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martes, 4 de febrero de 2020

Capítulo 6


En la puerta no sólo esperaba Joe Green, el nuevo doctor del servicio de urgencias del hospital, sino también su esposa.

Lily Green era nueva en Perry Square. Era la propietaria de La Tableta de Chocolate, una tienda de dulces. Ella también era una persona dulce de verdad y se había integrado sin problemas en la pequeña comunidad de la plaza.

La pareja irradiaba el mismo tipo de felicidad que Sarah y Donovan o Josh Gardner y su mujer, Libby.

Aquello debía ser suficiente para que un soltero redomado como Zac se plantease ciertas cosas, pero él era inmune a la «maldición del matrimonio».

Lily: He oído la palabra bebé y me he autoinvitado -dijo entrando derecha hacia Ness y Katie-. Vanessa, no sabía que estarías aquí.

Zac: Ness -la corrigió sonriendo al pronunciar su nombre-.

Desde luego, le quedaba mejor Ness que Vanessa. Ahora se daba cuenta del tipo de persona que era y de muchas otras cosas.

Ella lo miró de un modo que Zac interpretó como de «cállate».

Ness: Hola, Lily. Estoy echando una mano. Ya sabes la poca idea que tienen los hombres de niños, y estaba preocupada por Katie.

Zac le hizo una mueca. Estaba claro que ella intentaba restablecer su vieja relación de ataques mutuos, y supuso que sería un mecanismo de defensa. ¿Pero, por qué sé ponía a la defensiva?

EL BESO.

Ya no era uno, sino varios. Y la idea de pensar en besos en plural le molestaba tanto a ella que se había puesto a la defensiva.

Joe: Vosotros dos, Donovan no está aquí para ponerse en medio de vuestras peleas, así que creo que tendré que hacerlo yo. No puedo imaginaros juntos sin un árbitro.

Zac: Si quieres te cuento cómo nos las apañamos.

Ness: No -replicó secamente-. A Joe no le interesa nuestra tempestuosa relación. Ha venido para hacernos un favor y echarle un vistazo a Katie.

Lily: ¿Puedo tomarla en brazos?

Ness: Claro.

Lily. Es preciosa. Espero que tengamos una niña -le murmuró a Joe-.

Ness: ¿Cómo? ¿Tienes algo que contarme?

Lily, su hijo y su padre, Bob, se habían integrado a la perfección en la vida de la plaza, hasta el año anterior, cuando Joe Green volvió a su vida para reclamar el hijo que no sabía que tenía. Poco después, la reclamó a ella también.

Lily: Bueno -dijo en voz baja-, no se lo hemos dicho a nadie aún, pero estoy embarazada de dos meses.

Joe: Aaron está impaciente por convertirse en hermano mayor -añadió-.

Ness: Felicidades -dijo abrazando a Lily-.

Zac: Felicidades -dijo a Joe, dándole una palmada en la espalda-. ¿Cómo lo llevas?

Joe: Estoy aterrado. Nunca pensé en tener hijos, ni imaginé la posibilidad. Pero después encontré a Aaron y ahora a este bebé. Supongo que será agotador, pero también dará mucha energía. ¿Y tú qué tal con Katie?

Zac: No es lo mismo. Katie no es realmente mía, sólo está bajo mi responsabilidad de forma temporal.

Zac vio que Ness le lanzaba una mirada triste mientras hablaba.

Odiaba esas miradas.

Prefería a Ness iracunda que a esa tristeza. Era como si la hubiese defraudado, aunque no tenía por qué crearse expectativas con él.

Joe interrumpió sus cavilaciones:

Joe: Vamos a ver a esa chiquitina.

Poco después, Joe declaró a Katie una bebé sana y feliz, lo que alivió tremendamente a Zac, que no se había dado cuenta de que estaba tan preocupado.

Joe: Tienes que buscarle un pediatra. Mavis Samuels trabaja en el hospital y se le dan genial los niños. También tienes que enterarte de si lleva las vacunas al día.

Zac: Por lo que sé de Marion, seguro que sí. Llamaré a Samuels la semana que viene.

Ness: ¿Queréis tomar algo?

Lily: No, gracias. Aunque me gustaría quedarme y jugar con Katie, tenemos que volver. Bob está cuidando de Aaron, pero tiene una cita dentro de un rato.

Ness: ¿Sigue saliendo con Mabel?

Mabel era la acupuntora de la plaza, y ella y Bob eran el último romance del barrio.

Perry Square era como una ciudad en sí misma, en el centro de Erie, en la que todos sabían a qué se dedicaban los demás y no dudaban en ofrecer consejos y opiniones.

Lily: Sí. Mabel y Bob siguen saliendo juntos -dijo con un suspiro feliz-. Hacen una bonita pareja y nunca le había visto tan feliz. Eso es lo que una buena relación puede hacer por ti: darte felicidad.

Zac se sintió tan incómodo ante esa declaración como pareció estarlo Ness. Después de todo, ellos no tenían una relación. Sólo habían intercambiado un par de besos. Nada más.

Ness: Me alegro por ellos.

Lily: Yo también -convino devolviéndole a la niña-. Bob merece encontrar a alguien que lo haga feliz. Todos lo merecemos.

Los esposos se miraron de un modo cómplice que Zac había visto ya en los Anderson y que siempre lo hacía sentir incómodo.

Lily: Gracias por dejarme tener a la niña -dijo a Ness-.

Ness: De nada, y felicidades de nuevo.

Lily. Gracias.

Zac había oído algo acerca de que a las mujeres embarazadas les brillaba la cara, y en el caso de Lily era cierto.

Zac: Es un sueño hecho realidad: tener a Joe de nuevo en mi vida, ser una familia. Todo es tan perfecto que me da miedo.

Ness: ¿Miedo bueno?

Zac: El mejor. Me encanta mi negocio, y va bien, pero sin Joe, Aaron y este bebé, no significaría nada. El amor y la familia son lo que endulzan la vida.


A la mañana siguiente, Ness seguía dándole vueltas a la declaración de principios de Lily.

Después de que Joe y Lily se marcharon, ayudó a acostar a Katie y se fue rápidamente.

No quería estar a solas con Zac. Necesitaba distancia, tiempo para pensar en lo que estaba pasando entre ellos. En qué significaba.                 

Y, aun así, marcharse le había resultado duro. Le hubiera gustado quedarse y hablar tanto como marcharse.

Aquellos deseos contradictorios no tenían ningún sentido.

Y pasarse una noche sin dormir, tampoco ayudaba.                                     

Cuando llegó a la oficina, la puerta estaba aún cerrada. Se alegró de ser la primera en llegar, porque así tendría tiempo para ordenar sus ideas.

Una vez en la oficina, se quitó el abrigo que le había regalado Zac; había sido un regalo muy considerado, aunque tal vez hubiera debido protestar porque era demasiado caro.

Cuando lo estaba guardando en el armario, oyó la puerta, y su corazón se aceleró al pensar que podían ser Zac y Katie.

En el momento que vio que era Brittany Snow, se tranquilizó. Brittany era la persona que se proclamaba a sí misma como «la mejor informada» de Perry Square.

Britt: He oído rumores -dijo sin preámbulos con su acento sureño-; ya sabes que odio los rumores, pero... ¿Qué pasa entre tú y Zac? ¿Y cómo es que tiene un bebé?

La mujer se sentó al lado de la mesa de Ness, esperando una respuesta.

Ness se sentó a su lado, consciente de que no habría manera de quitársela de encima con una excusa. Brittany era un sabueso tenaz en lo que se refería a ese tipo de historias.

Ness: No hay nada entre Zac y yo -«excepto unos besos de los que no te voy a hablar»-, y él no tiene un bebé.

Britt: Has respondido a mis preguntas, pero quiero más información. Quiero la historia completa.

Con un suspiro, Ness empezó a contarle a Brittany toda la historia, excepto lo de los besos.

Ness: ... Por eso estoy ayudando a Zac.

Britt. ¿Zac? -preguntó pillando a Ness en un descuido-.

Ness: Zachary -corrigió-. Estoy ayudando a Zachary.

Britt: Tú ayudando a Zachary Efron. Nunca lo hubiera creído si no lo oyera de tus propios labios.

Ness: Yo tampoco -confesó-. Pero me siento mejor cuando pienso que no estoy ayudando a Zac, sino que estoy ayudando con Katie. Eso lo cambia todo.

Britt: Has vuelto a llamarlo Zac -persistió-. Nunca te había oído llamar a Zachary Efron «Zac» hasta hoy. Y lo has hecho dos veces en la misma conversación. Todo el mundo le llama así menos tú.

Maldición.

Ness se encogió de hombros e intentó parecer indiferente.

Ness: Se me ha escapado. No me resulta molesto cuando no está delante.

Britt: No ha sido sólo eso, sino que has pronunciado su nombre con una cierta dulzura. El tipo de tono que utiliza una mujer hacia el hombre al que ha besado.

Ness: Brittany, ya sabes que preferiría besar a un sapo que a Zachary.

Britt: Tal vez, pero no has besado a un sapo, sino a Zac.

Ness: No lo he hecho.

Y era verdad. Ella no había besado a Zac. Había sido él quien la había besado a ella.

Y había una gran diferencia.

La segunda vez no contaba.                       

Britt: ¿Te he contado alguna vez lo de cuando fui elegida la reina de la Feria del Condado? -dijo cambiando de tema-.

Ness se alegró de cambiar de tema. Cuanto más negara lo del beso, más probabilidades tendría de admitir la verdad.

Ness: No, ésa no la he oído.

Britt: Los chicos se ponían en fila para besar a la reina. Por eso, besé a muchos chicos aquella noche, pero uno de ellos, Buster McClinon... con él fue diferente. Siempre nos estábamos peleando, hasta aquel día. Cuando nos besamos, olvidamos todas las peleas -suspiró nostálgica-. Escucha, Ness, hay dos tipos de besos, que no tienen nada que ver unos con otros. Están los besos para tu familia y los besos para los amigos, que no son verdaderos: sólo son dos pares de labios que se tocan. Pero por otro lado están los besos importantes de verdad, los que la gente puede ver en tu cara y oír en tu voz. Ése es el tipo de beso que le diste a Zac o el que yo le di a Buster, el que significa algo muy concreto.

Ness: Besar a Zac no significa nada para mí.

Britt: ¡Ah! Entonces admites que lo has besado.

Maldición.

Ahora que Brittany Snow, también conocida como la pregonera de Perry Square, sabía que Ness había besado a Zac, todo el mundo conocería la noticia antes de la hora de cenar. O para la comida, más bien.

Ness: ¿Tú quién eres? ¿Sherlock Holmes? -gruñó-.

Britt: El culpable suele salir a la luz por sí solo -declaró triunfante-.

Ness: Yo no soy culpable de nada.

Britt: Nunca he dicho que lo fueras. Tú y Zac formáis una pareja perfecta. Os equilibráis el uno al otro.

Ness: No quiero equilibrar a nadie, y menos a Zachary Efron -puso un énfasis especial en la palabra Zachary-. Tengo planes, planes que van más allá de un coche nuevo. Quiero volver a la universidad.

Antes de que Zac y Katie se metieran en su vida, Ness había estado decidiendo qué hacer. Al pronunciar las palabras en voz alta, la idea había tomado cuerpo. Tenía sentido.

Ness: Sí. Voy a acabar la carrera. Lo dejé para ayudar a mis hermanos a acabar sus estudios, pero ahora que ellos han acabado, es hora de volver.

Britt: Muy bien -parecía feliz por la decisión de Ness-.

Ness: Eso significa que no puedo implicarme con nadie -dijo en voz baja-.

Britt: No veo por qué no vas a poder.

Ness: Porque estaré muy ocupada con el trabajo y los estudios y no tendré tiempo para relaciones. Pero, aunque lo tuviera, no elegiría a Z... -estuvo a punto de decir «Zac» de nuevo-... Zachary. Por si no lo has notado, estamos siempre como el perro y el gato.

Britt: Ya te he dicho que un beso puede cambiarlo todo.

Ness: Eso no va a pasar entre Za... Zachary y yo.

El problema era que estaba empezando a pensar en Zachary Efron más como Zac que como Zachary.

Y eso no le agradaba nada.

Los nombres tienen poder, y llamarle Zac lugar de Zachary cambiaba la relación un montón. Tenía que obligarse a llamarlo Zachary de nuevo; pensar que su relación había cambiado sólo por Katie. Cuando le encontraran un hogar a la niña, su relación volvería a ser como antes, dura y sin besos.
Justo lo que quería Ness.

Ness: Nuestros besos fueron provocados por una situación anormal: estábamos atrapados en medio de una tormenta de nieve con un bebé. A no ser que eso vuelva a ocurrir, creo que no hay peligro.

No pensaba contarle a Brittany que había vuelto a besar a Zachary la noche anterior, sin nieve, ni tormenta y con Katie dormida, en una situación muy poco estresante.

Brittany no pudo continuar, porque en ese momento se abrió la puerta y entró Zac con la sillita.

Zac: ¿Repetimos lo de ayer?

Ness: No hay problema -dijo sonriendo al tomar la silla-.

Se dijo a sí misma que esos nervios que sentía eran debidos a la emoción de pasar todo el día con la niña, no por Zac... esto, Zachary.

Zac: Hola, Brittany.

Britt: He venido a ver a tu niña -dijo tomando la sillita de manos de Ness-.

Zac: No es mía -corrigió con rapidez-. Esta mañana tengo que volver al tribunal, pero después tengo una reunión para iniciar el proceso de adopción. Vamos a encontrarle la familia perfecta.

Ness quería decir que no, encontrar una excusa para que Zac no empezara esos trámites. Katie no tenía que estar con extraños, sino con él.

Brittany sacó a la niña de debajo de su abrigo y al quitarle el gorro, exclamó:

Britt: Mira su pelo. ¡Es precioso! ¿Cómo puedes dársela a nadie?                                               

Zac: Nunca ha sido mía, así que no renuncio a nada. Sólo voy a hacer lo que su madre quería, que es encontrarle el hogar perfecto.                     

Ness: ¿Y si su hogar perfecto es el tuyo?

Él se echó a reír.

No fue una risa jovial, sino, más bien, llena de dolor.

En su rechazo a quedarse con Katie había un motivo muy profundo.

Zac: El lugar perfecto para un niño, nunca estará a mi lado -le aseguró-. Tengo que irme. ¿Todo bajo control? -parecía incómodo-.

Ness: Claro. A Larry le encantará verla por aquí de nuevo.

Una vez que se hubo marchado, Brittany permaneció con el bebé en brazos, en silencio, unos minutos. Brittany en silencio... algo no cuadraba.

Britt: Es preciosa -dijo por fin-. Es fácil perder la cabeza por ella.

Ness: Sí. Así ha sido.

Britt: A veces, el amor es así. Tan fácil que ni te das cuenta de que ha llegado. Otras veces necesita trabajarse un poco, pero creo que este segundo es el más fuerte.

Ness: Yo la quiero muchísimo.

Britt: Estoy segura de ello -dijo poniendo a la niña en sus brazos-. Tengo que marcharme. Gracias por presentármela y piensa en lo que te he dicho.

Ness: Claro, Brittany -prometió haciendo botar a Katie sobre su rodilla-.

Era fácil querer a Katie y ése era el tipo de amor que le gustaba a Ness. El amor fácil, no el que había que trabajarse cada día.


3 comentarios:

Maria jose dijo...

Esta muy linda y divertida la novela
Siguela pronto
Ya quiero saber qur pasará entre ness y zac

Saludos

Lu dijo...

Me encanta esta novela, es muy tierna.
Quiero decir que me gusta que ahora Zac y Ness se lleven mejor, para mi antes se peleaban porque se gustaban, y ahora con la bebe se llevan mucho mejor.

Sube pronto :)

Anónimo dijo...

T_T! sube cap plss

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