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martes, 24 de enero de 2023

Capítulo 18

Jon: Los nativos están inquietos -le dijo Jon Bowman a Grace cuando ella bajó del apartamento-.

Después de presenciar el parto de Vanessa, Grace estaba extasiada. No podía describir todo lo que había sentido: alegría, emoción, sobrecogimiento.

Katie, April y Tyler estaban corriendo y gritando por el jardín, persiguiéndose con alegría. Jon iba a pedirles que se callaran, pero Grace le dijo que no lo hiciera.

Grace: Deja que jueguen -le pidió a su yerno-. No están molestando a nadie aquí fuera.

Cliff: Kelly y Lisa están dentro, haciendo chocolate -dijo mientras se acercaba a Grace-. Y Paul está cuidando a Emma -le rodeó la cintura con un brazo a su mujer y preguntó-:¿Ha ido todo bien ahí arriba?

Grace: Todo ha salido maravillosamente. Vanessa ha tenido una niña.

Cliff: ¡Estupendo! -le besó la mejilla a Grace-. Seguro que no habías pensado que ibas a ayudar a nacer a una niña en Nochebuena.

Grace estaba de acuerdo. Era lo último que se hubiera esperado. Por suerte, Vanessa no se había alojado en un hotel y se había encontrado sola en un momento así. Tal vez aquélla no fuera la mejor de las situaciones, pero por lo menos había tenido la compañía de gente que se preocupaba de verdad por ella y por su bebé.

Grace no conocía bien al hijo de Roy y Corrie Efron, pero Zac había demostrado que era un hombre capaz y compasivo, y había ayudado mucho a Vanessa. De hecho, Grace dudaba que cualquiera hubiera podido hacer más.

Después de ayudar a nacer a la niña, Zac la había tomado en brazos y la había mirado con los ojos llenos de lágrimas. Un espectador habría pensado que era el padre de la niña.

El otro técnico tuvo que pedirle que soltara a la niña para poder lavarla. Después de eso, Grace había envuelto a la pequeña en una manta y se la había entregado a Vanessa.

Los dos técnicos estaban terminando de preparar a Vanessa para llevarla al hospital más cercano. Maryellen se había quedado con ella hablando de la lactancia y para darle ánimos y ayudar a la nueva madre.

Grace pensó que era hora de ir a ver al resto de su familia.

Cliff: Ha sido una noche muy ajetreada.

Grace: Más de lo que ninguno de nosotros pudiera haberse imaginado.

Entonces, entró un coche en el patio.

Cliff: ¿No es ése el coche de Jack? 

Grace: Sí, son Jack y Olivia.

Grace sabía que Olivia no iba a marcharse a casa directamente después de misa. Ella le había contado brevemente lo que estaba ocurriendo antes de salir de la iglesia.

Jack aparcó junto al coche de Cliff, y antes de que hubiera podido apagar el motor, Olivia ya había abierto la puerta.

Olivia: ¿Cómo ha ido todo? -preguntó ansiosamente mientras salía-.

Grace: Tenemos una niña.

Olivia juntó las manos y se las apretó junto al corazón.

Olivia: Qué maravilla. ¿Y Vanessa?

Grace: Increíble.

Olivia: ¿La ayudaste tú?

Grace: No exactamente, pero estuve con ella.

Olivia: Entonces, ¿quién la ayudó?

Grace: Zac Efron. El otro técnico, Brandon, también estaba presente, pero fue Zac quien acompañó a Vanessa durante lo peor del parto. Cuando yo llegué, la niña estaba a punto de nacer.

Olivia: Estoy segura de que Vanessa se puso muy contenta al verte.

Vanessa se había puesto contenta, sí, pero en realidad no necesitaba a Grace. Zac y ella habían trabajado juntos con confianza mutua, con facilidad.

Grace se había sentido casi como si se inmiscuyera en algo muy privado. La comunicación entre Zac y Vanessa había sido… espiritual. Estaba totalmente centrada en el bebé, en lo que cada uno de ellos tenía que hacer para que naciera. Grace se sentía conmovida al pensarlo.

Tyler: Abuela, ¡escucha! -comenzó a aporrear el tambor, haciendo un ruido atronador-.

Grace se tapó los oídos.

Grace: Suavemente, Tyler.

Tyler frunció el ceño.

Tyler: Estaba tocando lo mejor que sé para ti.

Olivia: ¿Te acuerdas de la canción del pequeño tamborilero?

Tyler asintió.

Olivia: Es mi preferida.

Grace: Y esa canción dice que tocó pa-rum-pum-pum-pum, ¿no?

Tyler asintió otra vez.

Olivia: No dice que tocó como un loco hasta que la mamá de Jesusito tuvo que taparse los oídos y le pidió que se fuera a la casa de al lado a tocar.

Tyler: No -respondió riéndose-.

Grace: Entonces, toca más suavemente.

Tyler obedeció, y tocó un ritmo suave que era agradable.

Grace: Precioso -le dijo a su nieto-.

Tyler: ¿Puedo tocar para el buey y el cordero? 

Grace: Sí, pero suavemente, ¿de acuerdo?

Tyler salió corriendo, con una sonrisa, para demostrarles a sus primos lo que había aprendido y para darles una serenata a los animales.

Cliff: Entrad a tomar una taza de café -les sugirió a Jack y a Olivia-.

Jack: Deberíamos ir a casa -tenía el brazo sobre los hombros de Olivia, en un gesto de protección-.

Olivia: Sólo queríamos asegurarnos de que todo había salido bien. ¿Crees que podría entrar a ver un minuto a Vanessa y a la niña?

Grace: Creo que sí -respondió con una sonrisa-.

Las mujeres dejaron a los hombres charlando fuera y subieron al apartamento. Brandon Hutton estaba en el último escalón, con su equipo médico, haciendo el papeleo. Se apartó para dejarles paso.

Grace: ¿Vanessa? -preguntó desde el umbral de la habitación-. ¿Te importaría que Olivia entrara a ver a tu niña?

Ness: Por supuesto que no. Sería estupendo.

Cuando entraron en la habitación, encontraron a Vanessa sentada en la cama, con el bebé en los brazos.

Olivia: Oh, vaya -susurró cuando llegó junto a la cama-. Qué pequeñina.

Ness: No me lo parecía hace un rato. Tenía la sensación de que estaba teniendo un elefante.

Olivia: Pero ha merecido la pena -dijo acariciando con un dedo, tiernamente, la cabeza de la niña-. Es una preciosidad.

Ness: Yo no sabía que se podía querer tanto a un bebé -dijo con la voz llena de emoción-. Creía que me iba a estallar el corazón de amor cuando Zac me la puso en los brazos.

Olivia: ¿Ya has pensado cómo vas a llamarla?

Ness: Todavía no. Había elegido un nombre, pero ahora ya no estoy segura.

Olivia: Es una niña especial, que ha nacido en una noche especial.

Ness: Eso he pensado yo -respondió besándole la frente a la recién nacida-. Cuando supe que estaba embarazada me sentí avergonzada, y le pedí a Dios que me dejara morir. Y ahora… ahora veo a esta niña como un regalo increíble.

Grace y Olivia se quedaron calladas unos instantes. Después, Olivia dijo:

Olivia: Si necesitas cualquier cosa, no dudes en llamar.

Ness: Gracias. Muchas gracias.

Olivia se volvió hacia Zac, que estaba en un segundo plano.

Olivia: ¿Vas a llevarla a la maternidad de Silverdale?

Él asintió.

Zac: Nos vamos dentro de diez minutos.

Olivia: Entonces, no os entretendré más. Pasaré por allí mañana por la tarde -le prometió a Vanessa-.

Ness: Oh, por favor, no es necesario -dijo rápidamente-. Es Navidad, y tienes que pasar las fiestas con tu familia. Yo me pondré pronto en contacto con vosotras. Y de todos modos, yo también estaré con mi familia -añadió, aunque de repente, abrió unos ojos como platos-.

Grace: ¿Vanessa? -preguntó alarmada-. ¿Qué ocurre?

Ness: ¡Oh, Dios mío! ¡Mis hermanos no han aparecido!

Grace: Es cierto -se le había olvidado por completo-. Se suponía que los hermanos de Vanessa iban a llegar hace… -miró el reloj-. Unas tres horas.

Ness: ¿Dónde pueden estar? -preguntó quejumbrosamente-.

Grace intentó calmarla.

Grace: Seguramente se han perdido. Es fácil, con todas estas carreteras. Nunca habían estado por aquí, ¿verdad?

Vanessa negó con la cabeza.

Grace: No te preocupes. En cuanto lleguen, les diré lo que ha pasado y les explicaré dónde estás.

Vanessa sonrió a la niña.

Ness: No van a poder creerse que haya tenido a mi hija -murmuró-. Pero claro, también a mí me cuesta creérmelo.

Olivia: Te llamaré mañana.

Ness: Gracias, pero por favor…

Olivia: ¿Sí?

Ness: No les digas a tus padres nada de la niña todavía. Es mejor darles tiempo para que vuelvan a la normalidad después del viaje antes de que sepan lo que ha ocurrido con Dave y conmigo, y con la niña.

Olivia: No diré una palabra hasta que tú creas que es el mejor momento.

Vanessa asintió.

Grace estaba impresionada por el hecho de que Vanessa quisiera ahorrarles a Ben y a Charlotte el disgusto por la noticia desagradable de la traición de Dave hasta que estuvieran más preparados para asimilarlas.

Olivia: Bueno, ahora me marcho. Pero, como ya te he dicho, si necesitas algo, cualquier cosa, por favor, llámame. Ya eres de la familia, ¿sabes?

Vanessa le dio las gracias suavemente.

Ness: A mí también me parecéis de mi familia… Todo el mundo ha sido maravilloso.

Grace bajó las escaleras con Olivia. Se sorprendió al ver que Jack y Cliff seguían fuera, con los niños.

Grace: ¿Qué estará tramando Cliff ahora?

Entonces, Jack las vio.

Jack: ¡Tenéis que ver esto! 

Parecía un niño.

En cuanto Grace vio el enorme cartón de fuegos artificiales que había sacado Cliff, gruñó.

Grace: ¡Cliff!

Cliff: Los estaba guardando para la Nochevieja, pero creo que ésta es la mejor noche para una celebración en toda regla, ¿no?

Grace: ¿Y los caballos?

Cliff: Están todos en sus boxes. No te preocupes por ellos.

Grace: ¿Y Buttercup? Ella odia este ruido.

Cliff: Está encerrada en la casa.

**: ¿Podemos, abuelo, podemos?

Los niños estaban saltando de un lado a otro, dando palmadas de entusiasmo.

Grace: ¿Y por qué ahora? 

Clint la miró con una expresión de pura inocencia.

Clint: Sólo quería entretener a los niños.

Grace: Ya -suspiró, conteniendo la sonrisa-.

Jack: ¿Podemos quedarnos a verlos? 

Grace y Olivia se miraron. En realidad, la mayoría de los hombres eran como niños, en el fondo.

Olivia: Si es imprescindible.

La puerta principal se abrió, y Kelly salió con Paul, que todavía tenía al bebé en brazos. La hija de Grace portaba una bandeja llena de tazas humeantes, y Lisa la seguía con una lata de galletas de Navidad.

Kelly: ¿A alguien le apetece un chocolate caliente? 

Olivia: A mí me encantaría tomar una taza.

Grace: A mí también.

Paul miró a los niños.

Paul: ¿Qué ocurre?

Grace: Fuegos artificiales en unos minutos.

Paul: ¡Vaya! ¡Qué buena idea!

Olivia: Hombres -susurró, y entonces, Grace y ella se echaron a reír como cuando eran colegialas-.


1 comentarios:

Anónimo dijo...

Q bonito todo... sigue pronto

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