quiso ver a todos los animales del belén.

Olivia: No permitiste que se acercara a la dromedaria, ¿verdad?

Grace: No, y yo tampoco lo hice. Esa bestia va a tener que morderle el brazo a otro.

Olivia: Sí, estaría muy bien que mordiera a Dave -murmuró-.

Grace se echó a reír, pero rápidamente volvió a ponerse seria.

Grace: Escucha, Vanessa está preocupada por algo, y me gustaría contártelo.

Olivia: Claro, dime.

Grace: Tiene tres hermanos mayores que seguramente están de camino hacia aquí, para buscarla.

Olivia: ¿Y ella quiere que la encuentren?

Grace: Creo que sí, pero también quiere hablar con Ben y Charlotte antes que ellos.

Olivia: No estará intentando proteger a Dave, ¿verdad?

Grace: No, no creo. Tiene miedo de que sus hermanos se empeñen en que se case con Dave, porque no quiere hacerlo. A estas alturas, ya se ha dado cuenta de que está mejor sin él.

Olivia: Sabia decisión.

Grace: Sí, pero ha tenido un precio alto, ¿no te parece?

Olivia: Pues sí. Ha sido una lección con consecuencias de por vida.

Grace: Parece que todos aprendemos las cosas del modo más duro.

Olivia: Yo sí.

Y sus hijos también, pensó Olivia. Justine y James. Como siempre, sobre todo en aquellas fiestas, pensó en Jordan, el hijo a quien había perdido aquel verano de tantos años atrás. El mellizo de Justine.

Olivia: ¿A qué hora van a ir a tu casa Maryellen y Kelly? -preguntó, cambiando de tema-.

Aunque Vanessa iba a alojarse en el establo de Grace, Olivia pensó que tal vez debiera invitarla a cenar, para que la muchacha se sintiera bien acogida por la familia de Ben. La hija de Cliff, Lisa, su marido y su niña, April, habían ido a hacer unas compras de última hora, y no iban a aparecer hasta más tarde.

Grace: Mis hijas vendrán sobre las seis.

Olivia: ¿Y vas a ir directamente a la iglesia después de cenar?

Grace: Ése es el plan. Iba a invitar a Vanessa a que se uniera a nosotros.

Olivia: ¿A la cena o a la misa?

Grace: A las dos cosas, en realidad. Aunque ahora tengo mis dudas.

Olivia: ¿Por qué?

Grace: Porque no sé si será demasiado para ella. Tengo cinco nietos que van a estar pululando por toda la casa. Ya sabes que los niños forman mucho alboroto, y sobre todo en Nochebuena.

Olivia: ¿Puedo hacer algo por ella? ¿Crees que debería pedirle que viniera a cenar aquí?

Grace: No sé… Hablaré con ella cuando se despierte, y te llamaré.

Olivia: Gracias. Y dile que no se preocupe por sus hermanos.

Grace: Lo haré.

Olivia: Nos vemos esta noche.

Grace: Sí, hasta luego.

Después de colgar, Olivia sirvió el té y las galletas y llamó a Jack. Él abrió unos ojos como platos al entrar en la cocina.

Jack: ¿Galletas? ¿Para mí? No tenías que haberte molestado.

Olivia: Todavía puedo guardarlas en la lata otra vez.

Jack: Oh, no, no -atrapó la estrella y le mordió una punta-. ¿A qué se debe el honor?

Olivia: He comido empanada y tarta, así que estaba intentando ser justa.

Sabiendo que su mujer era muy disciplinada con las comidas, Jack se llevó otra sorpresa.

Jack:¿Tú has comido empanada y tarta?

Olivia: Goldie me obligó.

Jack: Goldie. ¿Quieres decir que Will te llevó a comer al Pancake Palace?

Olivia: Sí, porque yo se lo pedí.

Jack se recostó en el respaldo de la silla y tomó también la galleta del árbol.

Jack: Invitarte a salir resulta muy barato.

Olivia: No necesariamente.

Jack: Bueno, ¿lo has pasado bien con Will? -le dio un sorbito a su té-. 

Jack sabía que la relación de Olivia con Will había sido difícil algunas veces.

Olivia: Sí, aunque estoy un poco preocupada. Está interesado en Shirley Bliss, una artista de la zona.

Jack: No está casada, ¿verdad?

Olivia: Es viuda.

Jack se encogió de hombros.

Jack: Entonces, no pasa nada porque salga con ella.

Olivia: Estoy de acuerdo, pero no sé si puedo fiarme de mi hermano. Me duele reconocerlo, pero… Quiero que le salgan bien las cosas aquí. Está empezando de nuevo, y a estas alturas de su vida, eso no puede ser fácil.

Jack: Me imagino que no. A propósito, ¿quién ha llamado?

Olivia: Grace. Ha telefoneado para ponerme al día con respecto a Vanessa.

Jack: ¿Algún problema?

Olivia: No, pero me dijo que estuviéramos sobre aviso, porque tiene tres hermanos que están muy enfadados con todo este asunto y que a lo mejor aparecen en el pueblo. No estaría mal que se encontraran con Dave.

Jack: Dudo que él permita que lo encuentren. Y creo que deberíamos concentrarnos en esa joven, ¿no te parece?

Él lo dijo en un tono suave, pero Olivia se sintió reprendida.

Olivia: Sí. Y también en su bebé.




🎄🎅MERRY CHRISTMAS🎅🎄


0 comentarios:

Publicar un comentario

Perfil