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domingo, 18 de agosto de 2013

Capítulo 3


Vanessa se detuvo frente al edificio de oficinas que albergaba su despacho y miró a Zac. Durante todo el trayecto entre la tienda de Odette en el Barrio Francés y el distrito comercial, él no había parado de mirar hacia atrás. Estaba claro que algo lo preocupaba.

Ness: ¿Qué ocurre? -él la miró como si no supiera de qué estaba hablando-. Algo te preocupa.

Zac: ¿Te lo han dicho los Loa o te lo ha soplado ese amuleto vudú?

Ness: No te pases de listo. Lo he adivinado porque no has dejado de girar la cabeza desde que salimos de la tienda de Odette.

Él dejó escapar un suspiro como si decidiera que ya era hora de poner las cartas boca arriba.

Zac: No consigo librarme de la sensación de que alguien nos observa.

Ness: Odette ha dicho que estamos rodeados por el mal. No me digas que estás empezando a creer.

Él la miró por el rabillo del ojo y esbozó una sonrisa.

Zac: Me da igual quién lo diga. Yo sé que estamos en peligro. Tienes que andar con cuidado.

Ness: El culpable de esas muertes no va detrás de mí.

Zac: Eso no lo sabes. Alguien está matando a la gente e intentando cargar las culpas sobre mi hermano. Tú vas a defenderlo. Puede que te conviertas en su siguiente objetivo.

Vanessa sintió un agradable calorcillo al percibir el tono preocupado de la voz de Zac y le lanzó una sonrisa burlona.

Ness: Si no te conociera, diría que estás preocupado por mí. Vaya cambio con respecto a tu enemistad habitual.

Zac no pareció saber qué contestar.

Vanessa se echó a reír. Estaba claro que a Zac no le gustaba que lo pillaran desprevenido, lo cual a ella le daban más ganas de provocarlo. Sin embargo, hacía mucho tiempo que nadie se preocupaba por ella. Era agradable saber que él estaba preocupado.

Ness: Esta noche salgo tarde de trabajar, pero cuando me vaya tomaré un taxi hasta la puerta de mi casa.

Él frunció el ceño y sus cejas descendieron sobre sus penetrantes ojos azules. Vanessa se cambió la cartera y el amuleto que le había dado Odette a la mano izquierda y alzó la derecha como si jurara decir la verdad y nada más que la verdad con ayuda de Dios.

Ness: Tendré cuidado, te lo prometo.

Él guardó silencio un momento y luego asintió.

Zac: Veré qué puedo averiguar sobre los asistentes habituales a las ceremonias de Odette. Llámame al móvil cuando llegues a casa. Te contaré lo que haya averiguado -dándole su tarjeta con una mano, abrió la puerta del edificio con la otra-.

Cuando ella entró, Zac se dio la vuelta y echó a andar calle abajo. Mientras lo veía alejarse, Vanessa no pudo evitar pensar en lo bien que la hacía sentirse que se preocupara por ella. Y en cuánto deseaba hablar con él esa noche.


El largo día de juicios, declaraciones y papeleo pasó factura a Vanessa, que estaba agotada cuando se dejó caer en el asiento del taxi para recorrer las seis manzanas que la separaban de su casa en la calle Dauphine. Pero, a pesar del cansancio, una sensación de inquietud recorría sus nervios.

Aquel maldito Zac y sus advertencias... A ella nunca le había dado miedo volver sola a casa de noche. Debía acordarse de decirle que se guardara para él sus paranoias cuando lo llamara.

Al llegar a la casita con patio que había comprado el año anterior, pagó al taxista, le dio una generosa propina para que esperara hasta que ella cruzara la verja y salió del taxi a la húmeda noche de junio. Introdujo la llave en la elaborada puerta de hierro forjado que daba al corredor de entrada y, más allá, al patio. La puerta se abrió suavemente. Vanessa se dio la vuelta y le hizo una seña al taxista antes de entrar. Tras cerrar con llave la verja, recorrió el corredor lateral que llevaba a la puerta de la casa. Estaba maldiciendo de nuevo la paranoia de Zac cuando vio algo oscuro junto a una maceta, en el umbral.

Ness: ¿Qué demonios...?

Se agachó para mirar aquel objeto. La luz tenue de las lámparas de gas que iluminaban el patio se reflejaba en su negra y reluciente superficie. Aquel amasijo tenía plumas negras clavadas a un lado, como el amuleto vudú que Lisa le había llevado a Odette esa mañana. Estaba tan concentrada mirando aquel objeto que tardó unos segundos en darse cuenta de que oía algo. Pasos...

Un brazo le rodeó la garganta antes de que pudiera incorporarse.




Corto, lo sé. Seguro que os ha sabido a poco. Pero, como ya os dije, la cosa empieza a animarse un poco. Esperemos que a Ness no le pase nada =S

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4 comentarios:

LaLii AleXaNDra dijo...

Wao, ahora que le pasara a Vanessa?
ella también esta en peligro. ho ho
Siguela :)

Unknown dijo...

AAAAY! Y PIENSAS DEJAR ESTE CAPITULO ASI??
ERES MAALA EH! PERO UNA GENIA!
AHORA DE SEGURO ESTARE ANSIOSA HASTA QUE SUBAS Y CON UNA GRAN INTRIGA.

ESTA NOVE.. ES ALGO MISTERIOSA TAMBIEN! ME ENCANTA!

ESPERO QUE NO LE PASE NADA A VANESSA Y QUE LLEGUE ZAC PRONTO!!

SUBE PRONTO PORFA!

Unknown dijo...

ZAC TENIA RAZON.
ESPERO QUE A PARTIR DE AHORA QUEDEN JUNTO LOS DOS! (:

Unknown dijo...

Ohh sii muy corto!
Aiishh los policias y abogados cuando no metiendose en problemas jaja..
Ya see! Publica mañana como recompenza jiji :D
Mañana comienzo otra vez la universidad, ojala tenga tiempo de leer las noves.. :D

Siguela pronto!

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