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viernes, 20 de enero de 2023

Capítulo 16


Cuando Grace y Cliff llegaron a misa, sus hijas y yernos ya estaban sentados. También Lisa, Rich y April. Maryellen tenía en brazos a Drake, que estaba plácidamente dormido. Katie y Tyler estaban con los otros niños, preparándose para el espectáculo navideño.

Katie estaba muy contenta porque iba a hacer de ángel, pero Tyler, a quien habían designado como pastor, no demostraba mucho entusiasmo por su debut en el escenario. Estaba desilusionado porque no podía tocar el tambor. Kelly le había explicado que los pastores tocaban la flauta, no el tambor, porque los tambores asustarían a las ovejas. La explicación satisfizo a Tyler, que tenía tendencia a la lógica, pero no le agradó.

Grace y Cliff encontraron un banco vacío justo detrás de sus hijas y de Lisa. Cuando estuvieron sentados, Cliff la tomó de la mano y entrelazó sus dedos con los de ella.

Maryellen se volvió y susurró:

Maryellen: ¿Estaba bien Vanessa?

Grace: Creo que sí.

Grace no se sentía cómoda después de dejar sola a la muchacha. Sin embargo, Vanessa estaba empeñada en que Grace se fuera con su familia, así que ella lo había hecho. Pero, en aquel momento, se arrepentía de no haberse quedado en casa.

Cliff le apretó la mano cuando el coro vestido de blanco comenzó a cantar himnos de Navidad, acompañados por el órgano. O, Come All Ye Faithful nunca había sonado más bello.

Olivia y Jack aparecieron por el pasillo central y se sentaron en el banco que había al otro lado del de Grace y Cliff. Justine y Seth los acompañaban. Su niño, Leif, había conseguido el papel de uno de los Tres Reyes Magos.

En cuanto Olivia vio a Grace, se acercó a saludarla.

Olivia: ¿Cómo está Vanessa? -le preguntó con un susurro-.

Grace se encogió de hombros.

Grace: La he dejado en casa sola, y ahora me arrepiento de haberlo hecho. Creo que sus hermanos están en el pueblo.

Olivia: ¿Problemas?

Grace negó con la cabeza.

Grace: No. En realidad, Vanessa se alegró mucho al saberlo.

Olivia: Entonces, ¿se va a marchar a Seattle con su familia?

Grace asintió.

Olivia: ¿Y cómo supieron que estaba contigo?

Grace: Se lo dijo Zac Efron. Él me llamó a casa cuando estaba con ellos. Vanessa habló con su hermano mayor, y decidieron que lo mejor sería volver a Seattle.

Olivia: Me alegro. Por todos ellos. Y por mi madre y Ben. Aunque es necesario que sepan de la existencia de este bebé, preferiría que se enteraran el segundo día después de volver a casa.

Grace: Vanessa tenía miedo de que sus hermanos aparecieran en escena y exigieran que Dave hiciera lo honorable.

Olivia: Dave y la palabra «honorable» no pueden ir en la misma frase -comentó con ironía-.

Grace: Los hermanos de Vanessa llegarán en cualquier momento. Me hubiera gustado conocerlos.

Grace pensó en llamar a casa, pero a aquellas alturas Vanessa ya estaría a medio camino de Seattle.
Olivia se irguió.

Olivia: Hablaremos después de misa -dijo, y se sentó en su sitio, junto a Jack-.

En cuanto Olivia se hubo sentado, el pastor Flemming salió al estrado. Parecía que estaba… en paz, relajado, lleno de energía y optimismo. No había arrugas de preocupación en su rostro. Grace sabía que aquél había sido un año difícil para el pastor y su esposa, y se alegraba de que sus problemas se hubieran resuelto.

Flemming: Feliz Navidad.

*: Feliz Navidad -respondió la congregación-.

Flemming: Antes de que los niños salgan a hacer la representación, me gustaría que recordáramos la historia de la Navidad. Para aquellos que habéis crecido en el seno de la iglesia, esto se ha convertido en una parte familiar de vuestra vida. Sin embargo, esta noche quiero que olvidéis que estáis en este lado de la historia. Volved al día en que el ángel le anunció a María que iba a concebir un niño.

Abrió la Biblia y leyó aquel pasaje bien conocido de Lucas.

Flemming: Quiero que apreciéis la fe de María -dijo, mirando a los fieles-. El ángel llegó a ella y le dijo que iba a concebir un Hijo del Espíritu Santo, y que debía llamarlo Jesús, que era un nombre bastante común en aquellos días. ¿Entendéis la confusión que pudo sentir María? Lo que le dijo el ángel es el equivalente de decirle a una joven de nuestro tiempo que va a tener un hijo de Dios y que tiene que llamarle Bob.

Los fieles sonrieron, y algunos se echaron a reír.

Flemming: Recordad también, que aunque María estaba comprometida con José, vivía con su familia. Eso significa que tuvo que decirles a sus padres que estaba embarazada. Aquello no pudo ser fácil. ¿Qué creéis que pensaron ellos? ¿Qué pasaría si una de nuestras hijas viniera a decirnos que está embarazada? ¿Y si nos dijera que un ángel le había anunciado que todo había sido por obra del Espíritu Santo?

El pastor sonrió.

Flemming: Aunque yo sólo tengo hijos, y no hijas, sé lo que pensaría. Pensaría que mi hija adolescente y su novio estaban dispuestos a decir cualquier cosa con tal de explicar cómo había ocurrido aquello. Y sin embargo, este niño, el Hijo de Dios, estaba creciendo en su vientre. María mostró una gran fe, y también su familia y José, el hombre con quien estaba comprometida.

Hubo algo que llamó brevemente la atención del pastor. Miró a su izquierda.

Flemming: Veo que los niños están listos e impacientes por comenzar su representación, así que no os quitaré más tiempo. No obstante, quiero decir algo más. De niño me asignaron el papel del pastor que está cuidando a sus ovejas cuando el ángel llega a anunciar a María la concepción de su hijo. Al crecer, elegí, en cierto sentido, el mismo papel, el de pastor. Todos vosotros sois miembros de mi rebaño, y yo os estimo profundamente. Feliz Navidad.

*: Feliz Navidad -respondieron los fieles-.

Cuando el pastor bajó del podio, los niños ocuparon sus puestos en el escenario. Grace se movió hacia la derecha para ver mejor lo que ocurría. Katie estaba orgullosamente erguida, con las alas de oro en sus pequeños hombros, y el halo torcido alrededor de la cabeza. No habría sido más parecida a un ángel ni aunque hubiera querido.

Tyler había tomado prestado uno de los bastones de Cliff para usarlo de cayado. Era evidente que todavía estaba molesto por no poder tocar su precioso tambor, y miraba con seriedad a los congregados, como si quisiera informarlos de que estaba en actitud de protesta. Grace tuvo que contener una carcajada.

Por el rabillo del ojo se dio cuenta, vagamente, de que Angel, la secretaria de la iglesia, recorría a toda prisa el pasillo central. Cuando llegó al primer banco, le susurró algo al pastor, que estaba sentado junto a su esposa Emily. El pastor asintió y se marchó con ella. Parecía que había alguna emergencia.

Leif: Mira, hay una estrella en el este -gritó Leif Gunderson, el nieto de Olivia-. 

Era uno de los Tres Reyes Magos, y señalaba hacia el techo de la iglesia.

**: Vamos a seguir la estrella -dijo el segundo Rey Mago-.

Hasta que Cliff no le tocó el brazo, Grace no se dio cuenta de que Angel estaba intentando captar su atención. Estaba en el pasillo, haciéndole señas para que saliera a hablar con ella.

Cliff: ¿Qué ocurre? -preguntó mientras ella tomaba su bolso-.

Grace: No lo sé. Te lo diré en cuanto lo averigüe.

Él asintió.

Grace salió al vestíbulo junto a Angel.

Grace: ¿Qué pasa? 

Ángel: Ha llamado por teléfono uno de los bomberos, Brandon Hutton. Ha hablado con el pastor Flemming, y ahora el pastor quiere hablar con usted. Me pidió que viniera a buscarla.

Dave Flemming estaba al teléfono con una expresión preocupada. Al ver a Grace, le tendió el auricular.

Flemming: Será mejor que oiga esto.

Grace descartó su primer temor, que hubiera habido un accidente. Todo aquel a quien ella quería, que era importante para ella, estaba en la iglesia.

Grace: Soy Grace Harding -dijo con la voz un poco temblorosa-.

Brandon: Señora Harding, soy Brandon Hutton, del Servicio de Emergencias del Parque de Bomberos de Kitsap County. Hemos recibido una llamada de la joven que se aloja en su casa.

Grace: ¿De Vanessa? ¿Todavía está en casa? ¿Se encuentra bien?

Brandon: Creo que sí, señora. Sin embargo, se ha puesto de parto y pregunta por usted.

Grace: ¿La van a llevar al hospital? ¿Debo ir allí?

Brandon: No, señora Harding.

Grace: Dios Santo, ¿por qué no?

Brandon: Parece que la señorita Hudgens va a dar a luz inminentemente. No tenemos tiempo para trasladarla.

Grace: No está sola, ¿verdad?

Brandon: No, señora. El bombero Efron está con ella.

Zac. Gracias a Dios.

Grace: ¿Y sus hermanos?

Brandon: No hay nadie más, señora.

A Grace se le aceleró el corazón.

Grace: Llegaré lo antes posible.

Brandon: Una última cosa -dijo el oficial Hutton-. ¿Normalmente tiene dromedarios en su establo?

Grace: No, pero le aviso de que muerde.

Brandon: Ya ha intentado quitarme un trozo de cuerpo, pero me las he arreglado para evitarlo.

Grace: Bien -colgó el auricular y se volvió hacia el pastor Flemming-. Una joven que se aloja en nuestra casa se ha puesto de parto.

Flemming: Eso me ha parecido.

Grace: Voy a buscar a mi marido para volver a casa.

Grace no quería perderse el espectáculo, pero no podía hacer nada por evitarlo. Volvió al banco y le explicó a Cliff lo que ocurría. Maryellen se volvió y Grace se lo contó a ella también.

Maryellen: No tiene nada para el bebé, ¿verdad? 

Grace ni siquiera había pensado en eso. Ella tenía mantas y algunas otras cosas para sus nietos, pero los pañales serían demasiado grandes.

Maryellen: Jon y yo iremos a nuestra casa y le llevaremos algunas cosas para el bebé a Vanessa. Seguro que tengo algún paquete de pañales de recién nacido.

Grace le acarició el hombro a su hija, agradeciéndole que hubiera pensado tan rápido.

Kelly: Llevaremos a Lisa, a Rich y a April a la casa -susurró-. No me lo perdería por nada del mundo.

Lisa: Yo tampoco. ¡No habría una manera más ideal de celebrar la Navidad!


1 comentarios:

Anónimo dijo...

Se acerca el momento!!! Q lindo sigue pronto...

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